1.- Los mejores
reflejos de España. Un portero de balonmano, con escudos en vez de guantes. Actuación
prodigiosa de Javi Varas, que recuerda aquella otra de Palop en Copa. 21 disparos a su
alrededor, algunos cañonazos a bocajarro que parecían imparables. Portero que lleva meses construyendo
su leyenda y ha erigido su estatua en el Camp Nou.
2.- Varas ha crecido a la
sombra de Palop y diríamos que estaba destinado a la oscuridad. Asomó la cabeza
hace dos temporadas y en la pasada jugó media Liga. Ahora es titularísimo e
irrefutable. Desconozco si la llegada del magnífico Javi García como nuevo entrenador de
porteros, procedente del Espanyol, ha influido en esta eclosión volcánica, pero
lo parece.
3.- El juego de cerrar
pasillos. Coberturas excepcionales en el primer tiempo sevillista. Por fuera,
el interior se suma al lateral. Por dentro, el interior se junta con el
central. Acordeón defensivo, sometido al vaivén atacante del Barça, gran
especialista en la materia. Messi, Alves, Iniesta, Adriano y demás saben
arrastrar hacia un pasillo y reorientarse hacia el otro en cuanto encuentran
cerrado el primero.
4.- El acordeón exige mucha
paciencia. El Barça la ha tenido; ha ensayado su partitura cien veces, pero no ha
conseguido derribar la puerta. Ha estado cerca en varias ocasiones: por fuera,
por dentro, en diagonal, por arriba y casi siempre por abajo. Cada equipo ha
presentado su plan más coherente en función de las armas que posee. Ambos han
hecho bien su trabajo.
5.- Cerrando puertas, Medel, Campaña
y Armenteros han resultado esenciales. Sus ayudas como segundos defensas han
sido prodigiosas, cubriendo huecos, tapando espacios y basculando con energía
inteligente, sin brusquedades ni cometer apenas faltas.
6.- Intentando abrirlas,
Iniesta es un artista formidable. Mientras todo el equipo basculaba en busca de
un hueco, Andrés parecía tener la llave del baúl. Por dentro o por fuera, ha
protagonizado acciones excelentes. Digamos que ha entreabierto la puerta
suficientes veces como para inclinar el partido de forma decisiva, pero ahí
estaba Varas para pillarle los dedos al Barça con la puerta.
7.- Marcelino ha realizado un
buen movimiento táctico y Guardiola dos, uno bueno y otro que le ha salido mal.
El de Marcelino ha sido la entrada de Kanouté para descargar por arriba
arrastrando a Abidal y dejando sitio para Navas y Rakitic. Podía haber
funcionado porque Kanouté ha hecho muy bien su trabajo, pero Navas no ha
acompañado con acierto y el Sevilla ha desaprovechado que el Barça ya jugaba
con un único hombre atrás.
8.- A Guardiola le ha salido
bien retrasar a Adriano al principio: de extremo derecho a lateral zurdo. Suena a movimiento
defensivo, pero es al contrario: con cuatro atrás, sus laterales parten del centro del campo y viven
casi de extremos. Retrasando al brasileño, los locales han atacado mejor.
9.- A Guardiola le ha salido
mal quitar a Keita por Pedro y retrasar a Iniesta. Sobre el papel era lógico y
sensato, pero en la práctica Pedro no ha podido hacer lo que estaba bordando
Iniesta: romperle la espalda a Martín Cáceres. Por esa banda, como en los
viejos tiempos, Andrés era un puñal que parecía a punto de sentenciar y Pedro
ha sido un tapón. Guardiola buscaba una solución, pero ha generado un problema.
Cuando los entrenadores dicen que el fútbol es así, debe ser por cosas como ésta:
aplicas un remedio que parece idóneo y el remedio acaba siendo peor que la
enfermedad.
10.- Es el sexto penalty que Messi ha fallado (o le
han detenido) con el Barça (vía @2010MisterChip ). Es la sexta expulsión de Kanouté en los últimos 10 años.
y 11.- Sevilla consigue sus
objetivos: acordeón defensivo, portero estratosférico, empate conseguido. Su
partido ha sido calcado al del Milan en Champions, con idénticas coberturas de los medios a
sus defensas. El Barça no logra lo que quería: empezar por fuera para definir por
dentro. Le ha ocurrido como aquella noche frente al Milan aunque sólo se ha visto apretado en una ocasión. Está construido para jugar así y así seguirá hasta el último aliento.
- Barça-Sevilla (Liga, 9ª jornada). 22-Octubre-2011. Camp Nou. 0-0