sábado, octubre 30, 2010

Esperando otro milagro para limpiar las deudas

¿Pueden la codicia, la incompetencia y la irresponsabilidad explicar por sí solas que los clubes españoles de fútbol acumulen una deuda superior a 3.600 millones de euros, de los que más de 600 tienen por acreedores la Seguridad Social y Hacienda, o sea a usted y ya mí? Adeudar dinero no es grave, como sabe cualquier empresario. Adeudarlo sin generar beneficios de explotación que permitan devolver el dinero sí es un problema serio y eso sucede aquí y no sólo aquí, pues los clubs no consiguen equilibrar anualmente sus cuentas sino lo contrario: cada curso empeoran sus resultados y generan déficit. Da igual que sean Barça y Madrid o equipos de nivel discreto: salvo excepciones muy contadas, la gran mayoría vive en un mar rojo de deuda.

El problema no es español, sino universal por más peculiaridades que busquemos. Francia, Italia o Inglaterra son otro pozo sin fondo en la gestión económica de los clubes y ni siquiera la sobria Alemania puede presentar un balance esperanzador. ¿Qué está pasando? Ocurre que hay un factor desequilibrante para cualquier cuenta de explotación y es el factor futbolistas, uno de los pocos sectores (junto a la banca de inversión) que no parece haber entendido el nuevo mundo de austeridad en que hemos entrado. Ya sé que generalizo y que hay cientos de jugadores modestos que perciben sueldos escuálidos y, además, sufren retrasos lamentables a la hora de cobrar de sus clubs morosos. No me refiero a ellos, muchos de los cuales militan en nuestra Segunda División e incluso en Primera, la considerada mejor Liga del mundo por sus propagandistas. Hago referencia a la elite de los futbolistas españoles, ingleses, germanos o de cualquier nacionalidad, que probablemente saben y perciben que una crisis galopante nos tiene agarrados de nuestras partes nobles, pero parecen vivir en una burbuja salarial que no les afecta.

Tras un pulso hercúleo, Rooney firma un contrato con el Manchester United que equivale a 100 millones de euros brutos por cinco años. ¿Quién puede asumir semejante coste en sus cuentas? Y así encontraríamos cien ejemplos más repartidos transversalmente. Hay quien lo justifica diciendo que todo producto vale lo que alguien está dispuesto a pagar por él. Correcto, pero no hablamos de eso, sino de que ese alguien no podrá pagar lo que promete y contrata. Los grandes simplemente van haciendo una bola de nieve buscando que arree el próximo que llegue a la presidencia. Los pequeños entran en concurso de acreedores sin reparos o bien son morosos rotundos que retrasan pagos sin escrúpulo alguno. Todos están esperando (en Inglaterra también) un milagro llamado Mundial 2018 para limpiar nuevamente sus deudas históricas y, una vez más, con nuestro dinero.

viernes, octubre 29, 2010

Los mundialistas del Barça repostan en boxes

Cinco campeones mundiales más Messi y Alves recibieron instrucciones precisas a principios de semana: no viajaban a Ceuta porque debían protagonizar una semana de entrenamiento específico que compensara la ausencia de un trabajo adecuado de pretemporada. Las órdenes estaban escritas desde hacía meses por el equipo técnico, tal como expusimos en agosto: se aprovecharía cualquier hueco que dejase el calendario para completar los entrenamientos que no pudieron realizar en verano a causa del triunfo mundialista. Así ha sido. Las imágenes que ofrece a diario Barça TV han mostrado esta semana cómo Lorenzo Buenaventura y Paco Seirul.lo han liderado el protagonismo en la Ciutat Esportiva.

Podríamos decir que la columna vertebral del Barça ha entrado en boxes a repostar. Para comprenderlo con facilidad, imaginemos que el equipo es un bólido de Fórmula 1. En un año normal, la pretemporada sirve para cargar el depósito de gasolina hasta el límite máximo. Eso incrementa el peso del vehículo y hace que sus primeros pasos sean más lentos que los de otros rivales menos cargados, pero a cambio garantiza llegar más lejos. En ocasiones, como en la primera temporada de Guardiola, los objetivos son tan inmediatos (clasificarse para la fase de grupos de Champions en aquel caso) que resulta aconsejable arrancar con poca gasolina para ir muy rápido. A cambio, pronto debes parar a repostar. Este año, tener a ocho jugadores básicos disputando la final del Mundial a mediados de julio (y que fuesen reclamados de inmediato en agosto por la selección) impidió cualquier trabajo de pretemporada. El bólido salió a pista sin gasolina y con los neumáticos fríos, de ahí las dificultades sufridas y que jugadores de menor relevancia hayan tenido que disputar muchos partidos.

CARGANDO EL DEPÓSITO

Lo que se esta haciendo estos días es cargar el depósito del coche, acción que se repetirá nuevamente la semana del 8 al 14 de noviembre, cuando los jugadores básicos tampoco se alineen en la vuelta de Copa frente al Ceuta. Con el trabajo de estos dos microciclos semanales, Buenaventura y Seirul.lo darán por terminada la carga del llamado primer pico de forma, programado entre 15 de octubre y 30 de noviembre, período en que el Barça enfrenta a Valencia, Sevilla, Villarreal y Madrid más el pase a octavos de Champions. Los planes se han ido cumpliendo al milímetro salvo por las incidencias ocurridas primero con Puyol y después con Xavi.

El ejemplo del bólido de F-1 que carga gasolina esta semana y dentro de quince días debe matizarse. No es lo mismo Alves que Villa o Iniesta que Busquets: ni empezaron a trabajar al mismo tiempo ni sus necesidades y capacidades son parecidas. El staff técnico diseñó tres grupos de entrenamiento: los que no fueron al Mundial; los que regresaron antes de la gira a China; y los campeones. Messi y Alves estaban en el segundo grupo y, por tanto, su preparación está mucho más avanzada que la de los españoles. El listón fijado por los preparadores físicos se sitúa en un mínimo de 20 entrenamientos de máxima intensidad, listón que tanto Messi como Alves prácticamente ya han superado. Lo que se pretende ahora con ellos dos es que su depósito no quede vacío demasiado pronto. Alves lo ha jugado todo y Messi sólo tuvo el paréntesis del pisotón de Ujfalusi por lo que (sumada la selección) ya han superado los 1.000 minutos de juego y eso significa que acumulan tanto ritmo-competición que se les considera en plena forma física. Los preparadores tratan de evitar una pérdida de esa forma, algo que ocurre cuando apenas se dedica tiempo al entrenamiento. Messi y Alves han efectuado esta semana un trabajo intenso de fuerza-resistencia y dentro de quince días afinarán con carga de fuerza explosiva, la que permite alcanzar la máxima velocidad.

TRABAJO PERSONALIZADO

Los otros cuatro jugadores vertebrales que se han sometido a entrenamiento intenso esta semana (Piqué, Villa, Iniesta y Busquets) han recibido cargas específicas y personalizadas. Tengamos en cuenta que todos ellos se aproximan también a los mil minutos, en especial Iniesta que ha encadenado 16 partidos consecutivos desde mediados de agosto, pero ni Piqué ni Villa han alcanzado aún los 20 entrenamientos mínimos exigibles (en el caso de Busquets, el listón está en 16 entrenos). Con los actuales más los previstos en el microciclo de noviembre, todos ellos superarán la cota establecida.

Iniesta y Piqué han trabajado fuerza-resistencia con gran intensidad. Sus piernas deben estar en estos momentos bastante cargadas. Villa y Busquets han recibido cargas algo inferiores y trabajado también la explosividad. La necesidad de personalizar mucho el entrenamiento ha aconsejado no realizar dobles sesiones martes y miércoles y también el hecho de que el visitante del sábado (Sevilla) es de alta categoría. Los preparadores recuerdan que hace años el equipo no reaccionó rápidamente a una carga muy intensa efectuada en Perelada a principios de enero. Entrenaron muy duro, pero a continuación lo pagaron en la visita a Villarreal. Es decir, cargaron el depósito al máximo, pero se mostraron lentos a continuación. El efecto positivo es que en los partidos siguientes el equipo se disparó a cotas físicas impensables.

En esta ocasión, las cargas han sido muy medidas: menos exigentes para evitar complicaciones en los próximos enfrentamientos, pero a la vez suficientes para dar el toque de gracia a la condición física. El bólido ha repostado y está listo para salir de boxes.

- Publicado en Sport (29-X-2010)

jueves, octubre 28, 2010

Indiba o Tecarterapia: uno de los métodos más efectivos de recuperación de lesiones musculares y tendinosas

Entre los muchos métodos que se emplean en la recuperación de lesiones musculares o tendinosas hay tres relativamente novedosos que se emplean cada vez con mayor asiduidad por parte de los servicios médicos y de fisioterapia de las entidades deportivas. Hace unos días explicamos en qué consistían los Factores de Crecimiento con que había sido tratado Xavi Hernández. Para acceder al segundo de ellos, la Tecarterapia o Indiba (o Diatermia), le he pedido a Loles Vives que nos explique en detalle su funcionamiento, así como su propia experiencia. Este método es utilizado habitualmente por varios clubes de fútbol en la recuperación de roturas fibrilares así como por numerosos deportistas italianos (Totti, Rossi...) e incluso Rafa Nadal ha viajado por el mundo con un aparato portátil a cuestas para aplicárselo durante los torneos.


INDIBA o Tecarterapia


¿Operamos? No es necesario.

Muchas lesiones deportivas que hasta hace pocos años no podían curarse sin pasar por el quirófano actualmente pueden solventarse mediante la aplicación de técnicas no invasivas que permiten una más rápida recuperación y, además, evitan someter los tejidos a procesos de cicatrización que no siempre tienen resultados satisfactorios.

