viernes, febrero 09, 2007

Cristiano Ronaldo: de entrada, no


Diré de entrada algunas cuestiones básicas sobre Cristiano Ronaldo que me parecen indiscutibles:
  • Es un malabarista del balón, con una técnica básica espectacular
  • Ha corregido (le han corregido) su exceso de filigranas y optado por un juego más directo y efectivo
  • Anímicamente ha dado un gran paso adelante en el liderazgo de su equipo
Pero estas tres brillantes características no creo que justifiquen ese fichaje por Barça o Madrid que la prensa, en connivencia con el agente del futbolista, anda aireando (o estimulando) desde hace días. Cristiano Ronaldo es un gran jugador, posiblemente el que está en mejor forma de toda Europa, pero me parece una locura pagar 60 millones de euros por él, por más icono comercial que sea. ¿Por qué?

Porque es un jugador de carácter inestable y
extremista, capaz de grandes euforias, pero también de grandes bajones. Con hambre para comerse el mundo, pero dispuesto a dejar su club a la menor crítica. Defecto superable, por supuesto, pero defecto de riesgo elevado.

Porqu
e el valor en que ha sido tasado (entre 50 y 80 millones, según las versiones) no sólo es aberrante por su magnitud y desestabilizador de la economía de cualquier club (salvo del Chelsea), sino que en momentos actuales de relativo comedimiento en el precio de los fichajes supondría una losa inmensa sobre las espaldas del jugador. Un nuevo elemento de presión para un futbolista no maduro.

Porque sus características esenciales como jugador son la velocidad y el regate, pero no en ataque estático cuando la defensa contraria se encuentra bien aposentada y fija en sus trincheras. En el fútbol inglés, Cristiano Ronaldo halla praderas inmensas sobre las que galopar cuando el ataque del Manchester es dinámico, pero si tiene que crear desde parado, a partir de cero, su fútbol baja muchos enteros. Y ese es, precisamente, el tipo de juego con que se enfrenta por lo general un equipo como
el Barça.

Seguro que existen criterios para rebatir estos tres argumentos. Contra el primero se puede recordar que también Eto’o era un futbolista polémico y que Cristiano Ronaldo ha alcanzado ya, a los 22 años, incluso la capitanía de Portugal. Contra el segundo se puede decir que bastante presión tiene en el Manchester United como para arrugarse ahora. Y frente al tercero se podrá argüir que todo gran futbolista es capaz de adaptarse a cualquier sistema o incluso que para el contragolpe de Capello sí sería un jugador idóneo. Bien.

Pero la cuestión es si Barça o Madrid necesitan a Cristiano Ronaldo para afrontar su próxima temporada. Pienso que no. Al Madrid le iría muy bien desde el punto de vista anímico y mediático, pues Calderón borraría su promesa de Kaká, pero desde lo futbolístico su reconversión debe pasar por otros parámetros: definir un estilo de juego, buscar los futbolistas adecuados a ese estilo y contratar sólo a gente dispuesta al sacrificio colectivo. Al Madrid le sobran fuegos artificiales y le falta juego de equipo. En cuanto al Barça, Rijkaard lo ha definido muy bien: “Dos cracks y medio son casi suficientes para un equipo para tener éxito. Todo lo que sea más es complicarse la vida”. Difícil explicarlo mejor. Así que, salvo opiniones mejor formadas, Cristiano Ronaldo, de entrada no.

Los más ricos...


De nuevo, la consultora Deloitte ha mandado su estudio anual sobre los ingresos de los principales clubes europeos y de nuevo ha manipulado sutilmente los conceptos y la prensa en general ha caído de patas, presa del titular mirífico: los clubes más ricos del mundo. Falso de toda falsedad. Si acaso, los clubes que más dinero ingresan. Madrid (292,2 millones), Barça (259,1), Juventus (251,2), Manchester United (242,6) y Milan (238,7) encabezan el ránking de ingresos. La consultora reconoce, eso sí, que no contabiliza gastos ni, por tanto, beneficios y tampoco accede a balance alguno ni deuda acumulada. Ni la prensa económica se ha salvado y como un sólo hombre todos los medios siguen el rastro dorado de este peculiar flautista de Hamelín: los más ricos dicen, sin pararse a pensar que no siempre es más rico quien más ingresa...

Referencias
- La riqueza de los clubes
- El ránking

Fotos: Allsport - Getty - AP - EFE.