miércoles, febrero 21, 2007

La generación de espacios vacíos


Yo no sé si esta noche jugará Márquez como mediocentro, tal como parece apuntar la desconvocatoria de Edmilson, o si lo hará Motta para marcar el territorio con tinta amarilla durante la primera hora secando a Gerrard. Rijkaard tiene la cuestión en sus manos y varias respuestas para elegir, en función del tipo de autobús que planteará Benítez: el 4-4-2 o el 4-2-3-1. Rijkaard no tenía esas dudas hace tres semanas cuando apostó por Márquez en el pivote y Edmilson como central, pero la mala prestación del brasileño y la no muy acertada del mexicano han sembrado los interrogantes. El entrenador quiso reconstruir el equipo a partir de la solidez defensiva y lo consiguió en parte, pero el Valencia desmontó el castillo y provocó la incertidumbre hasta tal punto que ha costado la cabeza de Edmilson.

Volvemos al principio. Rijkaard no acostumbra a cambiar de caballo en mitad del río, lo que avalaría la candidatura de Márquez en el mediocentro y de Thuram, aún corriendo riesgos en su reaparición, como central. Así, los únicos cambios con respecto a Valencia serían la entrada de Messi por Iniesta y la de Thuram por Edmilson. Equipo similar para afrontar un autobús parecido. Pero, ¿jugará el Liverpool como el Valencia? Probablemente sí, aunque Benítez haya ensayado en la Premier el 4-2-3-1 con reiteración. Pero ese esquema es demasiado atrevido, en su libreto, para el Camp Nou. Implica colocar a Gerrard en el doble pivote con Xabi Alonso, dejando las tres plazas de delante a Pennant, Bellamy y Zenden y la punta a Kuyt (o Crouch, con menos posibilidades). Buen esquema para afrontar partidos contra equipos ingleses de nivel medio. Pero mucho riesgo ante el Barça, por lo que me parece más probable que Benítez salga con un 4-4-2 en el que Sissoko y Xabi Alonso formen el doble pivote, Gerrard y Zenden (más que Pennant) les acompañen en la línea central y Bellamy y Kuyt queden en punta presionando arriba a la defensa local.

En cualquiera de los dos escenarios, la clave del partido creo que estará en el juego entre líneas del Barça. La peor medicina para el Liverpool es el movimiento rápido del balón y que los rivales se muevan en dos espacios concretos: en los huecos entre el central y el lateral (Finnan-Carragher o Agger-Riise) y entre la espalda del doble pivote y el rostro de los centrales. En ese baile entre líneas y entre huecos, el Liverpool está perdido. Por esa razón, Benítez insiste siempre en hacer coberturas y tapar espacios, de ahí el refuerzo de la banda izquierda con Zenden-Riise, antídoto para Messi, el hombre más peligroso del partido a priori.

Gente clave para generar esa inestabilidad defensiva del Liverpool son Gudjohnsen, balanceándose entre los centrales; Messi, por su desborde ante un Riise de poca cintura pero mucha fuerza; el triángulo Ronaldinho-Deco-Xavi al borde del área; y la entrada de Iniesta en segundo tiempo para crear esos espacios entre líneas. Quedará por saber quién frenará las cabalgadas de Gerrard, aunque no seré yo quien menosprecie la inteligencia de Rijkaard frente a la meticulosidad de Benítez. El estudio es imprescindible, pero la inspiración también.

Fotos: EFE - AFP - FC Barcelona.com - Getty.