sábado, septiembre 09, 2006

Liverpool, año 3005


Escribo estas líneas en previsión de que dentro de 999 años algún arqueólogo avispado bucee en la prehistoria del siglo XXXI y descubra unas misteriosas ruinas: hierba fosilizada, asientos de plástico que el barro conservó milagrosamente, un extraño letrero con la palabra Carlsberg escrita, ininteligible para cualquiera... Sepa el arqueólogo del futuro que ese fue un monumento pagano de una religión antigua llamada fútbol. Un monumento en el que si aguza el oído aún podrá escuchar, tibiamente, las notas de un himno titulado ‘You’ll never walk alone’.

Hacia finales del año 3005, el ayuntamiento de Liverpool podrá reclamar al club de fútbol los terrenos que se asientan al norte de la ciudad, en el área de Breckfield, cerca de Stanley Park. Es probable que para entonces el fútbol ya no exista, Liverpool sea un desierto africano y los restos de la humanidad inteligente habiten la calurosa Siberia, entreteniendo su tiempo en tocar la lira y soplar la flauta dulce. Las tierras del pan y la miel serán en ese momento llanuras arenosas o simplemente terruños agrietados por el calentamiento global y apenas algunos niños rebeldes recordarán lo que fue el fútbol dándole patadas a un balón de trapo en las provincias rusas.

999 años atrás, el ayuntamiento de Liverpool había autorizado al principal club de la ciudad a abandonar su histórico estadio de Anfield Road y con ello la legendaria tribuna ‘The Kop’, uno de los mitos del fútbol del siglo XX. Anfield se construyó en 1884 y desde 1892 los ‘reds’ jugaron en él. Siempre lo hicieron acompañados, pues nunca caminaron solos hasta que en 2006 se autorizó el paso a la guadaña. El resto fue la historia de los próximos mil años...

Referencias
- El nuevo estadio
- Benítez, feliz
- Se necesitan 265 millones
- You'll never walk alone

Fotos: Empics - AP.