jueves, enero 25, 2007

Argentinos


Fernando Gago y Diego Milito, convocados por la albiceleste, sea quien sea el verdadero seleccionador. Gago llega así a la absoluta ahora que Mascherano es un futbolista virtual y Riquelme un abandonista. Es otra albiceleste ‘europea’, sea porque los mejores ya están por aquí, sea para no perturbar a los jugadores locales que preparan la próxima Copa Libertadores. Y es una albiceleste sólo para un amistoso contra Francia, pero a Gago le servirá para debutar en su selección absoluta y así parchear el lapsus que Capello tuvo el otro día.

Y ahora llegarán quienes consideran que todos los futbolistas argentinos son unos ‘vendehumo’. Darán la réplica aquellos que consideran mucho mejor a los argentinos que a los italianos ‘corruptos’, quienes a su vez dispararán contra los españoles ‘pechofrío’ y estos sucesivamente señalarán a los franceses ‘dopados’, que darán paso a los ingleses ‘alcohólicos’ y así sucesivamente hasta la República de Vanuatu. Leo a menudo en los comentarios del blog teorías muy parecidas a esta que expongo. Se agrupa a todos los jugadores de una misma nacionalidad, se les pega encima una etiqueta demagógica pero de atractiva grafía y ya está. Descalificados todos. No sucede sólo en el fútbol. Ya sabéis: catalanes tacaños, madrileños chulos, andaluces perezosos. Etiquetas que se pretenden interesantes y que no son más que generalizaciones baratas de poca enjundia intelectual.

El talento de los futbolistas está por encima de nacionalidades. Por descontado, los entornos influyen en el carácter (y mucho) y no podemos pretender que suecos e islandeses jueguen al fútbol con la pasión de argentinos o escoceses. Pero la pertenencia a una nación o una raza no determina el talento del jugador, ni configura su destino. Ni todos los cameruneses son como Eto’o, ni todos los argentinos como D’Alessandro, ni los italianos como Materazzi, los ingleses como Rooney o los españoles como Joaquín.

Fotos: EFE - AFP - Valencia.com.