Hemos visto el rostro poliédrico del libreto de Capello. Presión física, siete hombres por detrás del balón en todo momento, guerreros sobre el césped, ninguna concesión al contrario, pegada feroz y retroceso a las trincheras. Fútbol-control que da buenos rendimientos. En algunos momentos, excelente juego de toque veloz con Cassano y Guti espléndidos y Reyes ágil y rápido. En muchos otros momentos, una coraza protectora de acero inoxidable, con Diarra monumental y Ramos pletórico. Declaración de principios: Raúl y Beckham están para el banquillo o de falsos mediocentros, casi laterales.
Varios rostros en el mismo partido. Destellos de gran calidad y minutos de muralla. Partitura interpretada sin el menor titubeo, problemas de conciencia ni búsqueda de estéticas vacías. El Madrid juega cada día más parecido al modelo que quiere implantar Capello. Golpear fuerte, pelear mucho, defender siempre. Libreto eficaz cuando se adelanta en el marcador y más complicado cuando tenga que remontar. Esquema idóneo como visitante y polémico en el Bernabéu. Fútbol de guerreros y controladores aéreos, con pocas concesiones a la vistosidad y la plasticidad. Fútbol sin fisuras. Un cuadrado central de hierro forjado, un lanzador habilidoso y buenos noqueadores para finalizar. Fútbol directo. Eficacia absoluta. Estilo italiano.Fotos: AP - EFE.
