1.- Manzano anula a Xabi
Alonso a través de Diego. Torre sobre reina. ¿Acierto? No lo sé, pero suena mal
aunque debemos reconocer que también fue efectivo. En igualdad numérica, la
torre frena a la reina y el movimiento da buen resultado.
2.- Ya que no puedes cerrar las
gigantescas puertas interiores del Bernabéu, secuestra al dueño de las llaves. Si maniatas
al Quarterback, dejas en la sequía a las pirañas de arriba. Así han sido los
primeros veinte minutos. Sacrificio de Diego, anulación de Alonso. Peaje duro
para el Atleti, pero la medida ha surtido efecto.
3.- La expulsión de Courtois
provoca un cambio radical de planes. Fuera Diego, libertad para Alonso, puertas
abiertas, pasillos gigantes. La trituradora reemprende su camino. ¿Tenía otra
opción Manzano? Habrá mil versiones, pero ninguna idónea, probablemente.
4.- Xabi Alonso tira de catálogo
y reparte a bandas o por dentro, según el momento. Ahora hacia fuera, ahora
hacia dentro. El Quarterback en su mejor expresión, aunque sus compañeros no hayan
estado a la altura del tolosarra.
5.- Di María mejora a Özil.
El argentino se apropia de la banda derecha y el alemán regresa entre líneas, donde
es mejor. Özil es Özil si está Di María. Otra cosa ha sido su lectura del
partido: francamente mejorable, sin ayudar apenas a Xabi ni imponer un mínimo
de pausa.
6.- Benzema genera el efecto
tornado en ataque y Marcelo es el gran agitador. Cuando cruza los tres cuartos
provoca turbulencias por doquier, pero la precipitación de ambos se ha comido
los beneficios de su agitación.
7.- Desbordado, el Atleti se
ha acogido a la supervivencia a través de la dureza o lo que se ha dado en
llamar el fútbol de hombres, dulce cuando lo practicas tú, amargo cuando te lo aplican.
8.- Los gestos técnicos de
Adrián son de altos vuelos; la calidad general de Arda Turam, una maravilla.
Adrián se desmarca con la suavidad del esgrimista y el turco pincha bolas de
granizo como un funambulista. Dos bailarianes en medio de la tormenta.
9.- La defensa del Madrid es
espléndida en los momentos de contundencia, pero parece tener el suelo de
cristal en cuanto el contrario triangula y toca en corto. Lass seca y frena,
dominando el oficio del barrendero, pero no aporta más. Sergio Ramos, en su
mejor versión como central, es capaz de dejar un breve interrogante por segunda
semana consecutiva.
y 10.- Las expectativas eran tan
altas que el rendimiento madridista parece un peldaño inferior a lo esperado.
Como si la intensidad se hubiera confundido con el atolondramiento. Más que vértigo,
por momentos parecía fútbol precipitado, como si las emociones le pudieran al
juego. Dicho lo cual, la tuneladora sigue su marcha imparable.
- Real Madrid-Atlético de Madrid (Liga, 14ª jornada). 26-Noviembre-2011. Santiago Bernabéu. 4-1 (Adrián, Cristiano, Di María, Higuaín, Cristiano)