viernes, junio 30, 2006
Elogio de la eficacia
Cualquier crítica es válida salvo una: la eficacia. No hay quien gane a Italia en cuestión de eficacia. Por genética o por aprendizaje, Italia tiene clara una cuestión: sólo le interesa el camino más directo. Ni se adorna, ni se ocupa de asuntos colaterales, ni se interroga sobre los métodos o se preocupa por su identidad. Italia no duda: quiere ser el que sale del campo con la sonrisa en los labios.
Italia no necesita crear apenas ocasiones para llevarse los partidos por delante. A veces le basta con que el rival se suicide a base de locuras tácticas o errores pueriles. En otras, simplemente espera con la caña lanzada a que pique el pez. A que el ratón mordisquee de nuevo el queso.
Es urgente elogiar esta eficacia. En semifinales y ningún rival le ha metido un gol. Nos hartamos de criticarles por su falta de estética, por su propuesta rácana, por el escaso juego. Pero su eficacia resulta demoledora y envidiable. Y también la inteligencia estratégica de Marcello Lippi. Con el billete a semifinales prácticamente comprado (primero con el 2-0 y poco después con el 3-0), otros muchos seleccionadores habrían buscado la exhibición, el alarde, la goleada ante la deprimida Ucrania. Lippi ha optado por retirar a los tres hombres clave del centro del campo (Gattuso, Pirlo, Camoranesi), los que resultarán decisivos frente a Alemania. Y no le ha importado nada acabar jugando con seis defensas y dos centrocampistas de contención. Cualquier otro habría pensado en las críticas. Lippi ha pensado en el siguiente paso y eso, por encima de los gustos futbolísticos que tengamos, es digno de elogio.
Foto: AP.