El futbolista melancólico se está diluyendo. Riquelme se apaga, permanentemente desconvocado, después de largos períodos de ausencias interiores y de lesiones que sólo él conocía. Pésimo gestor de sí mismo, este hombre que nació con un balón pegado a la bota se derrite con el paso de los meses desde aquella fatídica noche en que miró a Lehmann a los ojos y no soportó la presión del penalti decisivo.
El penalti resultó decisivo para su carrera, como también esa carga que toda Argentina echó sobre sus espaldas para conquistar un Mundial que quedó lejos. Acostumbrado a la ligereza de sus movimientos, Riquelme no ha podido con tanta carga y sin hacer ruido está desapareciendo del mapa futbolístico. Una pena porque, en su estilo tan peculiar, era un mago aunque precisamente ese estilo le cerró las puertas de la mayoría de equipos europeos. Ensimismado con el balón, nunca advirtió que había fútbol más allá de sus botas y sus requiebros.Mala noticia para la plasticidad del fútbol español que, tras Zidane, también Riquelme apague la luz.
Underwater, mejor debut 2006
A los dos días de colgar su disco en iTunes, Underwater Tea Party (para los noveles, el grupo de mi hijo) acaba de ganar el premio al mejor debut musical 2006 de la revista Supernova Pop. El otro grupo en que participa, Sixty Nine Millions Inches, ha quedado en séptima posición. Y sigue la gira: Toledo el viernes, Zaragoza el sábado, Madrid, Jaén y Córdoba en febrero, Barcelona en marzo.
Además, la MTV ya tiene el videoclip que ha rodado el grupo, cuya distribución por You Tube acaba de empezar:
Fotos: EFE.
