La maquinaria ofensiva del ManU: Equipo más en forma de entre los grandes de Europa, los de Ferguson no juegan: apabullan. Hoy han desnudado al Tottenham (0-4) con un segundo tiempo primoroso de velocidad y fútbol vertical y directo. Todas sus líneas funcionan como un reloj aunque Carrick y Scholes sigan generando alguna leve duda. Pero la defensa es una roca y el ataque, el séptimo de caballería. ¿Quién parará a este Manchester?
La columna vertebral del Schalke: Demostración de juego colectivo del nuevo líder de la Bundesliga en casa del feroz Werder Bremen (0-2). Casi ningún jugador destaca sobre sus compañeros, pero el conjunto es superior a la suma de los individuos, virtud teologal en el fútbol. Ya en la última Copa de UEFA, el Sevilla sólo consiguió superar al Schalke en la prórroga de la semifinal y entonces quedó una imagen poderosa del cuadro alemán, imagen que ahora crece imparable, como la distancia que le separa del Bayern (11 puntos ya). El joven portero Neuer, los centrales Krstajic y Bordon, el mediocentro Ernst (colega de Poulsen el año pasado), el mediapunta Lincoln y el veloz extremo Lövenkrands forman una columna vertebral de hierro en la que el delantero centro Kuranyi ha perdido gol, pero se ha transformado en un asistente mágico. Y el patrocinador Gazprom aporta cien millones.
Davids y Sneijder: ¿En qué pócima se baña Davids para aportar ese plus de estabilidad? Ha sido debutar con el Ajax frente al Feyenoord (4-1) y el equipo de Ten Cate ha ganado consistencia y, con la ayuda del AZ de Van Gaal, se mete en la pomada de la Eredivisie (a cinco puntos del líder PSV). Hat trick de Sneijder y tercera juventud para el centrocampista de las gafas oscuras. 
La eficacia del Valencia: Los de Quique han subido la escalera de la Liga pese al carro de lesionados que dejó anonadado al vestuario. Nadie puede dudar de la eficacia espectacular de sus delanteros, la fortaleza de su triángulo defensivo (Ayala, Albiol, Albelda) ahora reforzado con Marchena, o el talento inmenso de Silva y Villa. Pero el estilo que implanta Quique (encerrado en casa y al contragolpe) deja un cierto regusto amargo: prima el pragmatismo por encima de la grandeza. Aunque la fórmula le va muy bien y eso apaga cualquier crítica. 
El olfato de Sergio García y Garay: El ‘rey de los postes’ encontró en Montjuïc el camino de las mallas. Empequeñecido como goleador, este chico ha crecido como jugador hasta el punto de que su aportación empieza a ser fundamental en el Zaragoza, conjunto de factura impecable que ya está muy arriba y seguirá ahí si su técnico mantiene la frialdad y no sufre el pánico vertiginoso de quienes rozan la cumbre. En Santander, el veinteañero Ezequiel Garay continúa su progresión incesante: quinto gol de la temporada, esta vez de cabeza y no de falta directa. Un central de futuro y goleador. Y algunas cosas malas
El KO de los porteros: Cañizares conmocionado, Van der Sar con la nariz rota. El oficio de portero siempre ha sido peligroso, pero desde lo de Cech y Cudicini empieza a parecer de alto riesgo, consecuencia del fútbol cada vez más igualado, competido y físico. Hay que proteger a los guardametas.
El piscinazo de Ronaldo: En nuestra Liga se atribuiría a la tradicional torpeza de los árbitros españoles, similar a la de sus homólogos europeos. En Inglaterra señalarán con el dedo al futbolista tramposo. Cristiano Ronaldo ha protagonizado el ‘piscinazo’ de la jornada, que ha permitido abrir la lata del Tottenham al borde del descanso. Ningún jugador es ajeno a este tipo de acciones de engaño, pero en el fútbol inglés suena peor.
La grieta de Juande: La convivencia entrenador-director técnico es conflictiva por naturaleza, pero hay quien lo lleva mejor y quien se pelea a diario. El Sevilla era hasta ahora un balneario, pero Juande Ramos ha inaugurado la bronca con sus declaraciones sobre Chevantón, con quien apenas cuenta, atribuyendo a Monchi la gestión de un fichaje no deseado. El equipo ha celebrado la fisura empatando en casa.
Fotos: Getty - Bundesliga.com - Ajax.com - EFE.
