Reclamamos que masas de jóvenes descerebrados se comporten educadamente, cuando muchos de ellos apenas han recibido formación. Que la policía frene a esos vándalos. Que los árbitros acierten en todas sus decisiones pese a la presión ambiental, el acoso de los jugadores y la ausencia de medios tecnológicos. Que los periodistas dejen de escribir como forofos destemplados. Pero hete aquí el espectáculo de los directivos del Sevilla y el Betis, empeñados en competir por las más altas cotas de la estulticia y la melonada.
A estas alturas, me importa francamente un bledo de qué parte está la razón, quién empujó primero, quién despreció a quién, en qué parte empezaron las escaramuzas verbales, los exabruptos, las salidas de tono y las malas caras entre vecinos desavenidos. Peste bubónica la de estos dos palcos en las que habitan tantos extremistas inmoderados. Me gustan los derbis entre Betis y Sevilla. He asistido a unos pocos y siempre aprecié la pasión, la alegría y el desparpajo sano de las aficiones (de la mayoría de cada afición).
Pero en esos palcos proliferan también los fanáticos de cerebro escaso, lengua fácil e insulto homófobo, presuntos bomberos con manguera de gasolina dispuestos a incendiarlo todo. De hecho, abundan este tipo de personajes, quizás porque sólo en el fútbol encuentran quien les escuche. Pero en la bronca Betis-Sevilla es donde alcanzan los máximos decibelios de esa pugna barata que se resume fácilmente: Y tú más...Inter-Valencia, en San Siro
Aunque todavía no es oficial, un portavoz de la UEFA ha deslizado en la BBC que el Inter-Valencia y el Milan-Celtic podrán disputarse en San Siro a puerta abierta, tras el buen resultado de los tornos de emergencia instalados en el Giuseppe Meazza. Para el partido contra el Valencia, el Inter habrá colocado ya un total de 40 tornos, lo que aumentará la capacidad del estadio hasta los 45.000 espectadores. Y para el Milan-Celtic serán 60 tornos para 75.000 espectadores, casi al completo.
Referencias
- Versión Betis
- Versión Sevilla
Fotos: Reuters - ABC.com.
