miércoles, octubre 25, 2006

El factor táctico: 'Back to Basics'


Tras el físico, el segundo problema estructural del Barça actual es el táctico. Mientras el primero ha sido amortizado oficialmente mediante planes específicos para algunos jugadores, el problema táctico ha sido públicamente reconocido por Frank Rijkaard en una inhabitual intervención en el mundo del fútbol por su sinceridad, precisión y espíritu autocrítico ante la que sólo cabe descubrirse. ‘Back to Basics’ ha dicho el entrenador.

Lo básico en el éxito del Barça no ha sido el talento individual, el toque rápido, la posesión de balón, el hambre de triunfos, la presión en todo el campo o la cohesión del grupo. Todas estas virtudes han sido imprescindibles, por supuesto, pero antes de todas ellas, como base de la pirámide, está el equilibrio. Y fue precisamente lo que más tardó Rijkaard en encontrar. Construir un equipo equilibrado le llevó cinco meses frustrantes hasta que fichó a Edgar Davids. Sólo desde la base del equilibrio en la alineación se construyeron los éxitos. Rijkaard es un entrenador empírico. Se apoya en la experiencia, sobre todo propia, para edificar sus proyectos. Gusta del método prueba-error para experimentar en vivo, pese a los riesgos y el desgaste que ello supone. Lo demostró a su llegada al Barça, cuando mareó a todos con cambios raros y propuestas sorprendentes hasta el punto que el club organizó una ‘Operación Paciencia Infinita’ con objeto de salvarle el cuello.

Aprovecho para hacer autocrítica también yo. En aquellas fechas (8 de diciembre de 2003) escribí lo siguiente sobre Rijkaard: “Hay que alabarle la modestia al reconocer los errores, así como la excelente lectura y corrección que hace de los partidos cuando ya están en marcha. Pero hay que criticarle la ausencia de una idea, de una propuesta, de un proyecto de juego. ¿A qué juega el Barça con Rijkaard? Nadie lo sabe, ni siquiera él mismo. ¿A qué pretende jugar el Barça? No hay respuesta, no hay propuesta. Únicamente Puyol y Ronaldinho están fuera de dudas. De los demás no se salva ni uno y esas son dudas que yo puedo tener de forma legítima, pero Rijkaard no. Rijkaard no puede dudar si Reiziger es lateral o no; si Cocu es central o medio; si jugamos con un mediocentro o con un rombo de cuatro; con extremos o sin ellos; con Kluivert de enganche o de punta... Son demasiadas dudas durante demasiado tiempo”.

Me equivoqué por impaciente. Un mes más tarde y tras innumerables pruebas y errores desesperantes, fichó a Davids, propuso el 4-3-3 y hasta hoy. Hace pocos días escribí aquí mismo que ya empezaba a ser hora de que Rijkaard presentara ‘el antídoto del antídoto’. Dicho y hecho. 3-1-3-3 en Stamford Bridge contra el Chelsea; 4-2-4 en el Bernabéu contra el Madrid. Propuestas desequilibradas, exageradas, quizás un poco complacientes con la galería o simplemente prueba y error. ¿Por qué tanto desequilibrio y riesgo? ¿Quizás por el conocimiento real de la baja situación física, la discreta prestación de sus estrellas y la necesidad de alternativas tácticas? O quizás por su búsqueda de la experiencia. Ahora ya sabe que puede jugar con una defensa de tres, pero sólo si quedan pocos minutos y es a vida o muerte. Sabe que puede alinear a los ‘tres pequeños’, pero nunca de entrada. Ha confirmado que no puede prescindir del medio defensivo, por espeso que esté Edmilson. Ha comprobado, en fin, que debe regresar a lo básico. Y lo ha proclamado bien alto.

Demos por buenos los experimentos con gaseosa si van a servir para crecer. Pero hay que crecer porque no sólo de físico vive un equipo. Sino también y mucho de táctica. De la macro, esa del 4-3-3 con las líneas juntas, presión arriba, cinco hombres siempre por detrás del balón, juego al primer toque y que el balón fluya. Y de la micro, esa de aprovechar alguna vez un saque de esquina, variar el nombre del lanzador de todas las faltas y los córners, colocar un ‘barrendero’ para cortar los contragolpes rivales o volver a la acción de los 5 segundos de presión feroz cuando el rival pierde el balón... En resumen, volver a los básicos.

Fotos: AFP - EFE - Getty.