El método INDIBA o Tecarterapia es uno de ellos.

Aunque lo inventó un catalán, los pioneros en su utilización fueron los italianos. Francesco Totti y Valentino Rossi fueron los primeros deportistas de élite en beneficiarse de las bondades de esta tecnología, que se basa en producir un incremento térmico (Diatermia o hipertermia) en la zona del cuerpo a tratar, utilizando para ello la circulación de corrientes de alta frecuencia. Se trata de un método no invasivo, además de totalmente indoloro. Podría añadir que incluso resulta placentero.

Está considerado, entre quienes lo aplican, como uno de los tratamientos más rápidos y efectivos tanto en patologías agudas como crónicas, osteoarticulares y musculares.

La producción de calor se consigue mediante una corriente eléctrica de alta frecuencia que pasa entre dos electrodos. Un electrodo se coloca en la piel del paciente o el propio paciente lo agarra con la mano y el otro electrodo (con forma de disco) lo manipula el fisioterapeuta desplazándolo por la zona a tratar.

El calor generado en el interior provoca una revascularización y mayor riego sanguíneo en la zona dañada, lo que conlleva una mejor oxigenación de los tejidos, se favorece la eliminación de toxinas y sustancias nociceptivas (las causantes de que haya dolor) y se produce un mejor aporte de nutrientes. Con ello se consigue una acción antinflamatoria, una más rápida recuperación de los tejidos y una mejoría de sus funciones.

Todo ello se produce sin proyección de energía radiante desde el exterior. La tecarterapia actúa desde el interior, transformando energía fría de alta frecuencia en temperatura interna. A diferencia de otros tratamientos, la temperatura es generada por el propio tejido.

Se utiliza para tratar múltiples lesiones: roturas fibrilares, contracturas, tendinopatías de toda índole, fascitis, fibrosis, pubalgias, degeración de tejidos, etc.

Su uso, sin embargo, no se limita únicamente al tratamiento de lesiones.  Se utiliza también como terapia recuperadora post- esfuerzo. Sobre todo para reparar los microtraumatismos que se producen durante los entrenamientos o competiciones. Algunos deportistas incluso lo usan antes de la competición, como un calentamiento, con el fin de que todo el tejido muscular, ligamentoso y tendinoso esté bien vascularizado para el esfuerzo.

Se empezó aplicando únicamente como método terapéutico, pero actualmente su uso se está extendiendo muy rápidamente en el mundo de la estética. Digamos que es el tratamiento estético de moda, otorgándole propiedades rejuvenecedoras que en algunas campañas de marketing resultan excesivamente espectaculares (elimina arrugas, efecto lifting, reafirmante, iluminador…).


ALGUNOS DATOS TÉCNICOS

Tecarterapia: Radiofrecuencia de 448 KHz (kiloherzios). Es una tecnología patentada. El nombre de TECAR viene precisamente de Transferencia Eléctrica Capacitiva y Resistiva (T.E.C.A.R.). También es conocido como Diatermia o Hipertermia.

Puede tener dos tipos de aplicaciones:

-        Capacitiva: actúa específicamente sobre los tejidos blandos (músculo, sistema vascular/ linfático)
-        Resistiva: indicada para los tejidos de mayor resistencia (hueso, cartílago, tendón, aponeurosis).

Las corrientes de desplazamiento producen tres efectos distintos:

1.- Incremento de la microcirculación

2.- Vasodilatación

3.- Incremento de la temperatura interna

Hay equipos móviles que usan los deportistas en sus desplazamientos

TOTTI, ROSSI Y NADAL

En el 2006 se supo que Valentino Rossi lo usaba desde hacía varios años. El piloto italiano atribuye a la Tecarterapia (nombre por que es conocido en Italia) muchas de sus rápidas recuperaciones de fracturas y diversas lesiones.

Muchos de los servicios médicos de los equipos del Calcio (Inter, Juventus, Fiorentina...), cuentan con aparatos de tecarterapia, siendo  Francesco Totti uno de los primeros en usar el método con el fin de recuperarse de una fractura en peroné izquierdo junto con una lesión de ligamentos en el pie izquierdo a un mes vista del Mundial de Alemania 2006, lesión de la que se recuperó a tiempo para la cita mundialista.

También lo ha usado el equipo Ferrari y Rafa Nadal viaja con una máquina de tecarterapia a cuestas, al igual que el ruso Nikolai Davydenko y otros muchos jugadores/as de la ATP.


SU INVENTOR

Su inventor, José Calbet Benach, tiene actualmente 76 años. Calbet inventó también el electrobisturí, entre otros instrumentos. De hecho el nombre de INDIBA obedece al nombre de la sociedad que se dedicaba a la investigación y desarrollo de equipos con aplicaciones sanitarias. Por este motivo, la sociedad obtuvo varios galardones internacionales.


MI EXPERIENCIA

Mi experiencia con el Indiba se remonta a la primavera del 2008. Una fascitis plantar aguda, unida a una inflamación del tejido adiposo en el talón, me tenía totalmente incapacitada para la práctica del atletismo. Llevaba seis meses con la dolencia y sufría un dolor intensísimo, invalidante.

Lo había probado todo: ciriax, un sinfín de sesiones de ultrasonidos y láser, masajes con pelota de golf, de tenis, con botella de anís, con pinchos, estiramientos, ejercicios de todo tipo…

Viajé también hasta Barcelona para que me hicieran un estudio de la pisada. Me pusieron plantillas nuevas, aunque el médico especialista me advirtió que debido a la estructura de mis pies seguramente no podría correr velocidad nunca más. Le mandé al cuerno y me puse a navegar por internet buscando tratamientos a la desesperada. Encontré el Indiba y llamé a un centro de fisioterapia de Madrid.

Me hicieron 5 sesiones a 50 euros la sesión. Las tres primeras con diez días de separación y las otras dos, una al mes. Sara, la fisioterapeuta que me trató, desplazaba el electrodo a la vez que me hacía un masaje por toda la fascia plantar. Cada sesión fue de una hora y media de duración. Además del pie me trataba el gemelo, el soleo… toda la cadena muscular implicada y también el pie no lesionado.

Tras la lesión, me recomendaban no ducharme para no enfriar la zona y mantener el calor interno hasta pasadas varias horas.

Desde el primer día encontré mejoría. Y antes de acabar la última lesión, pude de nuevo competir. Me curé… No se si por el Indiba, porque la fisio era un genio masajeando los pies o porque ya me tocaba curarme, pero el hecho es que me curé.

Fórmulas y contrafórmulas

El foco está tan centrado en Mourinho y Guardiola que el resto de entrenadores transita por zonas oscuras. Lo que no significa que no sean brillantes. Hace pocas semanas, el 26 de septiembre, Juan Carlos Unzúe llegó con el Numancia al Miniestadi y planteó otra fórmula para dificultar la salida de balón a los defensas del Barça B. Unzúe cuenta con la ventaja de conocer todos los secretos del modelo de juego barcelonista, así que su labor fue relativamente fácil: un delantero sobre Bartra, otro sobre Muniesa (central aquél día) y un interior sobre Andreu Fontàs, que se alineó como mediocentro defensivo. Resultado: Rubén Miño tuvo que sacar todo el partido en largo, incumpliendo el precepto número uno del libreto culé.

Consecuencias: Michael Laudrup, Unai Emery y Stale Solbakken visitaron con posterioridad el Camp Nou con la misma idea. En los tres encuentros, el equipo visitante aplicó idéntica medicina que el Numancia de Unzúe: dos delanteros sobre Piqué y Puyol y un mediapunta encimando a Busquets (o Mascherano).

¿Casualidad? Quizás sí, pero me inclino por valorar más al resto de entrenadores y, además, el aspecto del palco del MiniEstadi no admite dudas: plagado de scouters de rivales españoles y extranjeros. Parece como si los entrenadores rivales chequearan al B para comprender al A. Todos estos entrenadores tienen parabólicas y equipos de scouting que analizan las flaquezas del rival y estudian y trabajan fórmulas que rompan los pasillos de seguridad del contrario, que agarroten sus rutinas y cercenen su fluidez.

Antídotos, medicinas, recetas para romper el espinazo del contrincante y construirse una oportunidad para dar la campanada. Al Pep Team se lo han aplicado con profusión a partir del segundo año. Tras el triplete inicial se puso de moda la ‘doble muralla’: diez jugadores amontonados en dos líneas que provocaban el colapso de los barcelonistas, obligados a jugar en pocos metros cuadrados y muy atascados.

Guardiola salió de aquél atrincheramiento como pudo (contra el Inter, simplemente no logró salir), pero los antídotos siguen evolucionando. Ya hemos visto la receta de Unzúe y la de quienes le han seguido. También hemos visto que Levante y Murcia aplicaron con esmero la ‘doble muralla’ al Madrid de Mourinho y obtuvieron resultados positivos, lo que no puede sorprender a nadie: el Madrid se siente feliz con espacios abiertos y libres y con mucha pradera por delante para que sus jinetes veloces desequilibren los partidos. Y se ahoga como todos cuando apenas hay aire entre líneas.

En el fútbol moderno no hay espacio para el gimoteo. La competitividad es máxima y todo entrenador trabaja intensamente para gripar al contrario. No hay que lamentarse por ello, sino invertir horas y neuronas en encontrar los desatascadores adecuados. Esta es una lucha sin descanso, donde cada nueva pequeña fórmula se aplica en cadena y los grandes deben pelear denodadamente para contrarrestarla. Es la batalla táctica más apasionante del momento.

