jueves, noviembre 30, 2006
Iván Campo, el cangrejo que caminó hacia delante
En una sociedad que vive pendiente de la imagen externa, Iván Campo fue crucificado en cuanto apareció por el túnel de un vestuario. Era feo. Y nuestra sociedad rechaza a los feos, por más valores que aporten. Iván Campo era un futbolista que mostraba determinados valores como jugador. No era un fenómeno en ninguna faceta, pero sí un correcto defensa central, con virtudes y defectos, no muy hábil, pero tampoco torpe; con buen salto, cierta lentitud y espíritu calmado. Nada fuera de lo común, pero suficiente para alcanzar el primer nivel español. Pero era feo. O, simplemente, alejado de los cánones aplaudidos por la sociedad.
Así que las aficiones españolas, bastante dadas a la crueldad ajena (y también a la propia), la tomaron con este donostiarra al que ningún acierto se le reconocía, sólo errores de bulto. Y como ocurre a menudo, no sólo hubo mofa y burla, sino obcecación, maldad, desprecio y saña. Que ganara dos Champions, una Intercontinental y una Liga no le salvaron de la depresión. En octubre de 2001, tras varias semanas sufriendo insomnio y ansiedad, a Iván Campo se le presentó una crisis nerviosa poco antes de jugar contra el Athletic. Campo se sometió a tratamiento psicológico y Del Bosque le preparó un entrenamiento personal para ayudarle, pero todo fue en vano. “No me dijeron ni adiós”, recordó el jugador año y medio más tarde, al rememorar su salida del Madrid.
En Inglaterra ha sido el cangrejo que caminó hacia delante. Contra natura, el defensa central se convirtió en mediocentro de la mano de Sam Allardyce. Y ha seguido creciendo, animoso, sereno, cada vez con mejor salida de balón, protagonista ya de fantásticos pases largos, líder absoluto del Bolton, tercer clasificado en la Premier, Iván Campo incluso ya es el máximo goleador de su equipo, cuatro tantos en tres meses, prácticamente los mismos que en siete años en la Liga española. ¿Depresión? Sí, pero para los rivales, que se ven abducidos por el posicionamiento de Campo en el eje, siempre presente a un lado y otro del estadio, sacando de banda como si fueran córners, ejerciendo de lateral si hace falta (como el sábado), ordenando a sus hombres, mandándoles hacia delante, como si una extraña fuerza interior le ordenara irse cada vez más adelante.
A los quince minutos del enfrentamiento de anoche contra el Chelsea, Iván Campo le lanzó un caño espléndido con la pierna izquierda a Michael Ballack. Fue un breve lujo técnico del que el jugador español ni se vanaglorió. Siguió a la suyo, mandando, cortando, barriendo, empujando a sus compañeros en una batalla imposible contra la máquina azul. El Bolton acabó perdiendo (0-1) en uno de tantos saques de esquina criminales, rematado por Ballack, esa especialidad maligna del equipo de Mourinho. Campo cometió errores, por supuesto. ¿Qué mediocentro no los comete ante Lampard, Essien, Makelele y Ballack? Pero dio otra lección de tono, serenidad y presencia.
Resulta emotivo asistir a la recuperación prodigiosa de este hombre que ha regresado del infierno interior, que ha vencido a todos sus demonios. Podrán argumentar que sigue siendo feo y que es un jugador muy normalito, mediano, nada del otro mundo, alejado de las grandes figuras mediáticas, apenas el motor de un equipo medio de la liga inglesa. Es verdad. No puedo replicar estos argumentos. Iván Campo nunca será una estrella, un crack, un hermoso efebo galáctico, ni siquiera un jugador de relevancia internacional. Pero ha regresado del infierno, caminando hacia delante al contrario que el cangrejo. Y para mí, eso es conmovedor.
Referencias
- Ni un triste adiós
- Su depresión
- El motor del Bolton
- Un líder
- "La depresión siempre puede volver"
Fotos: EFE -Getty - Action.
miércoles, noviembre 29, 2006
Aquí está la 'caja negra' de la epidemia de ligamentos cruzados
Como dijo el doctor Genaro Borrás hace pocos días, hay que abrir ‘la caja negra’ para conocer las causas de la ‘epidemia de ligamentos cruzados’, 16 hasta el momento en la Liga española. La ‘caja negra’ no incluye para nada el factor ‘mala suerte’ que tanto utilizan algunos medios de comunicación, ni tampoco la blandura de los terrenos de juego, el tamaño y forma de los tacos de la botas, leyendas sobre máquinas de vibroterapia y muy poco la agresividad en el juego. Como define el doctor Ramón Cugat en una extensa conversación que hemos mantenido, “estamos ante un problema multifactorial producido por varias causas que se relacionan entre sí”. Citemos esas causas:
- 1.- Trabajo físico muy liviano en pretemporada
- 2.- Lesiones mal curadas y recuperaciones precipitadas
- 3.- Estrés competitivo y fatiga por sobrecarga de partidos y viajes
- 4.- Sobreentrenamiento por moda y cambios de entrenadores
- 5.- Desequilibrio muscular entre cuadriceps e isquiotibiales
Antes del análisis detallado de este ‘problema multifactorial’, descartemos las causas que no influyen decisivamente en la plaga. Lo hace el doctor Cugat, el ‘gurú de las rodillas’, miles de operaciones a sus espaldas: “El terreno de juego (sea hierba joven o vieja, natural o artificial, campo de tierra, duro o regado) y los tacos de las botas (multitacos, redondos, rectangulares, irregulares) son factores muy, muy secundarios, sin relevancia estadística alguna”. Si a alguien le queda alguna duda, hablo con Jesús Santos, fisioterapeuta del Real Madrid: “Raúl López se rompió los cruzados en un parquet de baloncesto. No hay terreno más duro que ese. Por tanto, no acusemos a la blandura del césped, ni a que esté mojado, ni a que la hierba haya enraizado poco porque ya vemos que los cruzados también se rompen sobre superficie dura. Y digamos otra cosa: ¿no están mucho más blandos y húmedos los campos de Inglaterra y Alemania?". Añadamos un dato: sólo el 25% de los cruzados rotos se producen por entradas violentas o golpes. El 75% lo sufren los jugadores de forma indirecta, prácticamente solos.
