miércoles, febrero 07, 2007

Dungazo


El hombre de las camisas floreadas y el juego metalúrgico ha sufrido su primera derrota y me alegro. No por Brasil, cuya selección llevo en el alma, pero sí por este Dunga de plomo, autómata del fútbol, jugador de hierro que alcanzó la gloria mundialista pero ha decidido encorsetar a los dioses del balompié en una jaula metálica. Tras un Mundial decepcionante y triste de sus artistas, Brasil se encomendó a este mediocentro hormigonero en otro movimiento pendular clásico del pentacampeón. Ya ocurrió en 1982, tras la maravillosa exhibición del mejor equipo de la historia (por lo menos, el mejor que yo he visto) y su llorada eliminación en Sarriá. Tras el arte, el hierro.

Ahora ha ocurrido igual. Por descontado, la propuesta metalúrgica de Dunga no aniquila por completo a los artistas porque en cada futbolista habita uno de ellos, incluso entre aquellos que sólo están ahí para lanzar pedradas. En Brasil, hasta el herrero hace esculturas. Pero la selección juega al fútbol a pesar del seleccionador. Dunga ha secuestrado la alegría brasileira, el espíritu jugón y juguetón, ha maniatado a los artistas o bien les mandó decapitar hace meses. Hasta anoche, la propuesta de plomo se saldaba con victorias y esos resultados le daban fuerza al ‘dunguismo’ a falta de mejores argumentos. Pero un Portugal con más cariño por el balón, el juego de combinación y la velocidad ha desmoronado el castillo, que no era de hierro sino de paja, y ha desnudado a Dunga, huérfano de fútbol, pecado mayúsculo en la patria del arte futbolístico.

Inglaterra, centro del planeta fútbol


Enric Bañeres señaló ayer en su blog un detalle que parecía anecdótico: cuatro de los ocho amistosos de selecciones absolutas disputados anoche se jugaron en Londres. Añadamos el vibrante Inglaterra-España sub-21 celebrado en Derby (2-2), más el absoluto de hoy en Manchester y la adquisición del Liverpool por millonarios americanos y obtendremos un retrato bastante fiel de la realidad: el centro mundial del planeta fútbol se ha desplazado, a la velocidad de la luz, hasta Inglaterra.

He repasado la asistencia a esos cuatro partidos amistosos en los que no estaba Inglaterra y resulta interesante. En todos los partidos de Premier se agotan las entradas de los estadios, que presentan llenos completos cada jornada. Pero ahora hablamos de unos amistosos intrascendentes sin presencia de ningún equipo inglés:

  • Portugal-Brasil, 2-0. Emirates Stadium (Arsenal): 59.793 espectadores (Capacidad: 60.400)
  • Dinamarca- Australia, 3-1. Loftus Road (Queens Park Rangers) 1-3: 12.476 espectadores (18.500)
  • Ghana-Nigeria, 4-1. Griffin Park (Brentford). 11.000 espectadores (12.763)
  • Corea Sur-Grecia, 1-0. Craven Cottage (Fulham): 10.000 espectadores (22.200)
En total, 93.269 asistentes a cuatro partidos amistosos, con un Emirates Stadium lleno al 99%, más otros 28.295 en Pride Park (84% de la capacidad) para el amistoso sub-21. ¿Imaginamos algo parecido aquí?

Fotos: Reuters - Getty - AFP.