
A primera vista, el Sevilla lo tiene todo para pelear seriamente por el título de Liga. Es un equipo de porte físico fenomenal, capaz de asustar con su sola presencia. Posee los automatismos mecanizados de los equipos que juegan de memoria, con una elevada capacidad asociativa, convencidos de que el juego colectivo es la mejor de sus armas, por encima de cualquier individualidad. Tiene un espíritu feroz, indesmayable, pues jamás baja los brazos por duro que sea el rival o la tarea. Decía Victor Fernández anoche que jugar contra el Sevilla se hace muy largo y así es. Además, posee una gran seriedad táctica y alternativas estratégicas notables por si las cosas pintan mal. Así que no es líder por casualidad ni omisión de sus contrarios, sino por la acumulación de talento en todas las facetas. Reconozco mi embeleso por el conjunto andaluz. Y, sin embargo, el Sevilla que empieza 2007 perdiendo en Zaragoza deja las dos mismas dudas de los últimos meses: ¿resistirá físicamente? ¿soportará la presión psicológica del liderato?

Las dudas pertenecen al terreno de la resistencia y la fortaleza psíquica. Y esa otra que ya he citado: ¿puede ganar la Liga un equipo de balance impecable en casa, pero que pierde la mitad de sus partidos como visitante?
Fotos: EFE.