domingo, marzo 04, 2007

Hemos visto al campeón


Hermoso, hermoso, hermoso. Partido excepcional, sin dudarlo el mejor de la temporada, de los que elevan el nivel de nuestra mediocre Liga a cotas inauditas. Con todos los ingredientes que convierten en apasionante a este deporte del balón: goles espectaculares, penalti errado, expulsiones desequilibrantes, nueva sorpresa táctica de Rijkaard, derroche físico, resistencia mental, excelencia técnica. Francamente, en este Sevilla-Barça creo que hemos visto al campeón del torneo, aunque las trece jornadas que restan todavía permitan mucha vuelta de tuerca.



Un Barça interesante y un Sevilla brillante. Este es el resultado que arroja el partido para mi recuerdo. Un Barça que ha deslumbrado al principio, plantado con un 3-4-3 en ataque donde los centrocampistas eran Zambrotta, Xavi, Iniesta y Gio, reconvertido en 5-3-2 al defender, pues bien Messi, bien Giuly se descolgaban siguiendo a su lateral. Segunda exhibición táctica de Rijkaard en apenas tres días y el Sevilla descolocado, fuera de sitio, sin c
omprender lo que sucedía. Gol de Ronaldinho y Kanouté en el centro del campo mendigando balones, símbolo del desconcierto local. Penalti fallado que podía sentenciar y a partir de ahí, también como hace tres días y como otras veces, el Barça en vez de machacar piensa en Anfield e intenta enfriar el partido y lo que logra es calentar al rival.



Y entonces ha aparecido un Sevilla descomunal. Difícil destacar a alguien: Daniel Alves, generoso, febril, efervescente, gigantesco (y siempre pisando la línea roja, digámoslo también); Poulsen, reconvertido en central, sobrio y expeditivo; David Castedo, bien ubicado, con coberturas precisas, lección de lo que debe ser un lateral cuando defiende; Martí, marathoniano omnipresente, fenomenal como barrendero y también como constructor; Kerzakhov, batallador desestabilizando a la defensa y con un gol ‘a lo Drogba’; Puerta, filigranero y desequilibrante; y Kanouté, prodigioso de fuerza, de empuje y de voluntad. Un Sevilla de primer nivel europeo, digno líder, capaz de acorralar con uno menos al Barça, pero también acorralado por un campeón serio que ha podido empatar jugando con nueve aunque también salir goleado.



Hemos visto al campeón, creo. No sé si será Sevilla o Barça, pues no sólo hay trece partidos por delante, sino los efectos colaterales de la Champions, la UEFA y la Copa del Rey, más la condición física, la resistencia anímica, la presión de vencer y muchas otras incidencias que seguro ocurrirán. Pero ya nada nos podrá quitar de las retinas un hermoso partido de fútbol jugado por dos grandes. Por fin.

Fotos: AP - AFP - Reuters.