Difícil maltratar más un activo material del que uno es propietario y desmoronar su valor de mercado. Entre Capello, Calderón, Mijatovic y la 'obediencia debida' de algún periodista de Madrid han degradado a Ronaldo al estado de piltrafa futbolística, como si fuese el culpable de todos los males. Pero Ronaldo sólo ha jugado tres partidos como titular esta temporada y apenas el 21% de los minutos totales (fuente: Madridadas.com), casi siempre en partidos ya resueltos (para bien o para mal), incluso medio ciego como el domingo. Alcohol, falta de constancia, compromiso escaso, entrenamiento regular, exceso de peso, pronto le acusarán desde el palco del Bernabéu del cambio climático...
Ronaldo no ha sido un futbolista modélico. De haberlo sido, sin ninguna duda estaría ya entre aquellos grandes que se cuentan con una mano. Pese a ello, a su dejadez física y a las graves lesiones que padeció, ha sido un monstruo del gol. Al Madrid le ha sumado puntos a porrillo. ¿Se ha olvidado ya que durante años el Madrid se resumía en la ecuación Casillas + Ronaldo? ¿O de las veces que se jugó el tobillo lesionado el año pasado? Desde agosto, Ronaldo se puso más serio que nunca. Entrenó más y mejor que nunca. Eso no era muy difícil dado el bajo nivel previo, pero trabajó. Y tuvo una actitud ejemplar. ¿Alguien le recuerda una mala palabra, un mal gesto, frente al ninguneo de Capello, cuando no frente a sus puyas verbales? Capello ha sido extremadamente cruel con Ronaldo. Por descontado, no tenía futuro en el Madrid, pero merecía respeto por haber sido quien es. Bastante más que ese “Ronaldo parece que no cuenta” con que ha liquidado Calderón, hombros encogidos ("me dicen..."), el asunto y, de paso, lo ha regalado a quien quiera pagarle el salario base. Mourinho prepara las maletas
Hace un mes, el periodista inglés Duncan Castles publicó un documentado informe en “The Times” que me pareció revelador. En esencia, el director general del Chelsea, Peter Kenyon, había iniciado en noviembre una sorprendente operación de ampliación de contratos a los jugadores esenciales (Drogba, Essien, Terry y Lampard) sin que mediara ninguna petición por parte de los futbolistas ni sus agentes, que se frotaban las manos pese al desconcierto de la convocatoria. El objetivo fue blindar la columna vertebral del Chelsea para evitar que Mourinho... se los llevara con él en junio a su nuevo equipo.
Desde ese día, 10 de diciembre, el enfrentamiento Mourinho-Kenyon (Mourinho-Abramovich, en realidad) se ha centuplicado. La mayor parte de los conflictos privados ya han aparecido filtrados por ambas partes: la negativa de Kenyon a renovar a Gallas pese a la promesa del entrenador; el encaprichamiennto de Abramovich por Shevchenko; el desprecio de ‘los intocables’ hacia Ballack; el rotundo no de Kenyon a fichar en enero lo que pidió Mourinho; la respuesta de éste negándose a 'hacer caja' con Wright-Phillips y así a diario hasta llegar al “busco casa en Milán” que ayer se le atribuyó al técnico luso. El asunto parece ya sentenciado: Mourinho se irá de Stamford Bridge y Abramovich respirará tranquilo. Pero aún veremos y oiremos muchos episodios más de esta batalla. Referencias
- "Me dicen..."
- "Parece que no cuenta..."
- Culpable por decreto
- El Chelsea renueva a 'los intocables'
- "Busco casa en Milán"
Fotos: AP - Getty.