- Publicado en Sport (28-X-2010)

martes, octubre 26, 2010

Dos modelos opuestos

La mayoría de los mundialistas españoles del Barça más Messi iniciarán hoy una semana de entrenamiento especialmente dura y seria. Una semana de carga en la que no se han previsto sesiones dobles porque va a ser tremendamente específica y totalmente personalizada. Con ello, Lorenzo Buenaventura, Paco Seirul.lo y Pep Guardiola pretenden dar el penúltimo toque físico a los campeones del mundo, de quienes ya hemos explicado en diversas ocasiones su peculiar pretemporada. Digo que será el penúltimo toque porque habrá otra semana de carga más adelante: la del 8 al 14 de noviembre, donde el partido de vuelta de Copa ante el Ceuta permitirá (salvo cataclismo esta noche) dedicar a los mundialistas al entrenamiento concienzudo e intenso.

Estas dos, la actual y la semana que llegará dentro de 15 días, serán las etapas culminantes del trabajo de preparación de los futbolistas esenciales del Barça. Las piernas de Villa, Piqué, Busquets, Messi y compañía recibirán un trabajo definitivo de fuerza-resistencia y de fuerza explosiva que les permitirá alcanzar la forma necesaria para realizar todas las funciones que precisa el equipo: presionar con intensidad, resistir el ritmo durante 90 minutos y jugar a velocidad máxima, tres características que se han echado en falta hasta la fecha aunque en proporciones distintas según momentos y jugadores.

¿Garantiza todo ello que el Barça jugará mejor y recuperará la puntería? No, pero pone las bases para que sea más probable. ¿Y por qué el Madrid, teniendo tantos mundialistas, no padece el mismo problema? Porque los planes de Mourinho son diametralmente opuestos, al margen de que ni uno solo de sus jugadores ha sufrido el desgaste al que sí se han sometido los barcelonistas las dos últimas temporadas. En todos sus equipos, Mourinho ha salido en tromba planificando máxima condición física desde el segundo día y mantenimiento del estado de forma a base del ritmo-competición que proporciona la disputa de partidos. Ello conlleva una obligación: que jueguen siempre los mismos, lo que coincide por otra parte con la idea del entrenador portugués de construir rápido un once titular y mantenerlo todo el curso. Así lo hizo siempre y muy especialmente en el Chelsea. ¿Alguna contraindicación? Sí: llega un día que alguno de los once titulares se funde y el sustituto no posee ni su ritmo, ni su rodaje ni su autoestima. Pero Mourinho prefiere este riesgo al contrario.

Como vemos son dos formas opuestas de afrontar los mismos retos. Guardiola empieza rotando, protegiendo y equilibrando las cargas para terminar embalado con su equipo de gala. Mourinho empieza en tromba con un once invariable apostando por la continuidad. Veremos a quién le sale mejor la propuesta.

- Publicado en Sport (26-X-2010)

lunes, octubre 25, 2010

Fuego de fogueo

Aquí habrá una gran guerra que dejará pequeñas todas las anteriores. Esto es lo que viene: paseos militares ante rivales que se encogen solo con escuchar el nombre de los dos grandes, y algunas pocas batallas formidables que marcarán el destino final. Dos ejércitos que rivalizan en todo y se conocen como si hubieran redactado el célebre tratado de Sun Tzu. Dos generales memorables y espléndidos, cargados de distinciones y victorias, estrategas estudiosos y aplicados. Dos locomotoras avanzando hacia el ineludible cruce de caminos. Hoy marcha más avanzado el Madrid de Mourinho porque su artillería carga proyectiles pesados de largo alcance, en tanto el Barça de Guardiola está a la espera de que aparezcan los cañoneros y lo fía todo a su fiel infantería.

A la espera de esas grandes batallas que se avecinan, lo que tenemos enfrente son dos equipos con dos tempos distintos. El Madrid es el Chelsea de Mourinho, un equipo que tardó dos meses en apuntalar cimientos allá por otoño del 2004. Aquel equipo necesitó nueve jornadas de Premier para empezar a carburar. Cuando llegó la décima jornada se disparó cual cohete y ya no hubo quien lo parase (Barça de Ronaldinho incluido) hasta que un no gol de Luis García le apeó en semifinales de Champions. Ahora, el técnico portugués aplica la misma receta: periodización táctica, un once invariable, cero rotaciones, intensidad máxima, ni un segundo de respiro, ardor guerrero sobre el césped. Tras siete partidos titubeantes, este Madrid también se ha lanzado al galope tendido con los mismos once jinetes. ¿Resistirá? Este es uno de los dos únicos interrogantes que subsisten. El otro es saber qué ocurrirá con la cintura de Carvalho, el cartabón de Alonso y la visión panorámica de Özil cuando enfrente haya un rival de su misma enjundia.

En el otro bando, la artillería aún no está preparada. Es así porque así se ha previsto pues no había otra solución visto el desgaste de los dos últimos años. Guardiola ha optado por rotar y mover piezas mientras los hombres clave van adquiriendo condición física y regresando al mundo de la competición. Esta semana, los mundialistas españoles recibirán un trabajo de carga específico individualizado, penúltimo esfuerzo antes de alcanzar noviembre en buena forma. Entonces empezarán a estar listos para las grandes batallas.

El tsunami blanc

Força preocupat, he obert la finestra per veure què està succeint. Els diaris diuen que un temporal bestial cau damunt Madrid. Uns parlen d’huracans; d’altres de tornados; tots de tempestes i vendavals. M’he espantat quan he sentit tsunami, doncs el mar queda força lluny d’aquí. Però he obert la finestra i fa un dia suau i dolç típic d’Octubre; es ben clar i no hi ha trons, ni llamps ni bufa el vent. Ai las, tanco la finestra i respiro tranquil: soc un ruc. Ara me’n adono que no parlaven del temps, sinó del Madrid de Mourinho.

El Madrid, és cert, està fet un brau i marxa llençat, amb l’autoestima creixent a força de gols i bon joc. No és un joc estètic com el del Barça o l’Arsenal, però sí un joc efectiu i directe com el del Chelsea. Un joc que dona bons resultats però que més que provocar por o neguit al poble blaugrana l’hauria d’estimular: per fi el Barça ha trobat un rival a l’alçada del seu talent. Davant d’aquest enemic extraordinari, els nois de Guardiola hauran d’assolir el seu cim com a futbolistes. Benvinguts a una batalla formidable.

sábado, octubre 23, 2010

No duden de ellos

Existe mucha confusión cuando se habla de condición física y estado de forma. Por condición física entendemos la suma de factores físicos que se entrenan y trabajan y se perfeccionan (o menguan) con los años. Hay muchos pequeños factores, pero en esencia se resumen en tres: fuerza, resistencia y velocidad. En realidad no es así, sino mucho más complejo e interrelacionado pero ahora no conviene extenderse. Dejémoslo en tres factores y digamos que no se trabajan al mismo tiempo, sino secuenciados según planifican los preparadores físicos. De ahí que hablemos, por ejemplo, de trabajo de fuerza-resistencia o de ciclos y microciclos.

Hay gente que lo valora como una jerga hueca que sólo busca camuflar deficiencias. Se equivocan radicalmente. Es una ciencia y un arte. Los preparadores del Barça son maestros en ello y acostumbran a dar en el diana. Cada temporada se programa en función de objetivos concretos: hace dos años, el objetivo era clasificarse en agosto para la fase de grupos de Champions, con lo que se aceleró la preparación y el equipo arrancó en tromba, alcanzó su primera meta, sufrió más tarde a causa de la carga de trabajo (¿recuerdan aquel febrero de plomo de 2009?) y encontró su mejor condición en el tramo final, cuando sumó tres títulos de una tacada. La siguiente temporada se programó diferente porque los objetivos eran otros. De este modo, empezaron pesadamente, transitaron con dificultades por la fase de grupos de Champions, pero consiguieron un primer pico de forma en los momentos claves de noviembre y diciembre, donde el Mundial de clubs figuraba subrayado en rojo. Los planificadores acertaron siempre el momento de las cargas y el momento de la puesta en forma.

Este curso no tiene nada que ver con los dos anteriores. Hay dos objetivos: noviembre y primavera. Noviembre para alcanzar los octavos de Champions más los tres partidos clave (Sevilla, Villarreal, Madrid) y primavera porque es el sprint final. Y para alcanzar los objetivos se dividió la plantilla en tres grupos, cada uno de los cuales viene trabajando ritmos y factores distintos: los que no fueron al Mundial; los que volvieron antes de la gira por China; y los españoles, dentro de los cuales se confeccionó a su vez dos subgrupos: Valdés y los jóvenes, de un lado; Xavi, Puyol y Villa, por otro.

Los preparadores trabajan, por tanto, con esos dos objetivos en el calendario y con los tres grupos (y dos subgrupos) en el día a día. Añadan lesiones, convocatorias de selecciones y tramos de dos partidos semanales: con todo ello confeccionan un plan personalizado para trabajar fuerza, resistencia y velocidad y alcanzar los dos picos de forma previstos. Es difícil y complejo, pero siempre aciertan. No lo duden.

viernes, octubre 22, 2010

Un gran cambio en el fútbol moderno

Los grandes cambios en el fútbol acostumbran a pasar desapercibidos. Nos fijamos en el dedo que señalan la Luna, pero no vemos la Luna. Dedicamos miles de horas de nuestro interés a menudencias e insignificancias o, aún peor, a enzarzarnos en inútiles polémicas. Inútiles porque descubrimos que no tenían solución dado que el problema ni siquiera existía. Y, sin embargo, no vemos cómo se mueve el universo del balón quizás porque los estudiosos del márketing ya sentenciaron hace décadas que una cosa es la moda y otra la tendencia. Y que mientras las modas son pasajeras y fútiles, las tendencias son profundas y sustanciales y generan movimientos rotundos. Las tendencias poseen la fuerza del tsunami: no generan grandes olas, pero son imparables.