Vayamos, pues, a las verdaderas causas:
1.- Trabajo físico muy liviano en pretemporada
Hace años, todos los equipos españoles realizaban una potente preparación física de base entre julio y agosto. Les servía de plataforma sobre la que construir el edificio de toda la temporada. Pero eso se acabó. Las giras mataron esa preparación y hoy no hay cimientos sobre los que edificar. Lo reconoce el recuperador físico de un club de Madrid, que solicita el anonimato: “Las giras son altamente perjudiciales, generadoras de cansancio, fatiga, mal entrenamiento y agotamiento de las reservas. De una gira como las de los últimos años se sale muy tocado: por lo que se hace y por el trabajo que se deja de hacer”.
Doctor Cugat: “Existe un consenso establecido sobre la necesidad de realizar una buena preparación de base en la pretemporada, a partir de la cual se puede crecer. El doctor Giuliano Cerulli (director de traumatología de Perugia) y el doctor Hans H. Paessler (especialista de la Atospraxis Klinik de Heidelberg) tienen científicamente documentado que la realización de ejercicios preventivos de propiocepción a lo largo de la pretemporada previene entre un 70% y un 80% de las lesiones de cruzados. De ahí la absoluta trascendencia de una buena pretemporada, aunque eso signifique una merma en los ingresos de un club”.
2.- Lesiones mal curadas y recuperaciones precipitadas
Villa y Cannavaro protagonizaron el domingo un episodio esperpéntico, pero habitual: salir lesionados a jugar. Y recaer. Era una historia anunciada, pero a nadie pareció importarle. De nuevo, habla el recuperador físico, que presencia en primera persona estos episodios: “Las lesiones mal curadas abundan en el fútbol actual. Los jugadores quieren estar siempre en la cresta de la ola. Los entrenadores no se pueden permitir prescindir de sus mejores hombres. Y es un círculo vicioso, donde el jugador dice que está recuperado y el entrenador hace ver que le cree. Si no sucede nada, mejor para todos. Si se recae, mala suerte”. Difícil decirlo más claro.
El doctor Cugat lo explica con otras palabras: “Una rodilla sin menisco es propensa a nuevas lesiones (él fue quien propuso no extirpar el menisco a Eto’o). Y un viejo esguince del ligamento lateral interno habrá dejado una laxitud ligamentosa que provocará un movimiento valgo, laxo y en rotación de consecuencias funestas”. Lesiones mal curadas, preludio de lesiones más graves.
3.- Estrés competitivo y fatiga por sobrecarga de partidos y viajes
Para el doctor Cugat, esta es la causa más poderosa de la plaga que estamos viendo. Pero antes de detallar el porqué, nos explica cómo se rompe el ligamento cruzado anterior: “En la rotura del cruzado se produce, por lo general, una flexión de la cadera acompañada de un movimiento valgo (hacia fuera) y rotación de la rodilla. La vía sensitiva avisa al córtex cerebral que algo está fallando y el córtex, a su vez, envía una orden de corrección a los músculos isquiotibiales, que son los agonistas del cruzado anterior. Pero en esa sucesión de movimientos (flexión-valgo-torsión), los isquiotibiales pierden tonificación y llegan tarde, sin poder evitar la rotura”.
¿Por qué llegan tarde? Por fatiga y estrés, en primer lugar: “La sobrecarga de partidos y de viajes tiene efectos graves: cambios en la alimentación y en el sueño. Este cansancio y estrés comporta que las órdenes de reacción del Sistema Nervioso Central estén disminuidas. El aumento de cansancio provoca reacciones tardías, que a su vez tienen resultados trágicos”. Y todo empuja hacia un incremento de la fatiga: “La competitividad es extrema. Resulta esencial no perder la titularidad en un equipo porque al jugador le va mucho dinero en ello. Y eso es un inmenso generador de estrés psicológico”.
4.- Sobreentrenamiento por moda y cambios de entrenadores
Jesús Santos nos apunta desde Valdebebas: “Uno de los grandes males del fútbol actual es el sobreentrenamiento. Vivimos una ley del péndulo y ahora se trata de ver quién trabaja más”. El recuperador físico nos amplía esta circunstancia: “Cada vez que un equipo cambia de entrenador, el fenómeno del sobreentrenamiento se agrava porque llega con mano dura, disciplina y ganas de demostrar que con él no ocurre como con el anterior. Se entra en una dinámica perversa para demostrar que con el nuevo sí se entrena y con el viejo, no. Y se trabaja sin mesura. Eso no ocurre en Italia o Inglaterra, donde la cultura del entrenamiento está mucho más arraigada y viene de lejos. Allí no tienen nada que demostrar. Trabajan desde siempre y lo hacen mucho mejor porque son más equilibrados”.
