sábado, febrero 24, 2007

La noche idónea para el Madrid


El Madrid regalará el balón, que es la situación que le gusta, y el Atleti tendrá que construir, que es algo que no le agrada especialmente. Así empezará la segunda de las cuatro semanas infernales. La primera se ha cerrado con Sevilla y Valencia rotundos y Barça y Madrid tiritando. Muy pronto para sacar conclusiones, pero no para ir confirmando las tendencias que ya se apuntaban desde mediados de enero.

El Madrid afronta el derby sin sus dos hombres más ofensivos: Sergio Ramos y Roberto Carlos. Pero a cambio se quita de encima la presión del Bernabéu, que ha cavado ya la fosa de jugadores como Emerson y Robinho, tiene enfilado a Capello y Cannavaro y bajo sospecha a Diarra. Cuando abandona el Bernabéu y deja atrás ese miedo escénico que le atenaza, el Madrid se libera de una atadura psicológica que le tortura y puede jugar sin sonrojo a lo que quiere Capello: autobús atrás y contragolpe. Fuera de casa, el Madrid lleva un promedio de 1,5 goles por partidos, muy superior al que tiene como local (1,1), símbolo de esa racha fantástica de triunfos como visitante que le mantiene arriba de la tabla. Y dentro del símbolo, Van Nistelrooy como paradigma: 11 goles en su haber, el 36% de su equipo, pero 9 de ellos fuera de casa y sólo dos en el Bernabéu (a Barça y Zaragoza).

En el Atleti, las dudas. Las eternas dudas. ¿Va o viene? ¿Sube o baja? Torres frente a su trauma goleador. Y temor en el Calderón a un partido en que el Atleti se quede con el balón, pero el Madrid haga los goles. Momento importante para el equipo de Aguirre, el único de los cinco de arriba que sólo juega un partido semanal al no tener competición europea ni copera, lo que le otorga una frescura física notable y mucha capacidad para preparar tácticamente los encuentros. Una victoria le metería en la pomada. Una derrota, nuevamente en el profundo mar de las dudas.

ManU in extremis


Cristiano Ronaldo
en el minuto 87, su decimosexto gol en liga. Un slalom de cincuenta metros culminado con un buen derechazo y el leve desvío del torpe Christanval le ha valido al Manchester United una victoria que parecía casi improbable en Craven Cottage (1-2) frente a un Fulham muy bien plantado y agresivo. Ferguson y sus chavales han celebrado el triunfo como si hubiesen ganado la Premier, lo que aún queda lejos por más que sean ya nueve los puntos de ventaja sobre Mourinho (con un partido menos). El ManU de hoy no ha sido el de los últimos meses y por momentos la máquina ha parecido encallada, como el martes en Lille, pero posee tantos recursos ofensivos que es capaz de superar incluso una cuesta difícil como esta del Fulham, que le ha tenido contra las cuerdas pero no ha sabido apuntillarle.

Fotos: EFE - Getty.