1.- Los goles de Higuaín.
El argentino es un delantero muy extremista: capaz de enchufar goles de manera
inesperada, casi en situaciones imposibles, pero también de fallar ocasiones
sencillas. Esa etiqueta siempre le acompañará, por más que su categoría resulta
indiscutible. De su hat trick me quedo con el segundo gol, que lo inicia Higuaín
en banda izquierda y lo concluye él mismo por derecha con un disparo seco tras
buena asistencia de Arbeloa.
2.- La generosidad de
Cristiano. Indiscutible. Se destaca tanto que el portugués haya asistido a
Higuaín y Callejón por lo novedoso e inédito del hecho. ¿Casualidad o cambio de
rol? Me inclino a pensar que un poco de todo. Dudo que Cristiano reduzca su
voluntad de protagonismo en el área rival, aunque es probable que esté
comprendiendo que su mejor dimensión futbolística pasa por colaborar con los
compañeros. El tiempo dirá, pero es un buen detalle.
3.- El segundo gol de
Higuaín es una obra de arte de desmarque y movilidad. En concreto, de
dos jugadores: el propio Higuaín y Özil. El argentino está en banda izquierda
intentando percutir, pero la defensa espanyolista cierra los espacios y entra
en un túnel. En vez de proseguir hacia la nada, decide retroceder y encuentra
buenos puntos de apoyo: Xabi Alonso, Lass y Kaká. Estáticos los tres, al igual que Cristiano.
Equipo quieto, como estatuas, aunque con buenas combinaciones al primer toque.
Sólo un jugador se mueve, uno solo: Higuaín, que navega de banda a banda para
ofrecerse por derecha a la asistencia brillante de Arbeloa. Pero la asistencia
no habría llegado nunca de no ser por Özil, el otro que se mueve: como extremo
derecho comprende de qué va el movimiento de Higuaín y retrocede diez metros
arrastrando a Didac Vilà con él, regalándole un pasillo gigante a su compañero.
Gol. Foco en Higuaín. Mérito de su movilidad y de la de Özil.
4.- En el gol de Callejón,
el foco regresa a la generosidad de Cristiano, pero me quedo con Kaká y Xabi
Alonso. El brasileño descarga desde el centro del campo y el donostiarra lanza
uno de sus maravillosos pases de 40 metros. Sin ellos dos no habría
contragolpes majestuosos.
5.- Ramos como central y Arbeloa de lateral diestro. No hay duda que es mejor esa ecuación que Ramos de lateral y Arbeloa en el banquillo. En el centro de la defensa, el sevillano aporta sobriedad y potencia. En el lateral, el salmantino es riguroso y cumplidor en lo táctico. ¿Qué impide que puedan seguir en esos roles donde rinden a gran nivel?
y 6.- La goleada a un
Espanyol con organización defensiva de cristal oculta otra faceta de la realidad:
el juego del Madrid ha sido espasmódico e irregular. Durante buena parte del
encuentro ha sido encerrado atrás, no ha olido el balón y regalado ocasiones de
gol a los locales. Las luces brillantes pesan más que la opacidad del juego,
pero la dificultad de dominar el balón y organizarse a partir del cuero sigue
ahí. Esta dinámica del equipo en no querer poseer el balón ¿es casualidad o tendencia?
- Espanyol-Real Madrid (7ª
jornada, Liga). 2-Octubre-2011. Cornellà-El Prat. 0-4 (Higuaín, Higuaín, Callejón,
Higuaín)