El doctor Cugat asiente: “La ‘ley del péndulo’ se aplica al entrenamiento futbolístico. Cada entrenador nuevo quiere superar al anterior. Nuevos métodos, mayor intensidad. O poco entrenamiento o excesivo”. Sobreentrenamiento, o dicho de otro modo, errores en la preparación, como señala el recuperador físico: “En el fútbol trabajamos la propiocepción, pero no todos los equipos de forma adecuada. Por lo general, los equipos lo hacen antes de entrenar, cuando están descansados. El trabajo del sistema propioceptivo es interesante como prevención de lesiones, pero debe hacerse en condiciones parecidas a la realidad, es decir, con los músculos fatigados. La mayoría de futbolistas lo hacen al empezar el entrenamiento y deberían hacerlo al terminar, porque es entonces cuando un músculo cansado es incapaz de cumplir su función y lo manda todo al carajo”.
5.- Desequilibrio muscular entre cuadriceps e isquiotibiales
Jesús Santos señala con rotundidad la descompensación muscular: “Hay varias causas, pero la principal es el desequilibrio entre los músculos cuadriceps y los isquiotibiales. La proporción correcta de fuerza entre cuadriceps e isquios es de 100 a 70. Es decir, los isquiotibiales deben tener aproximadamente un 70% de la fuerza que posean los cuadriceps de un deportista. Si tienen menos fuerza, ese desequilibrio muscular impide sujetar la rodilla en momentos de máxima tensión, de apoyo en falso o de torsión excesiva. Los isquiotibiales son esenciales para extender la cadera y flexionar la rodilla, pero los futbolistas apenas los trabajan”. Los isquiotibiales llegan tarde, en frase del doctor Cugat.
¿Por qué los futbolistas trabajan poco esos músculos decisivos? Responde el recuperador: “Por el falso mito de que si los musculan mucho se rompen. Pero está comprobado en cualquier otro deporte que no es así. Si acaso, que hay que muscularlos adecuadamente, sin grandes cargas de kilos ni volumen, trabajándolos en sus dos vertientes: concéntrica y excéntricamente. Los isquios son músculos largos y relativamente débiles, pero que soportan toda la tensión de rodilla y cadera y resultan fundamentales en carrera. Son los llamados ‘músculos del velocista’. En el fútbol se ha instalado la leyenda de que el jugador que trabaja los isquios sufre contracturas y existe pánico a muscularlos. En cambio, se trabaja muchísimo los cuádriceps, esenciales en el golpeo del balón, lo que incrementa el desequilibrio hasta proporciones exageradas, con menos de un 60% de fuerza en los isquiotibiales respecto de los cuadriceps”.
Isquiotibiales = cinturón de seguridad
Jesús Santos dibuja para concluir una metáfora reveladora: “Con ese desequilibrio, cualquier movimiento de riesgo de la rodilla no tiene cinturón de seguridad muscular y resulta inevitable la rotura. Un buen equilibrio muscular es como ponerse el cinturón en el coche. No evita los accidentes, pero limita las consecuencias”.
La próxima vez que haya una lesión de cruzados no aceptéis que os hablen de mala suerte, tacos cuadrados, hierba mojada o máquinas vibradoras. Explicad que la ‘epidemia de cruzados’ tiene un origen multifactorial, de varias causas estrechamente relacionadas entre sí: el estrés competitivo; la fatiga por sobrecarga de partidos y viajes; el sobreentrenamiento; una escasa preparación física de base en la pretemporada; la descompensación muscular; y las lesiones mal curadas.
Referencias
- Epidemia de cruzados
- El ‘gurú de las rodillas’
- Las roturas de Raúl López
- Dr. Giuliano Cerrulli
- Dr. Hans H. Paessler
- La propiocepción
- Los isquiotibiales
Fotos: AP - El Mundo Deportivo - Sport - EFE - El Correo - FC Barcelona - AFP.
martes, noviembre 28, 2006
Olympique, Inter y Barça, los mejores de Europa (con permiso de PSV)
Primer tercio de temporada. Werder Bremen, equipo máximo goleador de Europa contabilizando Liga y Champions (43 tantos), levemente por delante de Olympique de Lyon (42) y Barça (41), con cierta ventaja sobre Manchester United (37) y algo más respecto de Roma (35, aunque once de ellos sólo en la última semana), y Madrid (34). Equipo menos goleado del fútbol europeo: Manchester United (11), muy igualado con Chelsea (12) y OL (12), cerca Barça, Madrid y Roma, los tres con 14 tantos encajados, bastantes menos que Valencia (17), Inter (18), Bayern (19) y Werder Bremen (21), sorprendente en su extremismo, máximo goleador, máximo goleado. Por supuesto, la estadística sólo contempla a los denominados ‘equipos grandes’ del fútbol europeo que juegan Champions y pelean por su Liga con reales posibilidades. De ahí la ausencia de Milan, Sevilla, Liverpool o Arsenal, por citar algunas, así como otros excelentes equipos de ligas menos poderosas (Portugal u Holanda).
La estadística, además, presenta la lógica irregularidad del número de partidos disputados (17 los equipos españoles, 20 el Olympique), del distinto nivel de los rivales nacionales y de la desigual composición de los grupos de Champions. Pero arroja aspectos relevantes tras haberse disputado prácticamente un tercio de la temporada 2006-2007:
Sólo una derrota del Olympique (frente al Rennes) tras veinte encuentros, quince locales y cinco europeos, con un balance de goles (42 contra 12) espectacular.
Dos derrotas para Inter y Barça, pero con orígenes distintos. El Inter marcha imbatido en el calcio, pero ha caído dos veces en Champions (Sporting en Lisboa y Bayern en Milán) y un balance goleador estrepitoso: apenas 31 goles a favor (crisis de Adriano) y 18 encajados, excesivos para el fútbol italiano. El Barça reparte sus dos derrotas entre Liga (Madrid) y Champions (Chelsea) frente a dos grandes. Excelente balance de goles: 41 contra 14, promedio goleador de 2,4 por partido, el mejor de todos los equipos, diez encuentros con tres o más tantos.
