El plan de Luxemburgo para esta noche es intentar marcar en el primer cuarto de hora aprovechando el ambiente hostil de la grada y el subidón de adrenalina que el recibimiento a Etoo provocará en los jugadores madridistas. Beckham, Zidane, Raúl y al ataque, para que Ronaldo demuestre que ha regresado. Si da resultado (la pasada temporada, a los 20 minutos ya ganaba por 2-0 ante el pasmo blaugrana), Luxemburgo dará paso al “catenaccio” que le caracteriza: líneas hacia atrás quince metros y balones largos para Ronaldo, que en carrera es letal. Sergio Ramos y Pablo García para cortar, Raúl para enganchar y Beckham para centrar serán las piezas claves, más las manos mágicas de Casillas.
Al Barça le corresponderá mover el balón, aunque Xavi y Deco tendrán dificultades en practicar su habitual rondo porque serán marcados muy encima. El Madrid pretenderá que suban el balón Puyol, Márquez y Oleguer. El Barça buscará “madurar” el partido a base de mover y mover y tratará de desequilibrar con las diagonales de Giuly y las permutas de Ronaldinho y Etoo, buscando el desbarajuste en una defensa que no ha jugado junta desde hace 35 días (en el Calderón, contra el Atlético de Madrid), tantos como ausente ha estado Ronaldo.
La eficiencia en el remate resultó fundamental en el último enfrentamiento (10 de abril, 4-2) ya que el Madrid lanzó 7 veces a puerta y marcó cuatro goles mientras el Barça logró dos tantos en los 12 remates realizados contra Casillas. Este será un aspecto clave del partido, al igual que los intentos de sorpresa inicial de los técnicos, que muy probablemente realicen algún movimiento táctico o de piezas que busque descomponer los planes rivales, o la capacidad que tenga cada equipo en imponer su estilo: fútbol directo con balones largos desde atrás por el Madrid; fútbol de toque veloz y presión muy arriba el Barça.
Quedará para la última media hora esa segunda lectura que tiene todo encuentro en función del desarrollo, el resultado, la tendencia de juego, los incidentes físicos y las accidentes de la ruta. Es el “efecto Solari”, esa táctica que puso en pie Del Bosque en el Madrid con el volante argentino. Se trata de “madurar” durante una hora una determinada zona del equipo rival para machacarla en la última media hora con un hombre de refresco. Ahí es donde entraba en escena Solari. Más tarde fue Guti quien se ocupó de esta táctica, hasta que exigió la titularidad y se autoinmoló. La temporada pasada Rijkaard la copió, con la entrada de Iniesta por Giuly, y ahora la ha perfeccionado con Messi, que ha bordado sus mejores actuaciones oficiales cuando ha jugado ese rol.
Afortunadamente para todos, la realidad superará a este ensayo de ficción y nada de lo que les he contado se producirá de este modo. O sí.
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Lecturas recomendables:
Los comentaristas de opinión de "As" que todos a una piden calma a la grada. Destaco a Alfredo Relaño.
Excelentes artículos de Santiago Segurola, Javier Marías y Sergi Pàmies en "El País".
Y Xavier Mas de Xaxás firma hoy en "La Vanguardia" un auténtico tratado sociológico al que me adhiero en su totalidad.
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Recuerdo mi pronóstico de alineaciones hecho el pasado jueves:
Por el Madrid: Casillas; Salgado, Helguera, Sergio Ramos, Roberto Carlos; Beckham, Pablo García, Zidane; Raúl, Ronaldo y Robinho.
Por el Barça: Valdés; Oleguer, Márquez, Puyol, Silvinho; Xavi, Motta, Deco; Giuly, Etoo y Ronaldinho.
Dos errores, aprobado raspado. Tres o más, suspenso para mí.