martes, mayo 09, 2006

Por qué Messi apenas tiene posibilidades de jugar en París

Música | Tears in Heaven
# Richard Stoltzman (by Eric Clapton)



París se dibuja ahí al fondo y Messi sueña en voz alta, pero el sentido común le tiene reservado un puesto en la grada de Saint Denis. Nada hace pensar que Rijkaard vaya a alinearle como titular, aunque cabe la posibilidad de que le sitúe en el banquillo, en parte como revulsivo anímico, quizás como amenaza hacia el Arsenal. ¿Por qué creo que Messi no jugará pese a sus deseos manifiestos?

Esencialmente, por la forma de actuar de Rijkaard en sus tres años como entrenador del Barça. Rijkaard es un entrenador sensato que administra y utiliza en cada ocasión los elementos más eficaces y seguros. No es un hombre que flirtee con el riesgo, pero sí con el arrojo. Sus pautas de comportamiento son coherentes y regulares; repetitivas podríamos decir. Por ejemplo, la reaparición de los jugadores lesionados siempre se realiza de modo gradual: de 20 a 30 minutos un día; entre 60 y 90 al siguiente partido. Vean como muestra la progresión que lleva Xavi. Así ha sucedido en todos los casos, que han sido muchos, salvo en uno: la reaparición de Márquez en Milan en la ida de las semifinales sin antes haber podido estrenarle en Liga frente al Villareal. ¿Puede esa excepción repetirse con Messi?

Lo dudo. Rijkaard ha llegado a la final de la Champions prácticamente sin Messi, que de los 540 minutos que ha necesitado el Barça para eliminar a Chelsea, Benfica y Milan sólo ha podido jugar 97. Fue decisivo en Stamford Bridge, pero a la final se ha llegado sin él. Por supuesto, a Rijkaard le gustaría contar con Messi por el gran talento que aporta, pero no le necesita imperiosamente. Giuly y Larsson aseguran velocidad y remate, alternativas, revulsivo y gol. Messi puede revolucionar el ritmo, pero también puede abandonar el equipo en el minuto diez con una nueva rotura. Ya sucedió hace algunas semanas: forzó descaradamente los plazos de recuperación y recayó. Rijkaard lo vivió como un drama personal, pero también como una lección a aprender, un error que no debía repetirse. Su enfado por este asunto ha sido notable.

Añadan otro factor y no precisamente menor: la pasión argentina por el Mundial. Messi recibirá todo tipo de presiones para cuidarse porque otra recaída sería el adiós definitivo a Alemania. Los jugadores de hoy ya no son propiedad exclusiva de los clubes, sino que la tienen compartida con las marcas deportivas que les patrocinan. Y en el caso de Messi, la presión al jugador y su familia resultará terrible. Y sumemos un último argumento: un jugador que sale de una lesión de dos meses puede estar recuperado de la misma, pero desde luego no puede estar en forma.

Por todas estas razones veo a Messi en la grada de Saint Denis. Preferiría equivocarme.




Vídeo: La exhibición de Messi en Stamford Bridge, allá por el 22 de febrero (gentileza de LionelMessi.org).

Entrenadores: Koeman ficha por el PSV, Ten Cate por el Ajax; Mourinho, entrenador del año en Inglaterra.


Fotos: La lesión de Messi el 7 de marzo (AP); y su abrazo con Rijkaard esa noche (AP); recuperándose con Edmilson.