Tres derrotas suman Manchester, Chelsea y Madrid. Los ‘red devils’ han caído doblemente en Champions (Copenhague y Celtic) y singularmente en Premier (Arsenal) y muestran una solidez defensiva crucial: 11 goles en 19 partidos, gran promedio (0,58). Similar balance presenta Mourinho, con 12 tantos encajados, pero sólo 32 marcados, lo que recuerda la ‘Drogbadependencia’ del equipo y la escasez goleadora de Shevchenko, Ballack y Lampard. Middlesbrough, Tottenham y Werder Bremen han sido sus verdugos. Y Olympique, Getafe y Celta los de Capello, pocos goles encajados (14), bastantes conseguidos (34), dos exactos por partido como promedio aunque irregularmente repartidos: cinco encuentros con goleada (tres o más), pero tres sin batir la meta rival.
Desequilibrio extremo en el Werder Bremen: 43 goles a favor, el más prolífico entre los ‘grandes’, 21 en contra, el peor balance de todos. Por si alguien dudaba de la eficacia de Klose y Hunt en ataque y de la debilidad de Naldo y Wome en defensa, aquí están los datos. Pobre defensa también la del Bayern (19 tantos encajados) y muy escasa puntería (32) aunque cuente con Pizarro. Del Valencia herido poco queda por decir: pese a Villa y Morientes, apenas 27 goles en total contra 17 encajados. Equipo roto también en las estadísticas.
Entre los equipos no computados en esta estadística, pésimo balance del Milan (12 goles a favor y 12 en contra, cinco derrotas); excelente fortaleza del Sevilla (27-11, apenas dos derrotas, pero sobre 14 partidos); mal resultado del Liverpool (cinco derrotas, 24 goles favorables, 17 contrarios); enorme falta de gol también en el Arsenal, como vemos semanalmente (28), pero buena seguridad defensiva (13) para cuatro derrotas; magnífica trayectoria del Oporto (33-11, 12 triunfos, dos derrotas). Y para concluir, extraordinarios números del PSV de Koeman: sólo dos derrotas (Twente y Liverpool), 45 goles a favor en 19 partidos (2,36), apenas 9 encajados (0,47). Un balance fabuloso si no fuese porque la competitividad de la Liga holandesa está lejos de la española, inglesa, alemana o italiana. Aunque reconozco que esta es una impresión muy personal.
Fotos: AFP - Chelsea.com - Bundesliga.
lunes, noviembre 27, 2006
Poulsen como símbolo
Milan y Villarreal se pelearon a finales de la primavera por fichar al mediocentro del Schalke 04, ese rubio danés que barría y movía al cuarto clasificado de la Bundesliga, semifinalista de la UEFA, gallito en diciembre durante la fase de grupos de la Champions hasta el punto de tener contra las cuerdas al propio Milan, salvado in extremis por la campana. Monchi se adelantó a todos y Christian Poulsen, 26 años, 10 millones de euros como cláusula de rescisión, mejor jugador danés del año 2006, fichó por el Sevilla tras completar sus cuatro años de contrato con el Schalke.
Monchi había observado a Poulsen durante la temporada, pero el azar quiso que el equipo alemán se enfrentara al Sevilla en las semifinales de la UEFA y ahí, Poulsen fue un muro. Exhibición callada en ambos partidos, 210 minutos silenciosos pero magistrales. Poulsen manda en el centro del campo, pero más por posicionamiento que por físico (1,82 m.), por intuición del movimiento a cortar más que por una velocidad endiablada. Martí, Maresca, Adriano, Puerta, incluso Renato, todo el centro del campo sevillista se multiplicó en aquella semifinal, pero siempre tuvo enfrente a Poulsen, gigante en un mar de molinos. Del partido de vuelta en el Sánchez Pizjuán quedó la imagen del golazo de Antonio Puerta, pero en mi archivo guardé una instantánea de Poulsen, por si las moscas, imagen que ahora rescato.
Monchi, que es un águila, lo vio antes y mejor que cualquier de nosotros y le cazó pese al precontrato que unía al jugador con el Villarreal, a su vez vencedor de la pugna con el Milan, al que tan bien le iría en estos momentos un hombre de su perfil. Hoy, Poulsen es el símbolo del equilibrio del Sevilla, un equipo que no para de crecer orgánicamente y al que Juande le ha insuflado un espíritu ofensivo que complementa el carácter defensivo que le inculcó Caparrós. Poulsen es el mediocentro sobre el que pivotan los dos rostros del Sevilla: atacar y defender, en una nueva versión del fútbol total. Equipo todavía irregular por esas lagunas que de vez en cuando le sobrevienen, como ante el Athletic durante la media hora final. Pero equipo en progresión geométrica, tan seguro de sí mismo que ya empieza a ganar incluso en los peores días. Siempre sostenido en el eje por este jugador discreto y silencioso, un portento de colocación, anticipado a cualquier movimiento del rival.
Fotos: EFE - Getty.
domingo, noviembre 26, 2006
Un pulso de hierro
Ni siquiera la defensa más seria y menos goleada de toda Europa, la del Manchester United, ha sido capaz de evitar el gol a balón parado del Chelsea, acción en la que el equipo de Mourinho es un maestro cinturón negro. Se han enfrentado dos gigantes con un juego muy diferente, pero con personalidades aplastantes, protagonistas de un duelo fenomenal. Empate a uno (Saha y Carvalho), la Premier convertida en un mano a mano, el Manchester en sus mejores horas, el Chelsea con esa pegada descomunal y sus problemas de siempre en el entrejuego.
