El fútbol actual posee unas exigencias de tal calibre que ya no se puede afirmar que ninguna plantilla sea suficientemente profunda, compacta y equilibrada. Mirad lo que ocurre con el Chelsea, que está alineando de emergencia a Ferreira y Essien como centrales y encadenando fiasco tras fiasco hasta debilitar tanto a Mourinho que su cambio de aires empieza a tomar cuerpo. Y estoy hablando de la considerada plantilla más completa y competente del fútbol europeo. Pero incapaz de soportar la tensión competitiva de Premier, Champions, FA Cup, Carling Cup más lesiones, castigos e incidencias.
Las plantillas actuales están infradimensionadas. Fueron preparadas para afrontar 50 partidos al año a base de tener dos jugadores por puesto, pero nadie contó que ese era un cálculo ficticio pues la realidad modifica todas las previsiones. La realidad provoca que al Chelsea se le lesionen todos sus centrales, al Barça todos sus delanteros titulares y al Valencia sus mediocentros. Claro, diréis, entonces ¿qué hay que hacer? ¿fichar a cinco jugadores por puesto? No exactamente, pero sí adoptar algunas medidas. 
Por ejemplo, ya no es posible mantener el nivel competitivo con apenas 22 jugadores más ese recurso a los equipos filiales que nunca acaba resolviendo nada. Las plantillas han de ampliarse pese a los problemas colaterales que eso pueda implicar (celos, ambiciones, disgustos...). Como en tantas otras cosas, el Arsenal lleva cierto tiempo señalando el camino: Wenger cuenta con 31 jugadores a sus órdenes directas y plenamente utilizables y bien que lo está agradeciendo. Por ahí debe irse. Por la ampliación a 25-28 jugadores como mínimo. Y no sólo es cuestión de números. 
Veamos: la plantilla del futuro debe tener ciertas características. Por supuesto, debe ser coherente con el estilo de juego del club. Cada equipo juega a algo concreto y sus jugadores no pueden tener cualidades contradictorias con dicho estilo. La plantilla debe ser multiclasista: unos son estrellas, futbolistas decisivos, y otros forman la clase media. La combinación de ambos componentes es fundamental. Además, debe cumplirse el requisito mínimo de dos jugadores por posición, para permitir las rotaciones imprescindibles. Al nivel actual, un futbolista del que se quiera obtener un rendimiento máximo pero sostenible sólo debería jugar dos partidos semanales en contadas ocasiones, cláusula que apenas se cumple. De ahí la necesidad de los dos hombres por posición. 
Más. Por descontado, especialistas, pero también jugadores polivalentes. Cada equipo debe tener sus Márquez, Baptista, Essien o Frings. Gente capaz de ocupar varias posiciones con notable alto si las circunstancias lo precisan. Porque un equipo moderno ya no son once titulares y algunos suplentes con mala cara. Una plantilla ganadora debe reunir ya los requisitos que planteo: profundidad (25 a 28 jugadores), competencia interna, equilibrio de calidades y versatilidad.La ‘pedrada del tenista’
A los siete minutos de partido, Roberto Carlos ha sufrido la ‘pedrada del tenista’, una lesión en el gemelo que se llama así por la sensación que provoca: el de una auténtica pedrada en la pantorrilla. Habitual en los tenistas cuando realizan un cambio de ritmo en una subida a la red. Es una de las lesiones musculares más dolorosas de todo el cuadro clínico (lo sé bien) aunque no es corriente en el fútbol. Quizás la causa de la 'pedrada' de Roberto Carlos sea el clásico conflicto de la concatenación de lesiones en músculos antagonistas. A un problema en el cuadriceps se sucede otro en su antagonista: o sea, en el gemelo. Cuatro semanas de recuperación para el lateral brasileño, lo que combinado con las seis de Marcelo deja a Raúl Bravo como posible titular en Champions frente al Bayern. La buena noticia para el ‘Madrid joven’ que ha empatado con el Betis en Copa (0-0) han sido las maneras de Gonzalo Higuaín, excelente en todas las facetas, comenzando por el de su personalidad. Quizás lo único destacable junto con la actitud peleona general. Pero poco más.
Referencias
- Los 31 de Wenger
Fotos: Empics - Sport - Getty - EFE - AFP.
