jueves, febrero 08, 2007
El transatlántico y la cárcel
Dos entrevistas interesantes: la de “El Mundo Deportivo” a Frank Rijkaard y la de Javier Matallanas en su blog al Coco Basile. En la primera, el entrenador del Barça confirma que el transatlántico está virando, pero a la velocidad de los grandes buques. En la segunda, el seleccionador argentino abomina del doble pivote, jaula que encarcela el talento y homogeneiza el fútbol.
Rijkaard simplemente confirma lo sabido: el lento pero seguro cambio de rumbo. El regreso a los fundamentos básicos; la reconstrucción del equipo a partir de la organización defensiva; la búsqueda permanente del ‘antídoto del antídoto’; la mejora paulatina del paupérrimo tono físico; el retorno de Márquez al mediocentro en los partidos grandes; y la escasa necesidad de andar fichando las estrellas mediáticas promovidas por agentes y periódicos. Nada nuevo, pero todo bueno. Y deja otro mensaje sobreentendido: lo difícil que resulta en el fútbol actual, plagado de minas y trampas, que triunfe una propuesta con vocación ofensiva.
El mismo mensaje, con otras palabras, deja Basile en su charla con Matallanas. En su caso abomina del 4-4-2 por culpa de ese doble pivote que amordaza el talento. El seleccionador victorioso de Francia atribuye al ‘miedo a perder’ la homogeneización del fútbol, más igualado pero también más mediocre que nunca, en el que casi todo acaba fiándose al balón parado en vez de al juego combinativo. Ese doble pivote rígido y carcelero es otro corsé que maniata la creatividad, pero también es otro signo de los tiempos actuales.
Detenido el asesino de Raciti.- Un chaval de 17 años, sin antecedentes penales, acaba de confesar ser el autor del asesinato del policía italiano Filippo Raciti tras el Catania-palermo. Arrancó un trozo de lavabo del estadio y golpeó al agente hasta causarle la muerte en una acción premeditada, según la fiscalía.
Referencias
- El cambio de rumbo
- Contra el doble pivote
Fotos: El Mundo Deportivo.com - AFP - EFE.