Los equipos son momentos y hay que aprovecharlos. Hay momentos dulces o inciertos, pero no se pueden dejar escapar. España vive el momento de la certeza y Francia, el de la duda. El resto es historia, tradición, palmarés, pronósticos y elucubraciones. Luis Aragonés vive su momento de seguridad: cree en lo que está haciendo. Confía en la identidad construida, en el esquema planteado y en los jugadores elegidos. Le saldrá bien o mal, pero no duda. En el bando contrario, Raymond Doménech se agita en los mares de la incertidumbre: ni siquiera el espléndido rendimiento ante Togo le ha dado fe en su conjunto. Jugó a equipo pequeño contra Suiza y Corea y sólo la agonía le obligó a hacerlo a lo grande frente a Togo. Ahora vuelve al esquema conservador, mientras Francia se echa las manos a la cabeza al ver que Trezeguet parece destinado al banquillo. Nada de ello es garantía de nada. Francia puede ganar a España perfectamente. Le sobra talento para hacerlo. Pero los momentos son muy diferentes: España jugará desde la confianza y el atrevimiento; Francia, a partir del temor y la duda.
Referencias
- Recuperar arriba ("L'Equipe")
Foto: AFP.
