Música | Lost In Space
# Aimée Mann
Luis Aragonés tiene una idea, lo que ya es un buen principio para la selección. La idea se llama 4-3-3 y puede provocar escepticismo o críticas, pero es un concepto claro y rotundo que es justo lo que le pedíamos al seleccionador. Habrá quien prefiera otros esquemas, pero de entrada es un concepto valiente y coherente con los jugadores convocados. Doy por seguro que otros esquemas (4-5-1; 4-4-2) serán empleados en determinados momentos como alternativas al estilo troncal que marcará el tono de España en el Mundial. Podremos discrepar sobre si los jugadores que emplee en cada instante sean los más adecuados, pero a estas alturas del pre-Mundial yo me apunto a felicitar a Luis por su decisión (si el sábado se confirma ante Rusia).
En cuanto a los jugadores a emplear, no sería demasiado puntilloso en este momento. El Mundial es una aventura larguísima en la que los equipos nacen, se desarrollan o caen. Las grandes expectativas se convierten en humo y, por el contrario, las escasas aspiraciones se incrementan a medida que los obstáculos son superados. Hay pequeños equipos que se agigantan y alcanzan hazañas impensadas y también grandes selecciones noqueadas de entrada. España ha pecado habitualmente de excesivas expectativas. Más que España, el entorno mediático. Este año, sin embargo, todo parece funcionar en un tono más pausado, menor, como si el fracaso estuviera garantizado. Quizás será mejor así, con ambiciones discretas y buenos peloteros en el campo. España es un país de centrocampistas y Luis parece haberse dado cuenta. España tiene un fútbol de jóvenes y ahí están, preparando el Mundial. Insisto en que es más importante la idea y el estilo que los hombres que empiecen a jugar los amistosos. Si Luis es hábil percibirá el olor de quienes están en buena forma y quienes no y ajustará la alineación a medida que pasen las jornadas.
¿Y qué pinta Raúl en esa selección? Raúl, el acabado, el veterano, el goleador sin gol. Pues yo creo que bastante. Es una certeza que Raúl no está en forma, aunque su estado físico sea espléndido pues la lesión le ha dado frescura física. No está en forma desde hace tiempo, como si el fútbol que le hizo genial le hubiese abandonado. Es probable que el día menos pensado reaparezca ese fútbol ahora desaparecido. Pero en cualquier caso, Raúl debe estar ahí porque es la argamasa de esta selección. Tiene experiencia, graduación y ascendencia sobre los jóvenes. Puede marcar las pautas en los comportamientos colectivos; indicar el camino a seguir en los buenos o los malos momentos. Ser un gran colaborador del seleccionador. Y puede también salir y jugar. Raúl jugará en algunos partidos. Algunos ratos de algunos partidos. Será en momentos especialmente difíciles o muy sencillos. Para colaborar en la remontada compleja o para intentar meter ese gol que rompa su mala racha individual. Raúl no está para ser titular, pero sí para echar una mano que puede resultar muy importante para la dinámica del grupo.
Fotos: AP - Reuters - EFE.