Unos de los grandes cambios se ha dado en el comportamiento del futbolista. Hasta hace unos años, era un cuentista al que se le admitía todo. Mi padre y Angel Mur me explicaban con toda naturalidad que los entrenamientos de Kubala tenían lugar en la camilla del vestuario, donde dormitaba sus excesos, lo que era aceptado como normal y lógico, una costumbre intrínseca al fútbol. Años más tarde, Carles Rexach puso de moda que correr era de cobardes y nadie se rasgó las vestiduras con las juergas y correrías de futbolistas de todo pelaje. Era moneda corriente que un jugador ni se entrenara, ni se cuidara. La afición lo entendía razonable y habitual hasta el punto que se miraba como a un bicho raro a quien incumplía estas costumbres. En los debates periodísticos se zanjaba la cuestión con el mismo argumento: siempre ha sido así, con lo que no hacía falta discutir más. El futbolista era todo menos un deportista.

Cuando ocurrió con Ronaldinho ya se oyeron bastantes quejas. Ya no parecía tan razonable que la estrella del equipo no se entrenara ni cuidara por más maravillas que protagonizara después en el césped. La debacle post-París sentenció el cambio de tendencia, un cambio que ha tardado décadas en cuajar hasta hoy en que el futbolista ya es un deportista al cien por cien y prensa y aficionados han entendido y asumido que no puede haber resultados sin trabajo; éxitos sin entrenamientos; continuidad sin dedicación. A nadie se le ocurre ya justificar al jugador juerguista y trasnochador, ni merece ningún aplauso su desapego al sacrificio. Los términos de la ecuación se han invertido y ahora mismo no hay futbolista que se atreva a bostezar en el gimnasio o a entrenar sin haber dormido o a no cuidar su alimentación. No dudo que aún hay quien rompe los protocolos del ‘entrenamiento invisible’, pero son los menos y tienen que esconderse. La tendencia ha girado radicalmente y no hay sitio en el fútbol moderno para los que huyen del esfuerzo.

- Publicado en Sport (16-X-2010)

jueves, octubre 21, 2010

Muchos goles por firmar, mucha gloria por vivir

Hoy es bastante obvio, pero en verano hubo muchas voces que mostraron su extrañeza e incluso su pronóstico de un batacazo seguro. ¿Qué pinta Raúl en la Bundesliga y, más concretamente, en el Schalke? Pues pintaba mucho y está escrito hace meses: era uno de los mejores destinos que podía escoger. Se iba de donde no le querían conservar; aterrizaba en uno de los países más serios del mundo; formaba en un club con dinero, estabilidad y voluntad de crecimiento; en una liga madura, pletórica, rica y de constante progreso; se aseguraba una educación formidable para sus hijos; sacaba billete para otra Champions, la decimoquinta de su carrera si no me equivoco; y completaba su formación deportiva en contacto con un fútbol de elite y no secundario.

Estas razones –que expuse en el diario Sport en agosto- fueron repudiadas rápidamente: al parecer, Raúl debía elegir entre la Premier (¿por qué?) y el fútbol árabe: o Londres o bien Dubai, Qatar o algún otro paraíso bajo el sol. Eran prejuicios: o Inglaterra o un retiro dorado. Ni una cosa ni otra. Raúl, jugador listo y persona inteligente, hizo un scouting perfecto y encontró la entidad ideal. Bien, luego las cosas se torcieron: Magath es muy dudoso; la defensa del Schalke, un coladero; el estilo de juego, un interrogante perpetuo; y los resultados, una calabaza. Pero todo eso no invalida el acierto de su elección aunque habrá que valorarla como merece cuando haya transcurrido un tiempo prudencial. En la vida importan los resultados, pero aún más el camino elegido.

Raúl será capitán del Schalke. No primer capitán, pues ese rol es indiscutible para Manuel Neuer, pero sí segundo o tercer capitán. La afición germana le idolatra por su esfuerzo y entrega y, desde ayer, también por haber igualado al mítico Torpedo Müller. Las gradas del Veltins rugen gritando “Senior Raul!!!”. Unos y otros tienen garantizado el porvenir inmediato: la afición ya sabe que Raúl siempre estará ahí, en la boca de gol, para seguir consiguiendo esos tantos escurridizos y en ocasiones improbables. El jugador ha conquistado los corazones alemanes y mantiene impertérrita su carrera legendaria. Siempre fue grande dentro del área y aún le quedan muchos goles por firmar.

miércoles, octubre 20, 2010

Dadme un Busquets y moveré el mundo

Siempre hubo dudas alrededor de Sergio Busquets. Primero fue la procedencia: hijo de un portero de pantalones largos. Somos así, nos vencen los prejuicios. ¿Qué futbolista podía surgir de aquel excéntrico guardameta? Guardiola rechazó tales prejuicios y lo lanzó a la jaula de leones sin miramientos. Creía en él y así nos lo hizo saber desde el segundo día del renacimiento blaugrana. Busquets había sido convocado para los grandes desafíos, epopeya que desencadenó una larga panoplia de muecas y sonsonetes en este entorno barcelonista tan acostumbrado al colmillo retorcido. Y con el legendario Touré Yayá en la plaza titular. Menudo morlaco. Sólo a un loco podía ocurrírsele semejante “guardiolada”. Y, además, qué iba a hacer en la jaula de leones este muchacho desgarbado, con apariencia de torpe, pies cuadrados, cara de inocentón, lejos del estereotipo del gladiador. No le auguramos ningún futuro por más avales que presentara su entrenador.

Llegaron grandes actuaciones suyas, pero mantuvimos la mosca tras la oreja, no fuese un espejismo o la suerte de los novatos. Y de vez en cuando aún sonreíamos todos maliciosamente cuando el chico cometía una torpeza o perdía un balón o le daba la espalda a un rival aguerrido. Cierto: había callado casi todas las bocas, pero aún continuaba levantando algún murmullo, sobre todo ahora que Touré ya era carne de banquillo y no digamos cuando fue convocado por Del Bosque. ¡Qué atrevimiento!, sugirieron algunos, seguramente por haberle visto pocos minutos en los dos años anteriores. Más tarde fue titular en la selección, pero al primer tropiezo toda la tinta del pulpo se dirigió a su cabeza. ¡Fuera!, gritaban desde Sudáfrica aquellos otros que no querían verle en la jaula de leones, quién sabe añorando qué o a quién. Pero en su enésimo desafío, el chico de Ciutat Badía se llevó por delante al león, al tigre, al domador y al circo entero.

Campeón del mundo y de todo, este segundo Busquets aún debía luchar contra otro fantasma, el del agraviado Touré, exiliado por voluntad propia pero incrustado para siempre en el corazón barcelonista por méritos de combate. ¿Qué haremos sin Touré en los agrestes campos de batalla? Y hete ahí que se presentó Busquets en San Mamés y ni siquiera alzó la voz: 97% de pases acertados, ninguna falta cometida, sólo una recibida, golazo en el minuto 93, fresco como una rosa. Salió vivo e indemne de la jaula de los verdaderos leones y hoy ya es sin discusión la pieza sobra la que pivota el fútbol del Barça y el de la Roja. Nadie ha alcanzado semejante unanimidad, ni siquiera Messi, todavía discutido en su país.

EN LA ZONA CERO

Busquets juega en la encrucijada, allí donde se cruzan todos los caminos, en la parcela más caliente, la auténtica zona cero del fútbol. Su rol parece sencillo, pues hace fácil lo difícil, sea como aguador o guerrero, como paseante o como maleante. Subiendo balones o dibujando los senderos por donde sus colegas trazarán diabluras, este hombre de verbo escueto parece haberse doctorado en ingeniería de caminos y puentes, lo que nos lleva a exclamar: ¡Dadme un Busquets y moveré el mundo!

Sobre él se han decantado generaciones de centrocampistas especializados: unos son barrenderos puros, guerreros de la zona; otros, finos arquitectos creativos que juegan con escuadra y cartabón; algunos más, reyes de la transición rápida o del pase certero, la cobertura o la conquista de la posición. Encima de Busquets se han vertido los moldes de todos ellos hasta construir un futbolista-fusión que reúne todos los ingredientes y que posee ya un récord inédito: es el mediocentro más joven en conquistar los grandes títulos (Mundial, Champions et altri). Un simple repaso a las cuatro últimas Eurocopas o a los últimos cinco Mundiales o a las Champions de esta década nos permite observar que nunca hubo otro joven como Busquets en el eje, campeón de la Champions con 20 años y del Mundial con 21. En esta relación aparecen nombres legendarios como el trivote brasileño (Mauro Silva, Dunga, Mazinho); barrenderos insignes como Makelele, Gilberto Silva, Costinha o Gattuso; medios de posición como Hamman, Carrick o Cambiasso; guerreros como Edmilson, Van Bommel o Ambrosini; o capitanes generales como Redondo, Deschamps, Vieira y Xabi Alonso. Pero no hubo ni un solo chaval de veinte años recién salido de la marmita. Los hubo con 24 o 25, pero la mayoría habían cumplido ya su madurez futbolística cuando alcanzaron la gloria de los títulos. Varios incluso superaban la treintena. Ninguno tenía la edad de Busquets y eso no es casualidad: nadie se atrevió a dejar el timón del barco en manos de un adolescente.

