Ganadores hasta el momento: los buenos sistemas defensivos. Perdedores hasta la fecha: algunos entrenadores de renombre. Y una reflexión más: quienes empezaron llenos de dudas siguen adelante. Quienes lo hicieron desde la certeza ya están en casa.
Sistemas defensivos
El de Italia y el de Francia y, para ser sinceros, también el de Argentina por más que haya caído. Cannavaro es el líder entre los líderes. Manda por arriba y por abajo, con las espaldas extraordinariamente cubiertas por ese monstruo llamado Buffon. Ni siquiera echa en falta a Nesta: le basta con ‘Zambrotta multiusos’. En Francia se juntan Makelele y Vieira y adiós rival: se lo comen. Abidal, Sagnol y Gallas hacen el resto. En Argentina, el tridente de verdad son Ayala, Heinze, Mascherano. 
Mundial de defensas. Delanteros fracasados. Se imponen los tipos serios, duros, con los pies bien anclados. Se cayó la filigrana, el alarde vacío, la estética sin contenido. De los de arriba sólo han destacado Klose, Podolski y Ribéry. De los de abajo hay muchos más: Cannavaro, Ayala, Márquez, Osorio, Zambrotta, Heinze, Lahm, Sagnol, Abidal, Carvalho, Miguel, Salcido... Estuvieron lejos de su fama Puyol y Terry. Entrenadores desprestigiados
Parreira, Eriksson, Pékerman, Van Basten. Cuatro entrenadores desprestigiados. No por haber caído eliminados, circunstancia perfectamente asumible, sino por cómo lo plantearon y cómo lo gestionaron. Tuvieron en sus manos la mayor parte del talento mundial, pero en vez de sacarle provecho lo esquilmaron. Unos por tácticas absurdas, otros por temores exagerados, alguno por incompetencia manifiesta. Echaron el talento al basurero. El entrenador es importante en sus aciertos, pero resulta trascendental en sus errores. Estos cuatro han batido todos los récords. Dudas y certidumbres
Italia vive en medio del caos por la corrupción futbolística. Francia llegó con el carnet de jubilado en la boca. Alemania empezó el torneo tras una preparación catastrófica. Quienes tenían dudas e inseguridades lograron crecer, afianzarse, madurar y siguen a por el título. Brasil llegó envuelto en su aura marketiniana. La Inglaterra de Beckham iba a ser la bomba. Holanda reeditaría su brillante fútbol total. España jubilaría a Zidane... y el capitán francés va camino de ser la figura del torneo. Los que dudaban viven en la certeza. Los que se jactaban de sus seguridades verán las semifinales por televisión.
Fotos: Reuters - AFP - EFE.