Durante una hora, un zurdazo con rosca de Saha ponía al Manchester con seis largos de ventaja sobre los campeones. Y, sobre todo, con una ventaja moral: la del concepto futbolístico. El Manchester volvió hace ya bastantes semanas por una razón bien explicable: Carrick y Scholes, por fin el United vuelve a tener centro del campo. Barrenderos y constructores ambos, motores de los diablos rojos, sobre ellos se está construyendo otro equipo imparable, con un Cristiano Ronaldo que anda corrigiendo viejos errores, un Rooney más participativo que nunca, un Saha fiero y ese Giggs eterno. Tremendo Manchester en casa. Y endemoniado Chelsea, capaz de no jugar a nada pero acogotar al rival con esa fuerza inmensa, Drogba de primer defensa, Carvalho omnipresente, Essien lateral invencible.
Totti, a hombros
Como Ronaldinho en el Bernabéu. Así ha salido Franché Totti de Marassi, estadio de la Sampdoria, donde su Roma ha vencido 2-4 al cuadro genovés. Totti ha hecho diabluras, que parece reservar para el calcio y escamotearlas en Europa. Una visión de juego prodigiosa, un toque sutil, globos de fantasía, vaselinas prodigiosas y una volea imposible con la zurda directa a gol han tumbado a la Samp y vencido a su público, que puesto en pie ha ovacionado al artista romano. Once goles en los dos últimos partidos ligueros, este equipo de Totti es un bicho raro en la Serie A.
Fotos: Getty - Reuters.
Un detalle a corregir en el día de los remates mágicos
¿Qué se puede criticar de un equipo que en siete días gana tres partidos marcando 10 goles y encajando sólo uno, tras recorrer 7.000 kilómetros en avión, perder a dos jugadores por lesión y entrenarse apenas dos veces? Pequeñas cosas, algunos detalles técnicos y poco más. El Barça está mejorando, acercándose al estado de forma óptimo. Aún no está en plena forma, ni física ni tácticamente, pues aún presenta lagunas que va corrigiendo con los partidos. Los errores generales cometidos en los primeros meses de la temporada exigían un ajuste que ya se dio hace bastantes semanas, sea desde el punto de vista del entrenamiento, de las alternativas tácticas o de la actitud anímica. El resultado de ese ajuste se refleja ahora en un estado físico de los jugadores que se va acercando al idóneo, tanto en velocidad puntual como en capacidad de resistencia. Se va acercando, pero aún no es el óptimo, lo que en realidad es una buena noticia si consideramos que los partidos más importantes todavía están por llegar.
Dentro de ese círculo de capacidades necesarias (físico-táctico-anímico), la actitud individual y colectiva de los jugadores también ha mejorado a partir de esa nueva plataforma física sobre la que se apoyan. De ahí que veamos a un equipo más capaz de mantener la concentración durante largos períodos de los partidos. O la agresividad en la presión sin balón. O el esfuerzo en la defensa. Y también, un colectivo al que los contratiempos, lesiones y críticas ha unido con mayor cohesión. Desde un mejor físico resulta posible adoptar una mejor actitud mental.
Cerrando el círculo, Rijkaard regresó a los fundamentos tácticos más básicos, pero al mismo tiempo ha introducido alternativas sugerentes en momentos cómodos. Así que ya no hay dudas sobre la defensa titular o el papel del mediocentro defensivo, pero también hemos observado el regreso en momentos puntuales al 4-4-2 con Iniesta en el extremo diestro para ganar control; o el ensayo de Oleguer y Zambrotta en los laterales como preparación del 5-D ante el Werder Bremen; o el falso viaje de Ronaldinho a la media punta para desballestar defensas atrancadas.
¿Qué se puede criticar de un equipo que corrige el rumbo, que crece en todos los aspectos, que posee una gran eficacia rematadora, pese a sus delanteros lesionados, y que en ocasiones parece jugar un fútbol de dibujos animados? Pocas cosas, ya que la mayoría de errores han sido solventados entre Rijkaard y los jugadores. Pero sigue existiendo un problema táctico de importancia: el mediocentro defensivo tiende a clavarse entre sus centrales. Resulta lógico, pues ahí se encuentra más cómodo que a campo abierto y siente que colabora con eficacia en defensa, lo que es rigurosamente cierto. Pero eso provoca que el centro del campo rival tenga una autopista para llegar al área del Barça. Cuando Márquez ocupaba esa posición lo hacía unos metros más adelantado que Motta o Edmilson. Esa ubicación es más arriesgada en caso de ser burlado, pero resulta más eficiente para frenar de raíz los intentos del contrario.
Ahora mismo, Gudjohnsen y Giuly presionan fuertemente las defensas, al estilo de Eto’o y Messi. Pero el mediocentro tiene la tendencia de echarse hacia atrás en protección defensiva, en vez de avanzar unos metros para cortar la elaboración del contrario. El resultado es que ese contrario se planta con excesiva facilidad en la línea frontal del área del Barça, lo que provoca cierta sensación de inestabilidad defensiva. Pero lo que está mal no es la defensa, sino permitir que la defensa sea atacada con facilidad. Es cierto que este hecho también provoca una mayor capacidad para salir al contragolpe, donde Deco y Ronaldinho son maestros, pero en partidos contra equipos grandes convendría corregir este aspecto y limitar riesgos.
