
A Capello le he respetado siempre por su coherencia. Entrenador con características muy rotundas: estilo defensivo; disciplina en el trabajo; poco riesgo en sus planteamientos. Su estilo nunca me ha emocionado, pero ha merecido todo mi respeto precisamente por la coherencia de la que hablo. Pero transcurrido medio año desde su regreso al Madrid advierto demasiados vaivenes y cambios de criterio, algo desconcertante en este hombre. Citaré sólo algunos:
- 1.- Helguera, sin dorsal y despreciado a entrenar con los juveniles, para acabar siendo clave en la defensa
- 2.- Pavón, intransferible por necesario, para no jugar ni los ‘minutos basura’
- 3.- Woodgate, cedido a Inglaterra y a continuación el club se moviliza buscando desesperadamente un central
- 4.- Raúl Bravo, imprescindible, polivalente, sustituto de Cicinho en el lateral derecho... para acabar repudiado
- 5.- Robinho, transferible desde el primer día, alineado por casualidad, salvador en la Champions, titular indiscutible y nuevamente repudiado
- 6.- Un central marcador como Cannavaro es ubicado demasiadas veces como central líbero, lo que acrecienta su naufragio
- 7.- El mediocentro defensivo más poderoso de Europa (Diarra), por el que se paga una fortuna, reside en el banquillo
- 8.- Garantizó que domaría a Cassano, en lo que ha fracasado radicalmente
- 9.- Cuando Raúl recupera el olfato de gol decide alejarle del área, donde ejerce de corredor de fondo
- 10.- Para sustituir al zurdo Roberto Carlos emplea al diestro Sergio Ramos...


Fotos: Reuters - EFE - AFP.