A la hora de cerrar la
edición del libro “Senda de Campeones/El Camí dels Campions” (primeros días de enero de 2011), la
denominada Lista de los 50 era un dolor de cabeza: jugadores como Rubén Rochina
oficializaron su marcha del club; otros, como Jon Miquel Toral, comunicaron su
futuro adiós en verano; varios más eran dudosos. Y había uno que estaba jugando bien,
pero lejos del Barça: era Isaac Cuenca. Militaba en el Sabadell, por entonces
en 2ª B, donde era titular indiscutible de la banda izquierda. ¿Había que
incluirle en la Lista? ¿Regresaría un cedido? Para colmo, un jugador que había
salido dos veces del club, la primera por voluntad propia, la segunda porque no
quedaban fichas en el Barça B.
Áxel Torres, el magnífico
periodista de Gol TV, tuvo la respuesta y fue afirmativa. No había que dudarlo:
Isaac Cuenca debía ser una de las 50 principales promesas de la cantera del Barça,
por más que estuviese jugando en el Sabadell.
No fue un capricho. Desde
el mes de octubre de 2010, Cuenca formaba parte de una primera preselección
(100 nombres) para el libro. Pero al no tener opción de verle jugar en la Nova Creu Alta, le
pedí a Áxel Torres que hiciera el scouting del extremo. Cada semana, con
puntualidad germánica, Áxel me informaba de los avances del jugador y también
de sus retrocesos, lesiones o dificultades. De vez en cuando me mandaba un vídeo
con las evoluciones de Isaac. Su diagnóstico ya era claro en diciembre:
triunfará y volverá al Barça.
A principios de año, y
con la fecha límite de entrega del libro ya vencida, había que tomar una decisión:
¿49 de La Masia más un cedido? Parecía muy arriesgado. Si no había conseguido
ficha la temporada anterior ¿por qué razón iba a lograrla jugando lejos del
Mini Estadi? La tentación de incluirle era fuerte vistos los informes de Áxel.
El riesgo de hacer el ridículo, también. Pasado el día de Reyes, Áxel y yo
hablamos para tomar una decisión final: sí, estaría en la Lista de los 50.
Hoy, Isaac ya vive en el
ascensor del Camp Nou. El scouting de Áxel Torres dio en el blanco.