1.- Han vuelto Piqué y Puyol.
Han vuelto de verdad. Han pasado desapercibidos en defensa. Es decir, han
vuelto. Piqué es la posición, Puyol la concentración infinita. Es el dúo dinámico. Juntos, el juego
del Barça vuelve a tener sentido desde el primer paso. Valdés tiene el balón,
sus centrales se abren, se inicia el movimiento colectivo…
2.- Hoy, Puyol y Piqué, al revés de lo clásico. Puyol en derecha, Piqué en izquierda. ¿Casualidad? Ahí hay algo. No sabemos qué, pero intuimos un movimiento por alguna razón. La conoceremos dentro de unas semanas. Con el retorno de ambos, la temporada real ha empezado.
3.- Otra vez el 2-3-3-2 para que el equipo pueda apoyarse en cuatro líneas. Y el otro principio fundamental del curso: con cuatro por dentro (como mínimo). Esto conlleva que arriba sólo haya dos y tengan que estar muy abiertos: son las estacas. Alexis y Cuenca, con instrucciones precisas para estirar la lona y abrir al rival en canal. Los extremos guardiolianos.
4.- Desde la banda, Alexis tiene la misión de tirar diagonales hacia dentro. Lo de Villa, pero con más naturalidad. Desde la banda, Cuenca tiene la orden de correr la banda y dejar el interior para Alves. Parten de fuera, uno va hacia dentro, el otro sigue por fuera.
5.- Los contratos dicen una cosa, pero los rendimientos explican otra. Hace un año había dudas de que Isaac Cuenca regresara de su cesión al Sabadell. Hoy, acumula méritos indiscutibles para formar parte del primer equipo. No lo dice en ningún contrato, pero lo gritan sus actuaciones.
6.- Keita acumula minutos. Se va en enero y Pep intenta refrescar a Busquets, esencial en los grandes partidos. Keita no es el mediocentro que necesita el Barça: no circula con fluidez, ni marca el ritmo; el partido transcurre a su alrededor sin que el malí influya. Pero está cumpliendo un papel importante. Oxigenar a Busquets.
7.- Sobresaliente la presión para recuperar balón. Sólo un recordatorio: la presión no es causa. Es efecto. Efecto de la organización del equipo y de la correcta aplicación del juego de posición. El equipo recupera fácil porque está junto y cerca del lugar de la pérdida. Maxwell, el Sylvinho contemporáneo, es ejemplar en esta faceta.
8.- El Zaragoza le ha regalado tiempo a Cesc y espacio a Messi. El otro dúo dinámico no ha perdonado. Refundado en falso 9, Fàbregas deja atrás su papel de creativo constructor y ya se viste con la ropa del llegador. La realidad ha modificado los pronósticos de pretemporada: Cesc debía ser el constructor y Thiago el hombre del último pase. Y está siendo al revés.
y 9.- El doble Messi ya es norma de la casa. No hay un falso 9, sino dos. Los cadetes del 87 se reúnen para maliciar fechorías con balón. Uno descarga y atrae, con lo que genera el hueco para el otro. Dame hueco, grita Cesc. Y Messi fabrica el hueco. Por ahí entra Fàbregas. Como un trueno.
- Barça-Zaragoza (Liga, 13ª jornada). 19-Noviembre-2011. Camp Nou. 4-0 (Piqué, Messi, Puyol, Villa)
2.- Hoy, Puyol y Piqué, al revés de lo clásico. Puyol en derecha, Piqué en izquierda. ¿Casualidad? Ahí hay algo. No sabemos qué, pero intuimos un movimiento por alguna razón. La conoceremos dentro de unas semanas. Con el retorno de ambos, la temporada real ha empezado.
3.- Otra vez el 2-3-3-2 para que el equipo pueda apoyarse en cuatro líneas. Y el otro principio fundamental del curso: con cuatro por dentro (como mínimo). Esto conlleva que arriba sólo haya dos y tengan que estar muy abiertos: son las estacas. Alexis y Cuenca, con instrucciones precisas para estirar la lona y abrir al rival en canal. Los extremos guardiolianos.
4.- Desde la banda, Alexis tiene la misión de tirar diagonales hacia dentro. Lo de Villa, pero con más naturalidad. Desde la banda, Cuenca tiene la orden de correr la banda y dejar el interior para Alves. Parten de fuera, uno va hacia dentro, el otro sigue por fuera.
5.- Los contratos dicen una cosa, pero los rendimientos explican otra. Hace un año había dudas de que Isaac Cuenca regresara de su cesión al Sabadell. Hoy, acumula méritos indiscutibles para formar parte del primer equipo. No lo dice en ningún contrato, pero lo gritan sus actuaciones.
6.- Keita acumula minutos. Se va en enero y Pep intenta refrescar a Busquets, esencial en los grandes partidos. Keita no es el mediocentro que necesita el Barça: no circula con fluidez, ni marca el ritmo; el partido transcurre a su alrededor sin que el malí influya. Pero está cumpliendo un papel importante. Oxigenar a Busquets.
7.- Sobresaliente la presión para recuperar balón. Sólo un recordatorio: la presión no es causa. Es efecto. Efecto de la organización del equipo y de la correcta aplicación del juego de posición. El equipo recupera fácil porque está junto y cerca del lugar de la pérdida. Maxwell, el Sylvinho contemporáneo, es ejemplar en esta faceta.
8.- El Zaragoza le ha regalado tiempo a Cesc y espacio a Messi. El otro dúo dinámico no ha perdonado. Refundado en falso 9, Fàbregas deja atrás su papel de creativo constructor y ya se viste con la ropa del llegador. La realidad ha modificado los pronósticos de pretemporada: Cesc debía ser el constructor y Thiago el hombre del último pase. Y está siendo al revés.
y 9.- El doble Messi ya es norma de la casa. No hay un falso 9, sino dos. Los cadetes del 87 se reúnen para maliciar fechorías con balón. Uno descarga y atrae, con lo que genera el hueco para el otro. Dame hueco, grita Cesc. Y Messi fabrica el hueco. Por ahí entra Fàbregas. Como un trueno.
- Barça-Zaragoza (Liga, 13ª jornada). 19-Noviembre-2011. Camp Nou. 4-0 (Piqué, Messi, Puyol, Villa)