# Travis
El Barça ha renunciado a su estilo y durante la media hora decisiva se ha vestido de ‘catenaccio’. Ha llegado a París con las ropas de otro, pero ha llegado. Ha sido el Barça más agarrotado del año, el menos brillante, pero ha sido un equipo con la madurez de los campeones. Un Milan revolucionado ha interpretado su último acto de orgullo y valentía y ha tomado el Camp Nou durante treinta minutos de la segunda parte. Ha jugado para igualar la semifinal y llevarla a la temida prórroga, pero un día más se ha demostrado que el Barça tiene un tridente mágico llamado Márquez-Puyol-Edmilson. Sobre todo en aquellas grandes noches en las que Etoo no afina (todas las grandes noches hasta ahora), Deco no aparece (un mes largo ya sin hacerlo), Ronaldinho se enreda y Rijkaard se agarrota.
La primera parte ha sido la de los tortazos fuertes. Pero Kaká ha tirado demasiado cruzado a los veinte segundos y Etoo ha disparado dos veces contra el cuerpo de Dida (¿para cuándo una vaselina del camerunés?). El resto ha sido un diálogo cerebral entre Iniesta y Kaká, a cual más gigantesco, pero sin efectos en el marcador. El segundo tiempo ha sido otra cosa. Ancelotti no ha esperado a la hora de juego: ha tocado la corneta apenas volver del vestuario. Y ahí ha desaparecido el Barça, que ha bajado a Etoo al lateral izquierdo, a Larsson al derecho, con Iniesta y Deco de mamporreros y Belletti despendolado, pero el tridente mágico lo ha despejado todo, menos un gol anulado a Shevchenko quien sabe porqué. Ahí ha llegado el canto del cisne italiano, gigante en sus últimas boqueadas, veteranos en su último esfuerzo.
Por supuesto, el Milan se ha fundido y ha vuelto el rondo del Barça. Ha sido la imagen del cambio. Los de Shevchenko ceden el relevo a los de Ronaldinho. No es todavía un verdadero cambio de ciclo porque el Barça de Rijkaard aún no ha ganado la Champions ni llegado a tres semifinales en cuatro años. Pero sí es el principio del cambio. Queda mucho trabajo por delante, muchas tácticas que corregir, muchos errores que pulir, algunos fichajes por hacer y bastante crítica para mejorar. Pero queda todo el futuro. Grande, inmenso, como la actitud y el talento de sus jugadores, capaces de tener la mejor defensa el día que desapareció el mejor ataque.
Vídeo: Como el partido ha dejado escasas imágenes, veamos cómo se ve el mosaico del Camp Nou desde dentro (gentileza de Llunatic).
Referencias
- Iniesta gobernó el encuentro
- Por madurez
- Más equilibrado que el 'Dream Team'
- 12 años de espera
Fotos: El Kaiser Márquez, Edmilson y Puyol, el tridente mágico (junto al gran Iniesta) del Barça (AP y EFE).
