miércoles, febrero 21, 2007
El Madrid se encoge y regala oxígeno a un moribundo
¿Quién ha tomado la decisión: Capello o los jugadores? Me refiero a la decisión de echarse hacia atrás, reculando hasta las telarañas de la portería propia, renunciando a la creación de cualquier contragolpe, de cualquier jugada como no fuese el despeje al vacío, renunciando a la posibilidad cierta de apuntillar al Bayern cuando estaba KO y dejándole reaccionar, crecerse y finalmente sitiar el Bernabéu sólo a base de derroche físico. ¿Quién tomó la decisión: los temores intrínsecos de cualquier futbolista, la filosofía defensiva inculcada por Capello hasta el tuétano o la diferencia de condición física? ¿El 'miedo psicológico' como acaba de asegurar Capello o todas estas razones combinadas? ¿O simplemente que no podían más, faltos de trabajo?
Lo cierto es que un buen Madrid ha podido liquidar el pase a cuartos en la primera mitad. Digo buen Madrid en comparación con el Madrid triste de la Liga. Uno de los mejores dibujos que puede presentar Capello. Actitud excelente de los jugadores, presión ambiental, liderazgo de Beckham y Gago, movimientos sin balón bien realizados por Higuaín y VNR, presión por banda izquierda del tándem Roberto Carlos-Raúl y oportunismo extremo del capitán. En cuarenta minutos, ambas defensas han dado un recital de despropósitos nada sorprendentes. Cannavaro en el Madrid y Van Buyten en el Bayern se han llevado la palma en el balance negativo. Con estas premisas, dos equipos con poco fútbol no pueden dedicarse a jugar al fútbol, pero a cambio sí pueden intercambiar golpes. Y en el intercambio ha ganado claramente el Madrid, que en cuarenta minutos dominaba 3-1 y tenía en sus manos la destrucción del rival.
Quizás han sido los cambios los que han dado oxígeno al moribundo alemán. Higuaín no aporta pegada a su equipo, pero sí buenos movimientos, pero Capello ha preferido cambiarle por Robinho y el Madrid se ha puesto a jugar con diez, pero los diez dentro de su propio campo, pegados a la portería de Casillas. Los cambios del Bayern han sido en positivo: Salihamidzic ha abierto el campo por la derecha y Pizarro ha confirmado que es un auténtico ‘killer’ del área, una perla que queda libre en junio. Agonizaba el campeón alemán y el Madrid se ha empeñado en hacerle el boca a boca para reanimarlo.
Y vaya si lo ha conseguido. Le ha regalado el campo, el balón, el aire, la posesión (58% para el Bayern), las ocasiones y hasta el gol de Van Bommel, brillante en la ejecución, lamentable en el festejo. Los jugadores de Capello se han apelotonado en veinte metros cuadrados, sacando balones lanzados a la olla, Casillas protagonista, Roberto Carlos roto tras su precipitada recuperación, Beckham desfondado, Guti agotado, Torres (20 años) el mejor defensa, Capello impotente, congelado, sin capacidad de reacción. El buen Madrid del primer tiempo se ha convertido en un pésimo Madrid en la segunda parte, agotado y sin capacidad física, y le regala una ocasión de oro al Bayern para convertir el Allianz Arena en un infierno. Un infierno que podía haber evitado.
ManU, por pillería
El más pillo ha sido el Manchester United, agobiado por el Lille hasta extremos insospechados. Cristiano Ronaldo, Rooney, Giggs, Larsson y Saha han fallado sucesivamente ocasiones de oro y el Lille, buen equipo de escaso remate sobre todo si no tiene a Keita, se le ha subido a las barbas al líder inglés. Pero cuando estaba boqueando, Giggs ha sacado un libre directo sin pedir barrera y los franceses aún están buscando un reglamento para enterarse. Así que 0-1 y a Old Trafford.
En Eindhoven, el Arsenal se ha merendado al PSV de Koeman, pero ni Henry, ni Adebayor, ni Rosicky o Cesc han acertado en el remate, lo que no es sorpresa. Como tampoco que los de Wenger hayan dominado a placer con su triangulación permanente hasta que en una contra el ecuatoriano Méndez se ha sacado un derechazo prodigioso y ha tumbado a Lehmann (1-0). Koeman irá feliz al Emirates Stadium. Feliz y amarrando por todas partes.
Y en Glasgow, Ancelotti ha enfriado la pasión escocesa del Celtic (0-0). No ha sido un bello Milan, pero sí muy acertado desde el punto de vista táctico en un día en que Maldini ha cumplido su partido número cien en Champions. Por momentos ha recordado al Arsenal del año pasado, el del 4-5-1, con la diferencia de que donde estaba Henry los milanistas tienen a Gilardino. Y no es lo mismo. Pero le puede bastar en San Siro.
Fotos: AFP - EFE - AP - Reuters - Getty.