He ahí a un técnico de futuro. Alberto Toril. Entrenador del
Castilla desde hace once meses, líder incuestionable del grupo I de Segunda B.
El balance de esos once meses es impactante. Vean:
Se hizo cargo del Castilla el 4 de enero de 2011,
sustituyendo a Alejandro Menéndez. En ese momento, el filial merengue sumaba 24
puntos en 19 partidos: 7 victorias, 3 empates y 9 derrotas. Balance muy
preocupante para un equipo que a principios de año marchaba apenas a cuatro
puntos de los puestos de descenso. Con Toril llegó la revolución, pues logró
concluir invicto los 19 restantes partidos de la liga regular: 14 victorias y 5
empates. Tercera posición final del campeonato, con 71 puntos (21 victorias, 8
empates, 9 derrotas), 73 goles a favor por 38 en contra. Si Menéndez había
sumado 24 puntos en media liga, Toril logró 47 en la otra media. Prácticamente,
el doble. Con la misma plantilla.
Debutó el 9 de enero frente al Coruxo, al que venció por
1-4, y encadenó otras ocho victorias consecutivas, antes de ceder un empate en
terreno del Conquense. Añadió tres victorias más, cedió tres empates (uno
frente al Lugo, ganador del campeonato, único cedido en Valdebebas), consumó
tres nuevas victorias y terminó el torneo regular empatando en Getafe. Con esta
trayectoria, el Castilla se ganó la opción de pelear en los playoffs de ascenso
a Segunda.
En un Bernabéu con 45.000 espectadores, el agarrotamiento descentró
al filial, que encajó un 0-2 a manos del Alcoyano. En el partido de vuelta, un
1-2 a diez minutos del final dio esperanzas, pero el 2-2 les acabó eliminando.
Más que hundirles, ese nuevo año en 2ª B les ha espoleado. Por el camino, tres jugadores fundamentales como Fran Rico
(Granada), Juan Carlos (Zaragoza) y Pablo Sarabia (Getafe) abandonaron el club
para jugar en Primera. Otros cinco miembros menos relevantes también
abandonaron la plantilla. A cambio llegaron los juveniles Jesé y Omar
Mascarell, así como Lucas y Óscar Plano del RM C y se fichó al central Pedro
Mendes (Sporting Portugal) y al lateral zurdo José Antonio Ríos (Sevilla
Atlético). El grueso de la plantilla se mantuvo idéntico al pasado curso dado que
Álvaro Morata decidió renovar por el club.
Con estas armas, Toril ha cuajado un inicio de curso
pletórico: 15 partidos (33 puntos), 10 victorias, tres empates y dos derrotas,
con 28 goles a favor y 10 en contra. Su primera derrota se produjo el 2 de octubre en campo de La Roda (4-2), en la séptima jornada de la temporada,
cerrando en 25 el número de partidos en que el equipo se ha mantenido invicto
en liga regular (19 el pasado curso más las seis primeras de este).
Balance demasiado potente como para pensar en casualidades.
Toril maneja el equipo con maestría. Plantea un 4-2-3-1 como base, por lo
general muy directo con tres etapas: de centrales a mediocentros (junto a Álex
Fernández se ha aposentado Mandi tras el inicio de Omar), combinaciones por
dentro y aperturas rápidas a banda. En una de ellas habita a veces Morata, espacio poco
natural para el delantero centro, que ha dejado la punta para Joselu. En la
otra, Jesé confirma semanalmente su tremendo potencial. El estilo de juego aún
posee ciertas irregularidades, del mismo modo que la defensa sufre si no está
Nacho Fernández en ella. Por el contrario, sus dos laterales, Carvajal en
derecha y Casado en izquierda, poseen una vocación ofensiva espléndida.
Demasiado pronto aún para tener la certeza de que el
Castilla concluirá la temporada al mismo ritmo espectacular de su inicio, pero
este liderato lleva grabado el nombre de Toril, técnico de gran porvenir, y
deja el aroma de que el equipo está preparado para competir hasta el final por
el ascenso.