Fotos: AFP - EFE - Reuters - Marca.com.
sábado, noviembre 25, 2006
Gerrard, en su sitio
A Rafa Benítez se le critica que desaprovecha el talento de Steven Gerrard con su extraña ubicación escorada a la banda derecha. Una vez más hemos comprobado que esa crítica era acertada. Ha bastado la lesión de Sissoko hace unas semanas y la de Xabi Alonso del miércoles para que Benítez haya tenido que devolver a Gerrard a su hábitat natural (en el doble pivote con libertad de movimiento) y el capitán del Liverpool ha sido decisivo en los dos últimos encuentros. Abrió la lata el miércoles en el 2-0 al PSV y ha repetido hoy contra un fornido Manchester City, logrando su primer tanto en la Premier tras 14 partidos. Goles parecidos en minutos similares (67’ y 65’), balón recuperado en la frontal del área, disparo seco, raso y duro. Imparables.
“Es mi posición favorita. Donde me gusta jugar. Pero donde me ponga el entrenador trabajaré al máximo”, ha dicho Gerrard. Benítez no debería marear más esta perdiz. Póngale en el centro del campo y dele libertad. El Liverpool ganará mucho gol.
Klose y Hunt, como siempre
Doblete de Klose, puntilla de Aaron Hunt. El Werder Bremen ha retornado al rumbo victorioso (3-0 al Arminia Bielefeld) tras un empate y una derrota consecutivos en la Bundesliga. El equipo de Thomas Schaaf tomó aire frente al Chelsea y vuelve a dispararse en la liga germana pese al impecable recorrido del líder Schalke y la fuerte pegada de un pésimo Bayern que no juega, pero tampoco tira la toalla agarrado a la puntería de Makaay y Pizarro. El Werder posee dos cañoneros de primera fila y apunta seriamente al Camp Nou.
Anelka se come al Arsenal
El Liverpool marcha a 13 puntos del Manchester y parece fuera de toda opción de la Premier. Pero el Arsenal no está mucho mejor. Ha caído en campo del Bolton (3-1) y queda a doce puntos del líder a la espera del enorme Manchester-Chelsea de mañana. Wenger está espero y nervioso. La apuesta en el centro del campo por Flamini (excelente lateral izquierdo de emergencia el año pasado) ha sido un fiasco. Sin Henry ni Van Persie, el Arsenal nunca ha podido contra el Bolton de los hombres de hierro. Iván Campo, suplente de entrada, ha salido como mediocentro y jugado todo el segundo tiempo como lateral diestro. En cualquier posición lo borda, defensa completo, jugador totalmente distinto del que conocimos aquí: polivalente, feliz, sereno, equilibrado, fuerte, carismático. El partido lo ha desequilibrado otro futbolista que regresa de los infiernos: Nicolas Anelka, tres remates, dos goles, uno de ellos fabuloso. Quizás aquí se les jubiló (como a tantos otros) demasiado pronto.
Medio coja por las lesiones, la Juve ya es segunda en la Serie B a un solo punto del líder Napoli. Deschamps ha sacado a cuatro chavales debutantes y el búlgaro Bojinov, con su doblete, ha hecho olvidar la ausencia del lesionado Trezeguet. Diez victorias, tres empates, ninguna derrota, la Juve ha tomado el ascensor.
Fotos: AFP - Bundesliga - Empics - Infophoto.
viernes, noviembre 24, 2006
Juguetes rotos
A dos partidos de la máxima exigencia por semana, más desplazamientos y otros compromisos, no hay posibilidad física de que una plantilla resista sin quebrarse. Esa es la causa principal de tanta lesión como abunda: un centenar sólo en España en lo que llevamos de temporada. Aquí, las plantillas aún están diseñadas (salvo alguna rara excepción) bajo conceptos obsoletos: trabajo físico muy liviano en pretemporada; planificación sobre un número mínimo de partidos (40) en vez de máximos (60); número reducido de jugadores para evitar conflictos internos; falta de pedagogia sobre la necesidad de prevenir y recuperarse...
¿Hay alguna explicación de porqué un equipo español capaz de clasificarse un año para la Champions apenas puede mantenerse la temporada siguiente en Primera cuando simultanea competición europea? Sí: simplemente no posee una plantilla capaz de asumir esfuerzos repetitivos cada miércoles y domingo. Celta, Betis, Real Sociedad, Osasuna o Espanyol (gran goleador anoche en UEFA) pueden atestiguarlo.
Un ejemplo: Cannavaro sufre el sábado una lesión leve en los isquiotibiales. Pero vuelve a jugar el martes. Lógicamente, recae y agudiza el problema. Pero ahí está, dispuesto a saltar a Mestalla el domingo a costa de un posible rotura. Otro: Villa se retira el sábado faltando veinte minutos, con molestias serias en un pie. Pero el miércoles repite ante el Olympiacos y padece una microrotura fibrilar, que necesitaría dos o tres semanas de recuperación. Pero jugador y entrenador, agobiados por la crisis valencianista, harán lo posible por alinearle el domingo contra toda sensatez (aunque probablemente, la propia molestia le impedirá hacerlo) y con el médico del club mirando hacia otro lado.
Y esto viene ocurriendo en la mayoría de los equipos desde hace años. Resulta fisiológicamente imposible que los jugadores del Barça que se enfrentaron el miércoles al Levski y llegaron de madrugada a Barcelona el jueves estén el sábado en plenas condiciones para competir. Y más si consideramos que los mismos venían de jugar el domingo por la noche en Mallorca. Y que acumulan ya a estas alturas de noviembre una treintena de partidos contando los de selección. Digo el Barça, pero eso es válido para todos los clubes de alto nivel: el Olympique de Lyon tiene a cuatro de sus seis delanteros lesionados; el Milan, a diez jugadores en la enfermería; el Valencia, a nueve; el Liverpool, media docena. Ayer mismo contabilizamos tres roturas fibrilares en equipos españoles de Primera.