Maticemos: muchos años atrás si hubo algún otro joven que llevó el timón. Albertini en el Milan, pero con un tal Rijkaard al lado; un tal Deschamps en Marsella, pero protegido por Sauzée; y otros dos que todos recordamos: Edgard Davis en el Ajax; y Pep Guardiola en el Dream Team. Pero eso es casi prehistoria del fútbol. En esta década que se acaba el pivote por antonomasia habrá sido Sergio Busquets. Y apenas acaba de empezar, con lo que incluso tendrá tiempo para corregir las deficiencias en el juego por alto que aún padece.

LA EDAD DE LOS PIVOTES

CHAMPIONS

2000: Fernando Redondo: 30 años (Campeón por 1ª vez con 26)
2001: Thomas Linke: 31 años (Hargreaves, 20 años, juega de volante)
2002: Claude Makelele: 29 años
2003: Gennaro Gattuso: 25 años (Ambrosini: 25 años)
2004: Francisco Costinha: 29 años
2005: Xabi Alonso: 24 años (Hamman: 32 años)
2006: José Edmilson: 29 años (Van Bommel: 29 años)
2007: Gennaro Gattuso: 29 años (Ambrosini: 29 años)
2008: Michael Carrick: 26 años
2009: Sergio Busquets: 20 años
2010: Esteban Cambiasso: 29 años

MUNDIAL

1994: Mauro Silva: 26 años (Dunga: 31 años / Mazinho: 28 años)
1998: Didier Deschamps : 29 años (Karembeu: 28 años / Petit: 28 años)
2002: Gilberto Silva: 25 años
2006: Gennaro Gattuso: 28 años
2010: Sergio Busquets: 21 años

EUROCOPA
1996: Thomas Strunz: 28 años (Dieter Eilts: 32 años)
2000: Didier Deschamps : 32 años (Vieira: 24 años)
2004: Theodoros Zagorakis: 32 años (Basinas: 28 años)
2008: Marcos Senna: 31 años

- Publicado en Sport (20-X-2010)

martes, octubre 19, 2010

La caña de pescar incautos

A la hora del café en Madrid, José Mourinho soltó ayer su caña de pescar incautos. Acostumbra a hacerlo en Europa, no en vano sumará hoy 75 participaciones en Champions. Lanzó el anzuelo contra el novel Allegri, entrenador del Milan, a ver si pica. Esta vez fue a cuento de Pippo Inzaghi, el maravilloso 'killer rossonero', a quien Mourinho dice temer como a la peste, muy por encima de cualquier otro delantero rival. No importa si es cierto o falso ese temor, lo que importa es la habilidad del entrenador portugués en llenar de minas el campo del contrario. Lo ha hecho docenas de veces antes y adoptando formas diversas: en ocasiones, adelantando su propia alineación; en otras, la del rival; algunas más, destacando los puntos débiles del contrario o los más fuertes. En todos los casos buscó un resquicio por donde sembrar de dudas el cerebro del entrenador al que se enfrentaba. O bien para estimular su ego y provocar una modificación en sus planes originales.

Recuerdo al bueno de Rijkaard tragándose en alguna ocasión todo el anzuelo, pero aprendiendo para la siguiente vez. Mourinho es capaz de halagar al técnico rival o adelantar sus planes o señalar un defecto grave con el único objetivo de generar una respuesta que le interesa. En el caso de ayer, sus miedos públicos a Inzaghi -gran rematador, sin duda- parecen buscar que Allegri le alinee como titular (puesto que es el más temible según Mourinho) y, con ello, rompa la armonía alcanzada en las últimas semanas por el cuadro milanista, que ha sido capaz de alinear juntos a Pirlo, Seedorf, Ronaldinho, Ibra y Pato sin resentir su estructura defensiva y alcanzando excelentes resultados. Si Allegri se confunde con el anzuelo del portugués cambiará el sistema de juego que tan buen rendimiento le ha dado y habrá caído en la trampa de Mou. Uno más.

Explico todo lo anterior para resaltar algo que en ocasiones olvidamos: estamos tan saturados de ruedas de prensa salpicadas de palabras gruesas o ditirambos o estrafalarios parlamentos que perdemos la perspectiva de su importancia estratégica. Mourinho las emplea para engañar al rival y Guardiola para encauzar la motivación de su plantilla. Ahora mismo, en pleno fragor de la batalla, con las navajas institucionales cruzando el Camp Nou de norte a sur, con la enfermería poblándose de jugadores en precario y los rivales habiendo descubierto el antídoto mágico, parecería que este es el menor de los problemas que afronta el Barça, pero no nos equivoquemos: los partidos son la clave de bóveda y no empiezan con el pitido arbitral sino mucho antes y concluyen mucho después, al son de las ruedas de prensa de los entrenadores. Guardiola tiene, también en esto, un enemigo formidable enfrente.

- Publicado en Sport (19-X-2010)

lunes, octubre 18, 2010

Una decisión ejemplar

El éxito no otorga impunidad. Laporta fue el presidente de los mil éxitos, pero semejante colección de títulos y victorias no condona sus desmanes económicos si es que existieron, algo que hoy sólo es una sospecha pero deberá ser validado judicialmente para convertirse en certeza. Los títulos sirven para llenar vitrinas y vivir una felicidad inenarrable, pero no son la amnistía para los pecados del abuso y la conducta impropia. Por dicha razón y sólo por ella me parece positivo que la representación social del Barça haya emprendido el espinoso camino de reclamarle responsabilidades a los antiguos gestores. No parece ser la única razón pues ha habido demasiados movimientos del nuevo presidente que dibujan una motivación extra: la venganza, un plato que se sirve frío pero que también es un poderoso motor de destrucción. En sus primeros cien días, Sandro Rosell ha dejado una estela de pequeñas medidas nada constructivas y la apariencia, quizás falsa, de moverse por razones revanchistas hacia su antecesor. De ser así, el tiempo le pasará una factura similar pues no resulta fácil convivir con el ejemplo de Mandela por bandera pero actuar al revés.

Las motivaciones que pudiera tener el nuevo presidente no deben minimizar la bondad, en mi opinión, del criterio social adoptado. Por un margen escuálido, añadamos, aunque tan legítimo como el que le permitió a Laporta mantenerse dos años más en el cargo pese a la abrumadora votación negativa de la moción de censura. Creo que el Barça saldrá reforzado de esta batalla entre hermanos porque la exigencia de honestidad, transparencia y comportamiento ético jamás puede engendrar debilidad en ninguna entidad. Lo saben bien las sociedades anglosajonas, mucho más severas y racionales que la nuestra: con el dinero de los demás no deben hacerse avioncitos de papel. ¿Qué eso puede fracturar al barcelonismo? No seamos ingenuos: el barcelonismo lleva fracturado desde hace medio siglo. Es el club de los cien “ismos”, donde cada presidente, entrenador o directivo tiene su facción de apoyo y su oposición. El barcelonismo es una masa social gigantesca y transversal, pero también fragmentada y proclive al cainismo y la polémica gratuita. Un club que lleva dos décadas enfrentado a un partido de tenis entre nuñistas y cruyffistas y, sin embargo, ha conquistado en estos veinte años más títulos que en toda su historia ¿qué debe temer ahora?

Más bien al contrario, el Barça saldrá fortalecido de esta nueva pelea fratricida porque ha tomado una medida ejemplar: exigir responsabilidades al piloto de la nave. Sabemos que la condujo con acierto y éxito, y en el futuro sabremos si también lo hizo con la honestidad exigible. Nunca antes había ocurrido en el fútbol español, un solar poblado de jaimitos y tancredos. Este es un país donde jamás se levantan las alfombras, ni en fútbol, ni en política ni en ningún ámbito social y así estamos todos, oliendo un aire putrefacto y hediondo. Ahora que alguien se ha atrevido a abrir las ventanas, incluso si lo ha hecho por la innoble razón de la venganza, no podemos más que aplaudir semejante acción. El Barça ha dado un ejemplo de transparencia y también un precedente. Amargo y agrio, pero un ejemplo.

Amor per la pilota

Quan el Barça perd la pilota es converteix en un equip vulgar. La pilota és l’autèntic estil del Barça: amb ella tots els moviments adquireixen coherència i sentit; sense ella l’equip s’engarrota i es fa petit, feble i escarransit. Per tant, la solució quan un partit pinta malament, i el de dissabte contra el València pintava molt malament, és tornar a conquerir la pilota, fer que s’enamori de tu.

Ara que hi ha tanta gent amb petits dubtes sobre l’equip d’en Pep, dubtes de si plantilla curta o angoixa dels davanters o necessitat de fitxatges, ara ha estat molt engrescador aquest nou episodi d’amor de l’equip amb la pilota. I fer-ho, a més, davant d’un líder tan seriós com el València. Un Barça amb aquesta passió per la bimba no mereix que es dubti d’ell.

Tampoc l’acció de responsabilitat aprovada per l’Assemblea mereix gaires dubtes, al meu entendre. Sí que podem dubtar de les veritables raons de la directiva o del vot en blanc del president, però que el soci hagi decidit, encara que sigui per un marge ben justet, aixecar el llistó de la responsabilitat ben amunt no es res dolent. Contra el que pensa molta gent, jo crec que el Barça ha donat un gran exemple.

- Publicado en RAC-1 (18-X-2010)

sábado, octubre 16, 2010

El Virus FIFA destruye al Barça y refuerza al Madrid

El Virus FIFA ataca muy duramente al Barça. Lo aceptamos como verdad indiscutible y las estadísticas lo confirman, aunque dependiendo del abanico de años analizados adquiere mayor o menos importancia. Tras la reciente derrota del Barça en casa frente al Hércules, la tesis de que el virus de las selecciones era letal para los intereses barcelonistas se ha disparado, contribuyendo a ello que el parón anterior, a principios de agosto, también desembocó en derrota blaugrana (en la ida de la Supercopa) y que los tres compromisos anteriores se saldaron con empates. Así, el balance reciente es demoledor: tres igualadas y dos derrotas en los últimos cinco encuentros.

