# LD & The New Criticism
La interpretación conspiratoria es tan conocida y está tan sobada que me parece más interesante encontrar una explicación táctica. Intentaré esbozarla, aún reconociendo que puedo estar plenamente equivocado. Francia jugará con Zidane, pero también con Trezeguet a la vista del excelente rendimiento ante Togo. Eso lleva al banquillo a Ribéry, el clon jovencito de Zidane. Así que Francia regresa al 4-4-2, con Makelele y Vieira guardando las espaldas de Zidane y Malouda y Henry y Trezeguet en ataque. Haga lo que haga Luis, España tendrá inferioridad numérica en el centro del campo, su terreno favorito, el lugar desde el que edifica su juego. Para compensar esa inferioridad sól caben dos alternativas: renunciar al 4-3-3 con el que se ha forjado la nueva identidad española y alinear también cuatro centrocampistas; o bien colocar a un tercer pelotero que, además, posee fuerza, velocidad, capacidad defensiva y buena llegada al área.
Así que esta es la explicación de porqué Cesc sustituye a Senna, en un cambio que a primera vista no me convenció. Luis busca que el balón tenga una salida que con Senna no alcanzaría. Se da por supuesto que Henry y Trezeguet intentarán tapar a Xabi Alonso y que entre Malouda y Vieira frenarán a Xavi. Si consiguen ambos objetivos de una tacada, Francia se habrá merendado a la selección española. Por eso Luis busca una tercera vía de escape: si no puede Alonso ni tampoco Xavi, que sea Cesc quien se quede con el balón. En este planteamiento hay que dar por supuesto que tres de nuestros cuatro defensas (Ramos, Puyol y Pablo) estarán concentrados en cuerpo y alma en la terrible pareja de atacantes galos. O sea que no hay muchas alternativas: frente a la superioridad numérica, peloteros que escondan el cuero. Y de paso, que agoten a los veteranos franceses.
¿Raúl? También me sorprende. Me gusta más Raúl en la última media hora y sin moverse del área rival, más que correteando como ese media punta que no es. Pero creo que Luis busca romper el eje Makelele-Vieira. Pretende lo que Rijkaard consiguió en Stamford Bridge, cuando sacó a Larsson en punta y colocó a Ronaldinho en la espalda de Makelele, a quien desconectó de sus centrales (Terry-Carvalho). Aquel movimiento rompió los automatismos defensivos del Chelsea y originó la sentencia barcelonista. Creo que eso es lo que busca Luis. Que Raúl se coloque entre Gallas, Thuram y la espalda de Makelele porque eso puede provocar un caos del que se aprovechen Torres, Villa o Cesc. Las dos maniobras son arriesgadas, pero hasta ahora Luis ha acertado en todo lo que ha decidido. Se queda sin excesivas armas en el banquillo para esa última media hora en que hay que matar el partido: apenas Reyes o Joaquín para las bandas, Luis García para suplir a Raúl o Iniesta para el último pase. Pero es lo que hay.
Fotos: EFE - AP - AFP.