Añadamos los golpes, magulladuras, pisotones, roturas y sobrecargas que sufrieron una multitud de futbolistas entre martes y miércoles (Drogba, Márquez, Guti, Xabi Alonso, Dida...) y comprenderemos que es inviable mantener un buen rendimiento y, sobre todo, que existe una altísima exposición al riesgo de lesiones. Me refiero a lesiones musculares, no a la ‘epidemia de cruzados’ en la que me centraré extensamente la próxima semana. Pero se aplaude que jugador, médico, fisio y entrenador aceleren irracionalmente la recuperación de una lesión, cuando entre todos ellos están cometiendo un severo error que le costará caro al club, en el convencimiento general que cualquier lesión se puede curar en diez minutos, como si al cuerpo del futbolista le bastará con hacer un 'reset' y reiniciarse.
El fútbol actual está encerrado en un círculo endemoniado en el que los jugadores se han convertido en simples piezas de un negocio descomunal. Y dado que el negocio no se detendrá (el espectáculo debe continuar, ya sabéis), sólo existe una política sostenible para aquellos clubes que quieran perdurar en el éxito: ampliar las plantillas, establecer un plan general de rotaciones, preservar a los jugadores del fuego. O eso o ver cómo se convierten todos ellos en juguetes rotos quemados en la gran pira del dinero fácil.
Referencias
- Dida, tres meses por la rodilla
- Un montón de bajas
- Villa está roto, pero quiere jugar
- El médico del Valencia no se lo prohíbe
- Ronaldo vuelve a precipitarse
Fotos: MilanAC.com - AFP - EFE - RealMadrid.com - AP.
jueves, noviembre 23, 2006
El partido gris de la temporada
Quiero pensar que la grisura del Barça ha obedecido a la presión psicológica. A que durante 65 minutos ha caminado sobre el abismo, pese al balsámico gol de Giuly, porque el Werder ha copiado frente al Chelsea el partido que hizo contra el Barça en Bremen el 27 de septiembre, un partido serio, fuerte, de tallos altos y pocos goles. El gigantón Mertesacker le ha ganado en un córner la posición a Drogba, pecado mortal táctico en el Chelsea, y ha cerrado el marcador, que no el encuentro porque hemos visto a Mourinho ir a por todas pese a la preocupante lesión del propio Drogba.
Quien aseguraba que el técnico portugués ‘tiraría’ la partida se ha equivocado: han buscado el empate con el mismo ímpetu que el Barça en el mismo estadio, pero sin el acierto de aquel tanto milagroso de Messi. Shevchenko, Joe Cole y Essien han tenido el empate en tres disparos, pero el Werder no ha cedido ni un palmo. No sólo eso: a falta de un cuarto de hora y cuando el Chelsea apretaba de lo lindo, Thomas Schaaf ha realizado un cambio de los suyos, sacando al medio Jensen por el delantero Hunt, paradigma de aquella filosofía que abandera que la mejor defensa es un nutrido ataque. Así que nadie espere un Werder empequeñecido voluntariamente en el Camp Nou. Este Schaaf no se arruga ante nadie y tendrá que ser el Barça quien le doble las piernas. Pero él va a salir a ganar, con sus dos puntas de siempre y si le hace falta sacará a los cuatro mosqueteros (Klose, Hunt, Klasnic, Almeida).
Del Barça ha sobresalido la ‘clase media’: la omnipresencia de Motta y Sylvinho; el control de Iniesta, del que por fin podemos anunciar que ha perdido un balón; el gol de Giuly, la pelea terca de Gudjohnsen, la sobriedad de Márquez e incluso el estado de optimismo permanente de Ezquerro. Poco más en un partido ‘funcionarial’, espeso y gris en el que el Barça no ha tenido el balón (50% de posesión) en las proporciones habituales. Partido que optará a ser uno de los peores de la temporada. Sin noticias del fútbol blaugrana.
Noche de lesionados
Villa en el Valencia (rotura fibrilar, tres semanas de baja); Xabi Alonso, Mark González y Jermaine Pennant en el Liverpool; y Drogba y Ballack en el Chelsea. En el Barça salen golpeados Márquez, Ronaldinho, Motta y Puyol, aunque sin gravedad aparente, lo que es una noticia visto el panorama trágico de tibias, peronés y cruzados.
Chelsea, Bayern o Inter, Liverpool, Valencia, Olympique de Lyon, Celtic o Manchester (incluso Benfica), Arsenal u Oporto y Milan. Excelentes primeros de grupo que garantizan unos octavos monumentales.
Fotos: AP - AFP.
miércoles, noviembre 22, 2006
Con el rabillo del ojo en Bremen
Rijkaard sigue confiando en Motta como mediocentro y rota a los laterales con respecto al partido del domingo:
Valdés – Zambrotta, Márquez, Puyol, Sylvinho – Motta, Iniesta, Deco – Giuly, Gudjohnsen, Ronaldinho
Xavi, Gio, Edmilson, Thuram, Ezquerro, Jorquera y Oleguer en el banquillo.
Alineaciones del Werder Bremen-Chelsea:
Wiese – Fritz, Mertesacker, Naldo, Wome – Frings, Borowski, Jensen, Diego – Klose, Almeida
Cudicini – Geremi, Boulahrouz, Terry, Ashley Cole – Makelele, Essien, Ballack, Joe Cole, Obi Mikel - Drogba
Sorpresa en la alineación del Werder: el indiscutible Aaron Hunt se queda en el banquillo y entra Almeida con su 1,90 m. para pelear por alto. También se queda Vranjes y aparece Jensen en el centro del campo, poco habitual en el equipo alemán.
