viernes, febrero 02, 2007
Otra noche de la infamia para el fútbol italiano
Una bomba en forma de carta lanzada dentro de su automóvil ha matado a un joven policía italiano (Filippo Raciti) y herido de gravedad a su compañero. Esta es la parte más trágica del balance de otra 'noche de la infamia' para el fútbol italiano, noche de barbarie ciega y terrorismo callejero en Catania donde los ultras locales se han enfrentado violentamente con la policía, que protegía a los aficionados del Palermo, dejando un reguero sangriento, con un centenar de heridos de los que al menos setenta son agentes policiales, según el primer recuento provisional.
El Catania ha perdido el derby siciliano ante el Palermo (1-2) tras dos decisiones arbitrales polémicas contra el equipo local. Ya durante el partido, el lanzamiento de bengalas ha provocado la suspensión durante media hora. Pero a su término, y mientras los aficionados del Palermo, que apenas han podido asistir al segundo tiempo, se mantenían recluidos durante horas en el estadio, los ultras locales han protagonizado una batalla trágica contra la policía usando botes de humo y asesinando al citado agente al lanzar a través de la ventanilla de su automóvil una bomba carta que le ha estallado en el rostro.
En una decisión honrosa ante semejante barbarie, la Federación Italiana ha suspendido por tiempo indeterminado todos los campeonatos de todas las categorías, incluidos los próximos amistosos de la selección campeona mundial, con el apoyo absoluto del Gobierno. Para el lunes, cumbre de la Federación y el Comité Olímpico Italiano con el propio primer ministro Prodi y varios de sus ministros. A estas horas de la madrugada, entrenadores, presidentes de clubes y jugadores de todos los equipos apoyan unánimente la suspensión y exigen medidas radicales para terminar con la barbarie en el 'calcio' incluso, según la propuesta del sindicato de jugadores, si la suspensión de las competiciones debe mantenerse hasta final de temporada.
Katastrophen !!!
Un equipo de fútbol es como un collar de perlas: si se rompe el hilo, el collar se hace añicos y las perlas se desparraman. Esa fue la explicación que dio Jorge Valdano hace años cuando le interrogaron por el desmoronamiento del ‘Dream Team’. Eso mismo es lo que parece estar ocurriéndole al Bayern Munich, doble campeón de Liga y Copa en los dos últimos años y ahora mismo en catastrófica caída libre. Ni el urgente cambio de entrenador (Hitzfeld por Magath) ha podido detener la hemorragia del campeón germano, vapuleado en el derby bávaro por el Nuremberg (3-0) en juicio sumarísimo, y prácticamente desahuciado en la Bundesliga a mitad de temporada incluso con peligro de no clasificarse para la siguiente Champions.
Desde una perspectiva exterior, los errores ajenos se observan con mayor precisión. El desmoronamiento del Bayern no es de hoy, ni siquiera de esta temporada, sino que todos los síntomas del enfermo ya estaban presentes hace año y medio, pero los resultados lo taparon todo. Siempre ocurre así: los resultados (más allá de alegrías o tristezas) enmascaran las tendencias. Un equipo puede estar creciendo y aún no cosechar buenos resultados. Al contrario, puede estar en descomposición y seguir obteniendo victorias que oculten su realidad. Eso le ha ocurrido al Bayern, supercampeón la temporada pasada a pesar de su fútbol anodino y hueco.
El equipo muniqués ganó muchos partidos sin jugar a nada. Sin un estilo interesante, ni una idea colectiva. El Bayern conquistó el doblete alemán, pero nunca se mostró como un equipo bien soldado. Vi la mayoría de sus partidos y en buena parte de ellos resolvió ‘in extremis’, con golpes certeros propinados en momentos adecuados, tantas veces en los minutos finales, casi nunca gracias a su buen juego, sino por instantes de inspiración. Pizarro, Makaay y Ballack sumaron 42 de los 67 goles del equipo y con sus remates apuntalaron un edificio resquebrajado y decadente. Eufóricos por el doblete, directivos y aficionados no quisieron ver los evidentes síntomas de la aluminosis futbolística que corroía la estructura.
Ahora, cuando el hilo del collar se ha roto y las perlas se han desparramado, ya es demasiado tarde.
Woodgate, a la selección
Volvió a la Premier y los problemas se convirtieron en soluciones. Se acabaron las lesiones musculares, el estrés y la presión. Titular desde el primer minuto en el Boro, pronto alcanzó incluso la capitanía y ahora ha sido llamado por McClaren a la selección junto a fenómenos como Terry, Ferdinand y Carragher. Mientras Capello sigue buscando centrales, tiene al más prometedor de los suyos triunfando lejos del Bernabéu.
Fotos: Sky - AP - Bundesliga.com