Algo parecido ocurre si extendemos la vista hasta el verano de 2007, tres años completos, período durante el cual de 17 partidos de Liga tras partidos de selección, el Barça sólo ha logrado 4 victorias, 10 empates y 3 derrotas. Pésimo balance, sin duda. Curiosamente, si reducimos el objetivo a las temporadas en que Pep Guardiola dirige al Barça (desde verano de 2008), sus resultados son algo más equilibrados: 10 partidos, con 3 victorias, 6 empates y sólo 1 derrota. Si nos fijamos en los cuatro últimos años completos, es decir, desde el inicio de la temporada posterior a la conquista de la Champions de París, el Virus FIFA muestra unos resultados discretos para el desarrollo barcelonista en Liga: 22 encuentros, 9 victorias, 10 empates y 3 derrotas.

Las diferencias en los efectos, más allá de aciertos y errores que se hayan podido producir en cada partido, parecen estribar en el número de jugadores aportados a las selecciones y, muy especialmente, a la española. Dicha aportación se ha incrementado de modo exponencial a lo largo de los cuatro años objeto del análisis, pues si bien al principio se reducía a dos o tres futbolistas como máximo (Puyol, Xavi e Iniesta) paulatinamente se fueron incorporando más hasta la situación actual, en que ocho jugadores del Barça forman la columna vertebral de la Roja, a lo que habría que añadir la presencia con sus respectivas selecciones del brasileño Alves, los argentinos Messi, Mascherano y Milito y los sub-21 Bojan y Jeffren.

EL MADRID SALE BENEFICIADO

En cualquier caso, la relevancia del ‘factor selecciones’ en los resultados posteriores resulta irrefutable con las estadísticas en la mano: en el mejor de los supuestos (desde el verano de 2006 hasta la fecha), el Barça ha ganado tan sólo el 41% de los partidos, muy lejos de su promedio habitual. En el peor de los casos (desde verano de 2007), el porcentaje de triunfos desciende hasta un paupérrimo 23,5%, lo que otorga el máximo valor a las palabras de un miembro del cuerpo técnico cuando nos decía hace más de un año: “Los jugadores vuelven desorientados de las selecciones y hay que volver a empezar desde cero”.

La fatiga, la carga de entrenamientos y el poco tiempo para preparar tácticamente el siguiente encuentro serían las causas fundamentales que explicarían este balance tan nefasto. La reciente modificación realizada por la FIFA, que ha situado los partidos internacionales los viernes y los martes, ayudará a corregir en alguna medida este problema, ya que permitirá a los jugadores disponer de más tiempo de recuperación y mayores posibilidades de preparar el partido siguiente.

Sin embargo, los mismos datos de partidos ligueros post-selecciones referidos al Real Madrid arrojan un balance radicalmente distinto: 18 triunfos, 2 empates y 2 derrotas en 22 encuentros. Es decir, un 82% de triunfos, incluso por encima de su promedio habitual. Podríamos decir que las selecciones sientan bien a los blancos, equipo igualmente plagado de internacionales. Expreso mi estupor ante dos balances tan opuestos frente a un mismo fenómeno: los partidos de selección rompen el ritmo del Barça y, por el contrario, afinan al Real Madrid... Agradeceré una explicación racional.

- Publicado en Sport (16-X-2010)

viernes, octubre 15, 2010

Qué son los Factores de Crecimiento con los que Xavi se está curando los tendones

Hace menos de dos semanas, Xavi Hernández dijo basta: la tendinopatía aquilea que sufría en ambos pies había alcanzado su apogeo y, más allá del enorme dolor que provoca dicha inflamación, corría el riesgo de convertirse en crónica e incluso apartarle del fútbol toda la temporada. El 5 de octubre, Xavi recibió una inyección de Factores de Crecimiento en la zona más dolorida y la mejora de su dolencia ha sido excepcional. Le he pedido a Loles Vives que nos explique en detalle qué son esos Factores de Crecimiento que también ha empleado Rafa Nadal hace pocos meses con notable éxito.

Evitar el quirófano siempre que sea posible es la máxima que se aplica para la recuperación de gran número de lesiones deportivas. Lesiones o patologías que hace unos pocos años no podían remediarse sin el uso del bisturí, actualmente pueden solventarse mediante la aplicación de técnicas mucho menos invasivas. El no va más de estas nuevas técnicas es la inyección de Factores de Crecimiento (FC) en el área dañada.

Resulta una técnica especialmente útil para recuperar lesiones en estructuras mal vascularizadas como son ligamentos, tendones, cartílagos o fascias. Se recurre a esta terapia, especialmente, ante lesiones crónicas (tendinopatías, pubalgias, codo de tenista, degeneración de cartílago, etc.). Puede usarse también para recuperar lesiones musculares, regeneraciones óseas y para acelerar el proceso de recuperación tras una intervención quirúrgica.

Xavi se está sometiendo a esta terapia para recuperarse de la tendinopatía (antes le llamaban tendinitis) que sufre en ambos tendones de Aquiles. Y Rafa Nadal subsanó el dolor que sufría en sus rodillas a causa de una degeneración de los tendones rotulianos gracias también a dicha técnica.

Aunque parezca una terapia muy novedosa lleva ya bastantes años aplicándose tanto en el campo de la medicina deportiva como en otras especialidades médicas: traumatología, odontología, oftalmología, cirugía plástica y regenerativa, medicina digestiva, vascular… También tiene sus aplicaciones estéticas (tratamiento arrugas, flacidez…).

Sus aplicaciones médicas se remontan a principios de los 80. En los 90 ya se aplicó en medicina deportiva. Luis Enrique superó una tendinitis aquileana crónica en 2003 gracias a la inyección de FC por parte del equipo médico del Dr. Ramón Cugat, el mismo que el pasado 5 de octubre infiltró el tendón derecho de Xavi en la clínica Quirón de Barcelona.

¿Qué se consigue mediante esta técnica?

Toda lesión conlleva un proceso de reparación tisular que se denomina cicatrización. Toda lesión también precisa de una regeneración y reordenación de los tejidos dañados. Los FC acortan los plazos de dicha recuperación y logran una mejor regeneración de los tejidos.

¿Qué es un factor de crecimiento (FC)?

Son unas proteínas secretadas por las células que estimulan acciones esenciales para la reparación y regeneración de los tejidos. Existen varios tipos de FC en función de sus acciones biológicas.

¿Cómo actúan?

Provocando la proliferación de fibroblastos (células que ayudan a cicatrizar), aumentando la síntesis de colágeno y ayudando a la formación de nuevos vasos sanguíneos, entre otras acciones. En definitiva, estimulan el proceso de cicatrización.

¿De dónde se sacan?

Los FC se obtienen de las plaquetas de la sangre del propio paciente.

¿Cuál es el procedimiento?

Como en cualquier análisis de sangre, se extrae un pequeño volumen de sangre al paciente (entre 20 y 80 ml). Se almacena en tubos y se centrifuga. De esta forma, la sangre se separa en sus tres componentes básicos:
1.-    Plasma pobre en plaquetas
2.-    Plasma con un número de plaquetas similar a la sangre
3.-   Plasma rico en plaquetas (PRP), que es el que interesa y de donde se liberarán los FC

¿Cómo se introducen y se liberan los FC en la zona lesionada?

Mediante una infiltración o inyección. En el momento de la infiltración, el PRP se trata con diferentes compuestos para formar un coágulo, logrando así que las plaquetas liberen los FC en la zona lesionada e inicien el proceso de recuperación. Para asegurar que los FC se insertan en la zona adecuada, las infiltraciones se realizan guiadas mediante un control ecográfico.

¿Cuántas infiltraciones deben realizarse?

Depende de la lesión, pero suelen realizarse entre dos y tres infiltraciones en intervalos de una semana o quincenales.

Ventajas

Al tratarse de un producto autógeno (que procede del mismo individuo), no existe posibilidad de transmisión de enfermedades ni de reacciones alérgicas. Tiene propiedades antiinflamatorias y bactericidas que minimizan el riesgo de infección.

Coste 

No es un tratamiento barato, pero tampoco resulta totalmente prohibitivo.  El precio total del tratamiento de una lesión oscila entre 400 y 700 euros. El precio varía en función del área a tratar y de la cantidad de producto a utilizar.

Advertencia

El paciente debe abstenerse de ingerir fármacos con actividad antiplaquetaria (como la aspirina, entre otros) desde 7 días antes de la intervención y también 7 días después.

Riesgos

Una mala praxis podría incurrir en una transmisión de patógenos. Sin embargo, todo el procedimiento se realiza bajo una completa asepsia.

miércoles, octubre 13, 2010

Las aportaciones de Barça y Madrid a las "rojitas"

La triple convocatoria de selecciones españolas de categorías inferiores en la misma semana (Sub-21, Sub-19 y Sub-17) arroja algunas curiosidades destacables sobre las canteras de Barça y Madrid.

Sub-21: Cinco jugadores del Barça (Miño, Fontàs, Thiago, Jeffren y Bojan) por uno del Madrid (Canales). Diferencia muy grande de representación probablemente debido a la presencia del Barça B en 2ª división en tanto el Castilla milita en 2ª B con una edad promedio bastante inferior, lo que explica las aportaciones a la Sub-19 y Sub-17. Si en vez de analizar los colores actuales nos centramos en el carácter canterano de los futbolistas el desequilibrio se acentúa: 8 del Barça (los cinco actuales más Botía, Mérida y Pacheco) por dos del Madrid (Mata y Parejo). ¿Síntoma o casualidad?

