Rijkaard es el hombre tranquilo, el entrenador que transmite serenidad y humildad, virtudes sobre las que se edifican los éxitos, y también fidelidad a sus criterios, nacidos y moldeados en el Ajax y Milan y en contacto con los ‘grandes’ del fútbol europeo. Rijkaard no es un hombre de asimilación rápida y decisiones imprudentes, de ahí que tardara en conocer la plantilla que tenía entre manos, que se demorara en decisiones que parecían obvias e irritara al barcelonismo al retardar su propuesta de juego. Pero cuando planteó sus propuestas lo hizo con rotundidad, firmeza y claridad. Desde aquella Navidad en que fichó a Davids, el resto ya es historia conocida y camino claro. Rijkaard posee una filosofía futbolística construida entre holandeses voladores e italianos resultadistas; un proyecto nítido y claro; y una voluntad firme de llegar a puerto. De ahí que todos sus movimientos obedezcan a un plan.
Una plantilla más que un equipo: Para esta noche, por ejemplo, ha prescindido de Messi y Xavi y parece previsible que veremos jugar en algún momento a Belletti, Sylvinho, Motta, Iniesta o Larsson e incluso Ezquerro o Gabri (aparte del regreso de Giuly). Rijkaard combinará el homenaje del Camp Nou a los vencedores del Bernabéu con la gestión eficaz de una plantilla nutrida y polivalente. Demostró saber ganar una Liga con sólo 12 jugadores y está demostrando saber hacerlo también con 24. Tiene el Barça esta noche un partido difícil ante el equipo más prolífico de Europa (38 goles en 13 partidos) y es sabido que tras las grandes victorias acostumbran a llegar las grandes resacas. Además, viene K-1 (Klose, 14 goles en 12 partidos), aunque está ausente K-2 por lesión (Klasnic, 8 goles en 10 partidos), al revés que en aquel partido jugado en Bremen en septiembre (0-2, Deco y Ronaldinho), más el genial francés Micoud, un talento fantástico en el centro del campo. Rijkaard plantea un interesante equilibrio entre el disfrute del éxito y la prudencia ante el porvenir, además de una espléndida demostración de que gestiona una plantilla y no sólo un equipo. Este hombre tranquilo y humilde y con fuerte capacidad autocrítica (algo inaudito en el fútbol español) es la base de un futuro exitoso.
¿Crispación o desinterés?: En Madrid no hay tranquilidad, sino la histeria propia de quien está sufriendo una demolición gradual, como confirma la encuesta del prestigioso "L'Equipe" que anuncia Elías Israel en su blog. Las viejas cortinas de humo, de las que tan maestro fue Joan Gaspart, han reaparecido en forma de Michael Ballack, Fabio Capello o Paul Le Guen, pero también las revanchas ácidas, como esa exhumación del “informe Pirri” que presenta “As”. Todos los medios temen a Juninho Pernambucano, muchos lanzan encuestas “contra” Luxemburgo e incluso algunos se atreven a cuestionar el modelo marketiniano de Florentino, aunque no todos. Sin embargo, nadie se plantea que Ronaldo no estaba en condiciones de jugar y trasladan su ausencia en el partido de mañana simplemente a que “no está recuperado”. ¡ Pero si era evidente la semana pasada ¡ Tampoco nadie cuestiona que la decisión personal de Raúl de no operar su rodilla tiene más de voluntarismo deportivo del jugador que de sensatez médica. Por jugar el Mundial puede hipotecar todo su futuro como futbolista. Respeto mucho y comprendo a Raúl, pero temo que se equivoca con esta decisión que ha tomado hoy. Apenas nadie en Madrid dice esto, ni analiza porqué este equipo apenas se entrena, y tampoco nadie se pregunta porqué Edmilson, Puyol y Xavi (por este orden, ahora que he podido revisar la acción) acuden presurosos a atender al Raúl lesionado mientras los madridistas lo miran desde lejos, Ronaldo de brazos cruzados y Beckham especialmente molesto por el chut fallido de su capitán. No es un hecho relevante, pero sí muy significativo.
¿Y Florentino? Florentino, mientras tanto, bastante tiene con informar a la CNMV de otro hecho, este sí, relevante: ACS desmiente que piense fusionarse con la recién comprada Unión Fenosa. Recuerden, ¡never, never, never !
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P.S.: Rijkaard no falla: Gabri por Xavi; Motta por Edmilson; Larsson por Etoo (más Giuly).
