viernes, septiembre 01, 2006

La chapuza nacional


En el fútbol hay proyectos a medio plazo, los hay a corto y también los hay a micro. El del Madrid de Calderón parece de estos últimos. Con el argumento de que el socio quiere un título ya (lo que va a ser difícil porque faltan nueve meses para que se otorguen), todo parece valer. Desde el incumplimiento flagrante de las promesas que le sirvieron para ganar las elecciones hasta la propia dinámica de altas y bajas que ayer entró de lleno en el esperpento con el fichaje-cesión de Reyes en el último suspiro o incluso fuera de plazo...

¿Planificación de una temporada? Veamos, de los jugadores que realizaron todo el trabajo de pretemporada durante los 18 días de concentración en Irdning (un buen trabajo, por cierto) ya no están en el equipo Baptista, Woodgate, Soldado, Portillo, Balboa, Pablo García, Diogo, Jurado, Arbeloa, Rubén, Juanfran, Borja, Gravesen ni De la Red y no cuentan para el entrenador Helguera, Pavón ni Mejía. Diecisiete jugadores que completaron todo el trabajo previo no tendrán oportunidad de demostrarlo o lo harán en otros equipos. Hasta aquí, un esfuerzo inútil. De los 23 que se entrenaron desde el principio, 14 ya no están y a tres no les aprovechará...

¿Necesidades del equipo? El nuevo presidente le da carta blanca al entrenador, quien contra la opinión mayoritaria de los aficionados blancos decide mantener a la ‘vieja guardia’: Salgado, Roberto Carlos, Raúl... El entrenador pide dos centrales, pero sólo llega uno (Cannavaro). El otro que quiere no llega, pero desprecia a Woodgate y a cambio se quedan tres que no le interesan. Acepta que llegue Reyes, pese al ‘overbooking’ que habrá por esa banda, y perder a Baptista a cambio de liberar una plaza de extracomunitario, bien para el central deseado, bien para Adriano. Y todo ello se realiza en las últimas 48 horas de plazo, contrarreloj, con el estrés del tiempo que marca su implacable final, nombres y nombres sin sentido, sin orden, sin otra razón que rellenar huecos. Pero ni llega el central ni se cubre la plaza de extracomunitario, desperdicio total, aunque se queda Ronaldo, mercancía pura, expuesto durante semanas al vaivén del ‘mercato’ por si alguien quería hacerse con él...

Es difícil no ser cruel con Capello, Mijatovic o Calderón en estas horas. También es difícil planificar peor el micro, el corto y el medio plazo de un club: su preparación para toda la temporada, el equilibrio en la plantilla, la gestión del vestuario, el estado anímico de los que se quedan y también de los que se van, la imagen global de la entidad en el mundo. Es difícil dilapidar peor el discreto talento de los canteranos, despreciar tanto a la clase media o dejar los establos peor que estaban. Tiene mérito haber logrado este récord de chapuzas en tan poco tiempo.

Fotos: Marca - Real Madrid.com.