Sub-19: Cambio de escenario: 6 jugadores del Madrid (Dani Carvajal, Álex Fernández, Sarabia, Morata, Jesé y Rubén Sobrino) por 4 del Barça (Sergi Gómez, Muniesa, Sergi Roberto y Rafa Alcántara). Entre ambos equipos, 10 de los 18 convocados por Lopetegui para el miniEuropeo  de Lituania. Aunque Rubén Sobrino y Jesé Rodríguez se incorporaron a Valdebebas hace sólo dos años les contabilizamos como canteranos, lo que arroja un balance que contrasta con la idea predominante en la actualidad sobre el dominio rotundo del Barça en materia de filiales. En este caso, los madridistas son más numerosos.

Sub-17: Dos canteranos del Barça (Deulofeu y Nando Quesada) por 5 del Madrid (Alfonso Herrero, Iván Sáez, José Rodríguez, Francisco Pastor y Raúl de Tomás) en la convocatoria de Ginés Meléndez para el preEuropeo Sub-17. Vuelco total a las percepciones mediáticas por más que Iván Sáez sea un caso especial al estar en co-propiedad entre Real Madrid y Atlético de Madrid y no pueda ser considerado canterano blanco sino rojiblanco.

El resumen de las tres selecciones inferiores mostraría 12 futbolistas del Barça por 12 del Madrid, empate total, 24 jugadores de 57 convocados. Este empate se rompe ligeramente si consideramos los auténticos canteranos, faceta en la que el Barça aporta 14 futbolistas por 12 el club merengue.

En cuanto a las demarcaciones en el campo, ambas canteras aportan un portero (Rubén Miño y Alfonso Herrero), siendo mayoría en defensa los de procedencia barcelonista (Fontàs, Sergi Gómez, Muniesa y Botía) respecto de los madridistas (Dani Carvajal). En el centro del campo existe igualdad: Thiago y Rafa Alcántara, Sergi Roberto, Nando Quesada y Fran Mérida proceden de la cantera blaugrana; Parejo, Álex Fernández, José Rodríguez, Francisco Pastor y Sarabia llegan desde Valdebebas. En ataque, por último, hay una leve mayoría de canteranos blancos: frente a Bojan, Jeffren, Deulofeu y Dani Pacheco figuran Morata, Raúl de Tomás, Rubén Sobrino, Jesé y Juan Mata.

Estamos ante una simple convocatoria puntual, por más que triple, y resultaría erróneo extraer conclusiones serias al respecto. Pero hecha esta salvedad, sí podríamos decir que no se aprecian diferencias gigantescas entre la aportación de una y otra cantera ni tampoco parece confirmarse con estos datos la teórica diferencia de producción, según la cual el Barça fabricaría defensas y medios y el Madrid delanteros. Habrá que extender el análisis a muchas otras fechas para sacar conclusiones más precisas. Cuestión aparte es la utilización que, con posterioridad, hacen los primeros equipos de semejante materia prima.

PD.: El criterio bajo el que consideramos canterano a un jugador admite matices. Dani Pacheco, por ejemplo, decimos que es canterano del Barça, pero dio sus primeros pasos futbolísticos en el Málaga. Por el mismo criterio, Victor Ruiz se inició en el Barça (jugó en alevines), pero se ha formado en el Espanyol. Dos casos algo distintos son los de Hugo Fernández (central sub-17 Blackburn) y Edgar Badía (portero sub-19 Espanyol), pues en realidad ambos se formaron en La Masía blaugrana: Hugo estuvo dos años en el Barça, otros dos en la Damm y dos más en Cornellà antes de fichar por el Blackburn Rovers; Edgar acumuló tres temporadas en el Barça, dos en el Cornellà y lleva tres en el Espanyol. En ambos casos sería válido decir que son canteranos del Barça, pero también atribuir su formación a partes iguales con los otros equipos catalanes. No es un asunto trascendente, pero sí merecía una nota al pie.

martes, octubre 12, 2010

Las prisas mataron al artista

Bojan Krkic ha marcado un gol en los últimos 13 partidos que ha disputado: seis de Liga, dos de Champions, la ida y vuelta de la Supercopa española y tres con la sub-21. Maticemos: ha estado presente en 13 partidos, pero sólo ha sido titular en 8 con un total de 607 minutos en dichos encuentros (75’ por partido). En los otros cinco ha salido como suplente absolutamente testimonial, acumulando apenas 59 minutos en total, a 12’ por encuentro. Estos otros cinco partidos, por tanto, son irrelevantes a efectos estadísticos. Pero este matiz no cambia la realidad: Bojan sólo ha marcado un tanto en los 8 partidos que ha jugado como titular. Y el gol llegó hace ya dos meses, el pasado 11 de agosto en Kotka (Finlandia) y de penalti. Desde entonces, se han sucedido 14 remates, un disparo al palo y un gol correctamente anulado. Balance demoledor que sólo ha servido para incrementar de modo exponencial la ansiedad mental del delantero, cada día más agarrotado y precipitado en sus acciones.

Ahora que el entorno barcelonista muestra irritación aguda hacia este chico convendría repasar los errores cometidos con él. Su ascenso al primer equipo fue, como mínimo, precipitado. Rijkaard se equivocó gravemente y afición y prensa jalearon ese error con elogios desmesurados, endiosándole, calificándole de “nuevo Raúl” y fabricando unas expectativas enfermizas, hinchadas y falsarias. Bojan debió haber seguido en categorías inferiores, escalando posiciones peldaño a peldaño y no dar ese salto gigantesco de niño a hombre. La decisión fue un error mayúsculo, pero un error acompañado del aplauso unánime de periodistas y aficionados. Error por triplicado. No se puede correr más que el tiempo; no se deben quemar las etapas. Se hizo con Messi y salió bien. Fue un caso entre cien. Y hablamos de Messi, excepción de excepciones, fenómeno único en el mundo.

Visto desde hoy ¿cómo pudo cometerse semejante barbaridad con este chiquillo? Probablemente porque vivimos en una 'sociedad kleenex' donde sólo buscamos carne fresca que deglutir con inmediatez. La engullimos y a por otra. Este frenesí va contra la progresión del deportista. Si las expectativas son un veneno, las prisas son una puñalada. Para crecer y progresar, todo deportista necesita un ecosistema compuesto por exigencia, rigor, obligaciones y disciplina, pero también prudencia, calma y discreción. A Bojan se le hurtaron todos estos factores introduciéndole precipitadamente en un ecosistema que no era el suyo. Es lógico que sus flagrantes errores de estas semanas irriten al personal, pero todos deberíamos ser bastante más autocríticos: demasiada prisa, expectativas y adulación mataron al artista. No fue su culpa, pero hoy es un juguete roto necesitado de otro entorno. Confío en su fuerza mental para salir de este pozo.

domingo, octubre 10, 2010

Thiago Alcántara, así es el crack precoz

Thiago Alcántara ha jugado siempre en categorías superiores a su edad. Siendo cadete probó en juveniles y, como parece lógico en la perla más talentosa de la cantera en muchos años, cuando lo que le tocaba era foguearse ya se instaló de forma natural en el Juvenil A como pieza desequilibrante e incluso dispuso de 121 minutos (cinco suplencias) en el Barça B con apenas 16 años. En la temporada 2007-08, el hijo de Mazinho demuestra estar a la altura de las previsiones: juega en categorías dos años superiores a su edad simplemente porque es un futbolista superior, de esos que parecen tocados por una varita mágica, capaces de las genialidades reservadas a los cracks.

Esta precocidad evolutiva se debe también a cierta planificación. Se aceleran sus condiciones de crecimiento en el ecosistema canterano al confirmarse lo intuido con la selección sub’17: Thiago vive demasiado desconectado del juego. O le llega el balón y el juego transcurre en un entorno ofensivo o el hispano-brasileño se aísla a menudo, abusa del ralentí y se dosifica en exceso. Los técnicos creen necesario pasar pronto a la Fase 2 para que tome conciencia de estos vicios penalizadores.

SU MAGIA ES SU ENEMIGO

La segunda temporada de Thiago en el Barça B supone un verdadero proceso de endurecimiento camino del profesionalismo. Pero su magia es también su máximo enemigo. Empieza la Fase 2 antes que ningún otro futbolista porque tiene más calidad que cualquier otra perla. Se le empuja a hacerlo para que conozca los defectos de que adolece su juego. Disputa 25 partidos con el B, en total 1.562 minutos (1.311 como titular en 17 partidos más ocho suplencias).

Una lesión le impide ser uno de los tres centrocampistas más utilizados en un año en que la prioridad es mantenerse y, quizás, aspirar al ascenso. Pese a todo, es el cuarto medio más utilizado cuantitativamente por Luis Enrique y acumula un minutaje muy valioso, pues participa en los encuentros más importantes. Aunque completa la Fase 2 le falta un plus para ser considerado jugador-clave: tiene tendencia a desaparecer y no implicarse en algunas fases del juego.

La temporada 2009-10 debía ser el gran curso de Thiago en el Barca B. Si en lo cuantitativo ya ha completado la Fase 2, todavía le falta hacerlo en modo cualitativo, consiguiendo regularidad y corrigiendo lagunas. Y parece conseguirlo: apunta una mejora significativa en aspectos hasta entonces discretos como el trabajo y el compromiso durante noventa minutos. En líneas generales es un futbolista más comprometido y ‘arremangado’, un Thiago distinto y más maduro. Empieza a comprender que un ‘cerebro’ también ha de trabajar y meter la pierna.