En el Chelsea, Mourinho reserva finalmente a Shevchenko con respecto a lo que anunciaba esta mañana y entra el jovencito Obi Mikel en un esquema que será algo así como un 4-1-2-2-1. Robben, junto al ucranio, en el banquillo. Dos alineaciones que hacen presumir una batalla en el centro del campo y los balones por alto.
Alineación del Valencia en Mestalla frente a Olympiacos:
Cañizares - Miguel, Albiol, Ayala, Curro Torres - Pallardó, Baraja, Joaquín, Silva - Villa, Angulo
'Invento' en el lateral izquierdo, con Curro Torres; regreso de Baraja y reposo para Morientes.
En Donetz, la Roma juega con estos:
Doni - Panucci, Mexes, Chivu, Cassetti - De Rossi, Perrotta, Aquillani, Taddei, Mancini - Totti
Alineación del Liverpool en casa ante el PSV:
Reina - Finnan, Carragher, Agger, Riise - Xabi Alonso, Gerrard, Pennant, Mark González - Crouch, Kuyt
Alineación del Inter en casa en su trascendental partido contra Sporting de Lisboa tras el empate del Bayern en Moscú ante el Spartak (2-2, doblete de Pizarro):
Julio César - Maicon, Córdoba, Materazzi, Grosso - Dacourt, Vieira, Zanetti, Stankovic - Ibrahimovic, Crespo
Foto: AP.
El cataclismo defensivo de Capello
Para quienes dudan de la eficacia rematadora del Madrid señalemos que le ha creado más ocasiones peligrosas al Olympique de Lyon que hace tres días al Racing de Santander: 8 oportunidades, dos goles y un penalti errado que podía haberle supuesto una victoria casi impensable. Contra el Racing fueron tres goles de seis ocasiones. Así que la capacidad de crear ocasiones y obtener goles por parte del equipo de Capello quizás no dependa tanto de la calidad del rival como del número de jugadas a balón parado de que disponga el Madrid, acciones en la que se muestra como una auténtica potencia aérea. Por el contrario, su inconsistencia defensiva se agrava a medida que pasan los días, como si la mecanización de los automatismos jugara en contra del sistema de Capello.
El técnico italiano sigue maquillando las debilidades de sus cuartos traseros a base de unas muy peculiares interpretaciones de los partidos. Pero la realidad es mucho más cruda que sus curiosas valoraciones: el Racing construyó diez ocasiones peligrosas y el OL ha creado otras nueve, aparte de disparar 19 veces a puerta. Un balance defensivo pésimo, impropio de un equipo que presume de solidez atrás. La noche en que el Olympique ha salido con un solo punta (Carew) que, además, apenas es el segundo suplente del campeón francés, la defensa blanca ha naufragado en proporciones mayúsculas. De forma individual (Cannavaro) y colectiva, los defensas, el doble pivote y la jaula completa. El sistema defensivo de Capello está absolutamente en cuestión y ni todas las declaraciones ampulosas del entrenador pueden tapar esa realidad, como tampoco la paupérrima profundidad de su banquillo.
Así que el OL ha servido de termómetro blanco: ha confirmado la eficacia rematadora; ha reafirmado la ausencia de juego elaborado, la fortaleza a balón parado y un estado anímico poderoso, pero al mismo tiempo una fiabilidad defensiva bajísima. Justo lo que más le duele a Capello. El abanderado de la solidez está hecho un flan.
Del Olympique, poco nuevo. No está en su mejor momento, pero el tercer delantero es una fiera y el conjunto elabora mejor que nadie las transiciones colectivas entre defensa y ataque. Defiende con nueve y ataca con siete. Pero aún conserva esas lagunas anímicas que le aquejan en algunos momentos, una cierta ciclotimia a lo largo de los partidos, oscilante entre la euforia y la angustia, lo que le hace invencible a ratos, pero frágil en otros instantes. El Madrid ha sacado también esa realidad a flote y es relevante destacarla porque se está repitiendo en varios partidos de la Liga francesa y ha vuelto a aparecer en el Bernabéu. Por si acaso...
¿Cesc sobrevalorado?
Quien sostiene que Cesc Fábregas es un ‘bluff’ debería contemplar las exhibiciones que viene realizando las últimas semanas. El Arsenal ya no es Henry, espeso desde principios de temporada y que se va a perder el trascendental enfrentamiento con el Oporto. Al Arsenal lo mueve Cesc de principio a fin (y Eboué) y con unas tablas que ya quisieran los mejores centrocampistas europeos. Ahora mismo, al mismo nivel que Iniesta y, con otro perfil físico, Essien. Los tres medios en mejor forma de la Champions.
La visión de Cesc ha permitido que un Arsenal atrancado como siempre remontara en casa el golazo inicial del hamburgués Van der Vaart, pero no evita que el finalista de la última edición tenga que sudar sangre dentro de dos semanas en el difícil Dragao de Oporto. Sus colegas de Manchester son otros que también sufrirán para clasificarse porque un espectacular golazo de Nakamura de falta directa (justo el día en que Juninho se ha encallado en esa tarea) ha logrado el KO para el Celtic de Glasgow y manda a los de Ferguson al calvario. Será en Old Trafford y otra vez contra el mismo Benfica que hace un año les echó de la Champions, igualmente en la última jornada de grupo. Ya veis que no sólo se repiten los Barça-Chelsea y los Madrid-Olympique, sino que el Manchester también tiene su cruz (portuguesa). Mientras tanto, el Milan prosigue su imparable camino hacia el abismo, juntos de la mano Berlusconi, Galliani y Ancelotti...
Fotos: AFP - AP - Real Madrid.com - Marca - Empics.
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