jueves, febrero 01, 2007

Otra vez


Interesante lección estratégica del Zaragoza. Nueva lección. Prácticamente la misma pese a las prevenciones de Rijkaard, escamado frente a la historia reciente y dispuesto a modificarla desde la precaución defensiva y no regalar la eliminatoria ya en la ida. Inútil precaución. En el minuto 92, los delanteros maños seguían presionando a los defensas blaugrana, que sólo han tenido dos opciones durante gran parte del partido: rifar el balón a base de pelotazos largos o simplemente perderlo. El Zaragoza le ha quitado el balón al Barça o le ha estorbado tanto que casi era una lotería tenerlo y el Barça sin balón es una casa sin tejado.

De los cuatro aspectos del juego que destaqué frente al Celta, casi ninguno de los cuatro arrojó anoche un saldo positivo. La circulación del balón fue espesa y trabada, seguramente más por la tela de araña del Zaragoza que por falta de voluntad propia. La decisión de establecer el juego en terreno del rival no existió esta vez. O si existió, fracasó en el intento: Víctor Fernández ordenó a los suyos que se jugara en campo del Barça y lo consiguió. La recuperación tras pérdida de balón, una de las señas distintivas de este equipo, apenas ha tenido lugar quizás por la excelente prestación del rival que, como he dicho, aún en el descuento seguía presionando a los defensas locales.

Sólo la organización defensiva se salva. Digo la organización, no el rendimiento individual, radicalmente irregular, desde un Zambrotta sencillamente espléndido en la izquierda o un Oleguer en su mejor momento (pese al error de marcaje en el gol del fenomenal Diogo) hasta un Márquez en sus peores minutos como barcelonista. Pero el orden defensivo, pese al resultado, ha sido correcto, con buenas coberturas (Oleguer ha salvado cien errores de Márquez) y los citados dos laterales en espléndida forma. El Barça no ha generado apenas nada más, salvo algunas ideas de Iniesta. El Zaragoza, tampoco. Lesionado Aimar, la entrada del sobrio Piqué como mediocentro ha resultado simbólica. A Víctor le ha salido bien la operación, por más que se alejara de su estrategia creativa habitual y haya optado por ese otro concepto más físico y destructivo.

Y contra el criterio de casi todos de que las eliminatorias se deciden en los partidos de vuelta, Schuster y el Getafe han decidido sentenciar la suya en la ida: 3-0 a Osasuna y a empaquetar. Lo ha hecho como en las últimas semanas: tocando rápido, mimando el balón y percutiendo con garra. Desmontó al Valencia y está haciendo lo mismo con el equipo de Ziganda, al que ha endosado cinco goles en cuatro días sin despeinarse. Este Getafe tiene más miga de la que parece. En cambio, el Depor ha dejado para los dos minutos finales la puntilla al Valladolid (4-1), que rompe su racha de 21 partidos imbatido pero que se ha mostrado a un nivel más que notable.

OL y Milan, KO


Mientras el Bayern cambiaba de caballo en mitad del río (Hitzfeld por Magath), sus dos grandes rivales seguían galopando: Werder Bremen y Schalke 04 se distancian en la Bundesliga y ya suman ocho puntos más que el vigente campeón, que va a tener que remar desesperadamente. En la Premier, todo sigue igual: el Chelsea le ha endosado tres al Blackburn, pero el Manchester United cuatro al Watford y continúa el pulso. En las otras copas, el Olympique de Lyon continúa su caída libre (quinto partido seguido sin ganar), pues el Marsella le ha echado de la Coupe (2-1) en los minutos finales. Y en Italia, la Roma ha vapuleado a un Milan paupérrimo (3-1) y deja a Berlusconi y Ancelotti tiritando. Ronaldo tendrá que ponerse las pilas, pero ya. Los de Totti se meten por tercer año consecutivo en la final de la Coppa, previsiblemente contra el Inter.

Fotos: AP - EFE - AC Milan.com