Dos factores cortan esa evolución: una lesión de tres meses al inicio de curso y la estancia en el primer equipo en enero a causa de las bajas de Touré y Keita con lo que a final de temporada no llega a los mil minutos (838 en 13 partidos, ocho como titular) lo que le sitúa solo como séptimo centrocampista más utilizado. Es el mejor cualitativamente, pero no logra los objetivos deseados.

¿ES DECO O ES GUTI?

Si resumiéramos los peligros que le sobrevuelan afirmaríamos: “El éxito no se consigue sólo con talento”. Thiago es el Iniesta o el Messi de la quinta del 91-92. Si a Xavi le regalasen las condiciones físicas y técnicas de Thiago ya tendría una montaña de galardones internacionales a nivel individual. Hay días en que Thiago tiene algo del Guti descentrado. Otros días, sin embargo, es el gran Deco. Cuando se señalan sus defectos, el primero siempre es su propio talento futbolístico. El 90% de los futbolistas de primer nivel mundial querrían tener las cualidades que posee este chico, cuya mejora acostumbra ir de la mano del método exigente y riguroso de Luis Enrique.

Echamos en falta mayor regularidad en actitud sobre el césped. Una mejor gestión de su calidad. Saber cuándo ha de jugar y dar fácil el balón sin adornarse. Básicamente, ser consciente que por su posición en el campo precisa más sacrificio y trabajo defensivo continuados, una implicación mayor y ofrecerse desde el primero y hasta el último minuto de juego como cerebro y brújula del colectivo. Todo apunta a que ha encontrado el camino correcto y el cuadro técnico trabaja mucho en él en esta dirección, tutelando su evolución con un mimo casi paternal y una planificación milimétrica. La bronca de Guardiola por celebrar un gol con el banquillo formaba parte de esa tutela milimétrica. Thiago tiene una marcha más que el resto, pero tiene que utilizarla siempre y no sólo cuando le conviene o le gusta. ¿Guti o Deco? En su voluntad está decidir qué quiere ser cuando sea mayor.

CINTURON NEGRO EN UN AÑO

Por todo lo anterior será positivo un tercer año con ficha del B. Por tres razones: primero, para continuar su proceso formativo sobre todo en lo cuantitativo, máxime ahora que podrá competir de forma exigente en Segunda, integrado en una división donde cada victoria se pelea hasta el último aliento y se combinan calidad elevada y competitividad feroz. En ese entorno debe convertirse en ‘cinturón negro’. Segundo, por una cuestión mental. La anarquía del jugador es el reflejo de su mente. Thiago ha de comprender que, por más calidad que posea, hay peajes que pagar y que el éxito llega a través de valores como la constancia, humildad, sacrificio y solidaridad y no a partir de una sobreconfianza en sí mismo que en ocasiones llena la cabeza de pajaritos. De la Peña o Mario Rosas están ahí para ser recordados no sólo por su calidad, sino también por no haber llegado a la cumbre disponiendo de un talento prodigioso.

En tercer lugar, por una cuestión de jerarquía: Thiago ha de completar una temporada entera llevando los galones. Dar un paso al frente y que su calidad sea realmente productiva: capitanear el centro del campo del B y marcar estilo. Ser jugador-clave. Disputar 2.500 minutos con los de Luis Enrique y transformarse en un ‘8’ muy creativo, pero con alta capacidad de trabajo y sacrificio. Complementario con todo ello, Thiago recibirá algunos premios en forma de participación en el Pep Team: Copa del Rey, varias jornadas ligueras, algo de Champions... No cumplirá 20 años hasta abril con lo que por vez primera no debe tener prisa: seguirá llegando muy pronto a la élite, pero debe hacerlo habiendo pulido sus defectos y llenado sus carencias.

sábado, octubre 09, 2010

Los ciclos cortos

Apenas conseguido el triunfo en Anoeta, José Mourinho apeló a la fatiga de sus jugadores a causa de un “ciclo corto”. ¿Qué es un ciclo? Denominamos de este modo al período entre dos partidos consecutivos: le llamamos corto cuando median tres días entre ambos y largo cuando son cuatro o más los días que hay entre partido y partido. Diréis que no hay mucha diferencia entre corto y largo: apenas un día. Pero esa jornada acostumbra a ser decisiva para la recuperación del esfuerzo anterior, especialmente si por medio hay un viaje largo que genera pocas horas de sueño tras el encuentro e incluso impide el entrenamiento de recuperación posterior. Parece una filfa, pero es algo fundamental en la planificación de las cargas de un equipo. Mourinho tenía, en este caso sí, toda la razón: el Madrid había jugado Champions en el Bernabéu (contra Ajax) el miércoles 15 y tres días después ya estaba disputando otro encuentro, en San Sebastián frente a la Real Sociedad. Sólo 72 horas para recuperar, un ciclo corto.

Semanas más tarde, tras golear al Depor, el mismo Mourinho repetía argumento a la inversa: el Madrid había tenido cinco días desde su partido europeo en Auxerre y las piernas y el espíritu de sus hombres estaban frescos. Viaje rápido, descanso completo, recuperación plena, pequeña carga de trabajo, preparación táctica del siguiente partido, un ciclo largo. De nuevo tenía razón. Apuntó también a la fatiga del Barça, que había jugado el miércoles en Kazan y llegado a casa a las cuatro de la madrugada del jueves, sin posibilidad de efectuar el entrenamiento de recuperación lo que le habría afectado cara al partido del domingo contra el Mallorca. Ambas cosas son ciertas, si bien no cabe buscar en los ciclos cortos todas las causas de tropiezos o flojas prestaciones. Es un factor que perjudica o ayuda, pero no lo justifica todo.

La gestión de los ciclos es actualmente una ciencia en la que se esmeran los entrenadores por ser factor clave en los resultados, dado que deben conseguir que sus plantillas mantengan el rendimiento con la secuencia permanente de dos partidos semanales. Esa secuencia ha sido tradicionalmente letal para conjuntos menores o poco acostumbrados. El Madrid de Pellegrini cayó el curso pasado en Champions (además de por la ausencia de Xabi Alonso) cuando chocó de sopetón con la dinámica de dos partidos semanales tras estar más de tres meses jugando sólo uno. Este mismo argumento empleó Pep Guardiola al ser eliminado de Copa por el Sevilla: el Barça rompía de este modo su dinámica constante de dos encuentros cada siete días y eso le preocupaba. Por suerte para él, ese “vacío” sólo duró cuatro semanas y al regresar la Champions sus hombres volvieron a coger el ritmo partido-recuperación-partido.

Esta dinámica, contra lo que se cree, es la que pone en forma al jugador siempre que se alternen ciclos cortos con largos. Los preparadores del Barça explican que de vez en cuando la rompen voluntariamente para cargar las piernas de algún jugador y evitar que se ponga demasiado pronto en demasiada buena forma. Así que en el fragor de la batalla, si ven rotaciones raras no se sorprendan. Se trata de gestionar el arte de los ciclos.

BORUSSIA Y STUTTGART, DOS CASOS EXCEPCIONALES

Esta temporada se han producido dos casos muy excepcionales que quiero resaltar. El primero lo protagonizó hace pocas semanas el Stuttgart de Christian Gross, que disputó en casa su partido de Europa League contra Young Boys (3-0) el jueves 16 de septiembre a las 21 horas (final del partido, 23 h.) y jugó su encuentro de Bundesliga frente al Borussia Moenchengladbach el sábado 18 a las 15,30 h., es decir sólo 40 horas después de concluido el primer partido. ¡Una barbaridad! La barbaridad no impidió que el Stuttgart destrozara a su rival por 7-0. Como atenuante cabe decir que ambos encuentros se celebraron en el VfB de Stuttgart por lo que no hubo viajes y el equipo pudo descansar el viernes. Pero 40 horas, se mire por donde se mire, es algo excepcional.

Mucho más duro me parece lo ocurrido con el Borussia Dortmund, uno de los actuales gallitos de la Bundesliga. Su secuencia fue la siguiente: el jueves 16 de septiembre disputa un partido durísimo en Ucrania contra el Karpaty de Lviv (3-4) que empieza a las 22 horas locales y concluye en la medianoche del viernes. El equipo de Jürgen Klopp duerme en Lviv y viaja el viernes hasta Dortmund... ¡a las 18,55 h.! donde aterriza a las ocho de la tarde. Sesión de recuperación el sábado y viaje el domingo a Gelsenkirchen (media hora en coche) para enfrentarse al Schalke, cuyo partido de Champions en Lyon fue el martes y llega descansado a la cita. ¿Quién gana? El Borussia, por supuesto (1-3) que apaliza al equipo de Felix Magath con un añadido importante: los once titulares de Dortmund son los mismos once que formaron el jueves en Lviv. Sin rotaciones ni cambios.

Pero esto sigue y tres días más tarde, miércoles 22, a las ocho de la tarde el Borussia recibe en casa al Kaiserlautern y con sólo dos cambios (Piszczek por Owomoyela y Kuba por Götze) suma otra victoria aplastante (5-0) pese a que el ciclo ha vuelto a ser corto (74 horas). ¿Quieren más? 65 horas más tarde, nuevo partido, esta vez ante el St. Pauli, nuevo triunfo (deshaciendo los dos cambios anteriores), séptimo partido consecutivo venciendo. Resumen: cuatro partidos en 8 días y medio (nueve noches), todo un récord. ¿Rompe esta hazaña del Borussia la teoría de los ciclos cortos? En mi opinión, no. Simplemente es algo excepcional, difícilmente repetible y que quizás pase factura más adelante.