sábado, septiembre 10, 2011

El 2-3-3-2

Cada vez que el Barça presenta una alineación en formato 3-4-3, creemos retroceder a 1988 y revivir a Cruyff en el banquillo. Sin embargo, en estas dos largas décadas, ese dibujo ha aparecido en las pizarras blaugrana en múltiples ocasiones, pero sobre todo en el césped. Ocurre que tendemos a definir el sistema de juego erróneamente en función de la alineación y del dibujo teórico que forman los jugadores antes del pitido inicial, pero la realidad es mucho más rica y sutil. Xavi Hernández lo definía con precisión anteayer en el diario Sport cuando explicaba que el Barça emplea casi siempre una línea de tres defensas vista la posición real durante el juego.

La próxima evolución táctica que maneja Guardiola no es el 3-4-3 de Cruyff, ni el 3-1-3-3 de Bielsa (aunque con interiores en vez de laterales, como ante el Villarreal), sino el 2-3-3-2. Hagamos una precisión básica: esta estructura está prevista para aplicarse en el Camp Nou ante equipos de defensa muy cerrada y nivel medio; no es el sistema para enfrentar a un Real Madrid o un Manchester United, ni para visitar los campos de Athletic u Osasuna. Es para desplegarla en casa frente a conjuntos de media tabla que atacan con un solo delantero. El objetivo fundamental de dicha organización es incrementar a cuatro las líneas de jugadores para facilitar el sentido del juego saltando de una a otra, hacia delante o hacia atrás según interese.

El esquema planta dos defensas sobre el círculo central: uno preciso en el pase y la conducción (estilo Piqué) y otro corrector gracias a su velocidad y eficacia en el corte (Puyol, Mascherano, Abidal). El inmenso vacío a sus espaldas deberá ser cubierto por la anticipación de Valdés, auténtico líbero, más la rapidez del defensa corrector. La segunda línea del equipo la componen los dos laterales más el mediocentro de posición, que ejerce de ancla sobre quien gravita el equipo (digamos Alves, Busquets, Abidal). Ambos laterales mantienen su perfil asimétrico, con mayor profundidad por derecha.

La tercera línea se mueve entre líneas rivales: son las tres mariposas que revolotean para escorar la muralla contraria, Messi y dos interiores componiendo triángulos de distintos tamaños y orientación, en ocasiones con la punta hacia arriba, en otras hacia abajo. La cuarta línea, por último, es la de los extremos sacrificados, los dos hombres que estiran y tensan la lona en las bandas para abrir los pasillos centrales en la defensa contraria por donde entrará la tercera línea blaugrana y también ellos dos.

Guardiola ya empezó a probar este plan especial de ataque a finales de la pasada temporada, que es la época que siempre utiliza para ensayar sus nuevas propuestas de laboratorio, y pronto veremos este 2-3-3-2 con fuego real.

- Publicado en Sport (10-IX-2011)