Cinco meses sin Eto’o. Suena feísimo y a algunos le ha sonado a dramático. Pero el Barça de Rijkaard es algo más que Eto'o. O debe serlo. Igual que la España de baloncesto era más que Pau Gasol. La baja de Eto'o hay que interpretarla desde el equilibrio: es muy importante, incluso será trascendental en algunos tramos, pero no debe catalogarse como dramática. En manos de la plantilla está que el problema se transforme de grave en leve. Es un problema, pero debe convertirse en una oportunidad. Y la sustitución del camerunés debe hacerse desde dentro, no fichando precipitadamente a gente de inferior nivel a los existentes.
Hay varios delanteros fenomenales en Europa (Ronaldo, Drogba, Crespo, Rooney, Villa, Klose, Van Nistelrooy, Huntelaar, Kuyt, Fred, Govou, Oliveira, Trezeguet, Inzaghi, Pizarro, Luca Toni...), pero ninguno de ellos está disponible. Lo que se puede fichar no alcanza a resolver el problema, a menos que Txiki nos sorprenda y consiga el inesperado regreso de Larsson. Así que a Eto’o hay que suplirle con lo que hay en la plantilla actual, que es bastante más de lo que parece. De entrada, debe suplirle la plantilla a partir del espíritu colectivo. La lesión de Gasol tampoco tenía solución, pero sus compañeros la contrarrestaron con un plus anímico: cerraron las filas y se conjuraron para que la baja se notara lo menos posible. La plantilla del Barça debe hacer algo similar y quienes han de encabezar esa ‘rebelión anímica’ han de ser sus líderes naturales (Puyol, Ronaldinho y Deco).
Y a continuación hay que suplirle táctica y estratégicamente. Es indiscutible que ni Gudjohnsen ni Saviola poseen las características de Eto’o. El islandés es rápido, pero no alcanza la velocidad de Eto’o y remata bien, pero con menor eficacia. Tampoco es un ‘delantero boya’ y alcanza sus mejores prestaciones cuando puede llegar desde la segunda línea. De hecho, su mejor ubicación sería como segundo delantero por detrás del propio Eto’o. Lo mismo se puede decir de Saviola, aunque sus características físicas sean muy diferentes a las de Gudjohnsen. En la selección argentina arroja sus mejores resultados cuando tiene a Crespo por delante fijando la defensa. 
Pero no existe otro remedio que suplir a Eto’o con uno de ellos. O quizás sí. Pienso que una sustitución tan trascendental y duradera sólo podrá hacerse desde la variedad de alternativas. Habrá que tener en cuenta factores tácticos, de estado de forma, anímicos y de estructura del rival. Así, no podría entender que no fuese Gudjohnsen quien empezara de titular ya en Bilbao, con Saviola como recambio. El islandés debe ser titular fijo en Stamford Bridge por razones psicológicas y, muy probablemente, el argentino deba serlo en el Bernabéu por las mismas causas. Pero más allá de estos factores, está Ronaldinho. Al brasileño puede no gustarle nada tener que partirse la cara contra los centrales rivales dentro del área, ese terreno arisco y poco apto para las filigranas. Pero si acepta el sacrificio abrirá huecos importantes por los que Messi en una banda y Gudjohnsen o Saviola en otra pueden encontrar petróleo. Eso no es válido para todos los partidos, sino en momentos puntuales, pero puede resultar muy eficaz.
En resumen, Gudjohnsen de entrada. Saviola como revulsivo con un estilo muy diferente que puede desconcertar a los defensas. Y Ronaldinho, sacrificando la estética, como alternativa de peso. Salvo que regrese Larsson, esas son para mí las medidas a tomar. Suficientes para que el problema se convierta en menos grave.P. D. 1: La decisión de suturar el menisco de Eto’o en vez de extirparlo cabe considerarla como ‘conservadora’, lo que en medicina deportiva se considera muy acertado. Extirparlo sería mejor para el cortísimo plazo, pero suturarlo y mantener el menisco es mejor garantía de estabilidad de la rodilla y le garantiza a Eto’o más años en el alto nivel competitivo. Así que el proceso ha empezado con una excelente decisión aunque suponga mayor plazo de recuperación.
Referencias
- Tres perfiles para sustituir a Larsson
Fotos: Getty - Sport - EFE - Reuters - AP.
