
Felicidades al Barça por su nuevo título de Liga, prácticamente conseguido. Y al Madrid por haber resistido con diez y encajado sólo un gol de penalti inexistente.
Hasta aquí los elogios. Ahora, los hechos según los he visto yo.
Planteamiento de Rijkaard: Ha podido alinear la defensa titular que ganó la Liga el año pasado, pero ha preferido cambiarlo todo: defensa y centro del campo. El lateral rápido que podía secar a Robinho se ha quedado en el banquillo; al centrocampista ‘diesel’ le ha puesto sobre Ronaldo, que le ha sacado dos metros en un plis plas y le ha provocado la típica ‘rotura fibrilar del velocista’; al media punta que sirve de revulsivo le ha colocado de mediocentro desde el inicio; al extremo veloz que desgasta de entrada al lateral rival le ha utilizado en la última media hora; y en la banda derecha ha dejado a los dos más estáticos (Oleguer y Larsson). ¿Ataque de divismo? ¿Ganas de provocar un cataclismo en el vestuario? ¿Exceso de humo en sangre? Ni una sola idea brillante para superar a un equipo con diez, salvo amontonar delanteros y mandar a Etoo a la banda.

Roberto Carlos: El mejor del Barça.

Ratio de eficacia: Un gol en tres partidos. Y de penalti (penalti que no debió pitarse). ¿Equipo más goleador de Europa? ¿Una máquina de hacer goles? Si no me he descontado, cuatro ocasiones manifiestas de gol y no diez como ante el Benfica.
Isquiotibiales: Que se lo hagan mirar.

Etoo: Previsible en la banda izquierda pues sólo tiene una opción: bordear el área y chutar de lejos. Cuando baja al centro del campo a organizar alcanza una dimensión extrasensorial... Y como Etoo, previsibles los adornos de Deco.
El partido para el Madrid: Nefasto. Los madridistas benevolentes se congraciarán con su equipo por el resultado, el coraje y el esfuerzo desarrollado, por la inmensa calidad de Casillas y Ronaldo, más el consuelo por el pésimo arbitraje que han sufrido. Pero dejarán de ver la cruda realidad: si quieren volver a ser grandes hay que refundar al Madrid de arriba abajo.
El partido para el Barça: Nefasto. Ni ha sido útil para la autoestima, ni para el reposo, ni para las lesiones, ni para la estrategia, ni para el acierto. La cruda realidad es que el ‘endiosamiento’ generalizado ha nublado los ojos del entrenador y de los ‘cracks’. Así se gana la Liga, pero dudo que la Champions. Dentro del vestuario deberían dedicar cinco minutos a pensar a qué está jugando cada uno de ellos, sobre todo ahora que la alineación del miércoles ya no admite discusión, con Gabri de primer suplente...
Vídeo: La versión de ESPN (gentileza de Ashitaka).
Fotos: Van Bommel (EFE); López Caro y Rijkaard (AP); expulsión de Roberto Carlos (AP); euforia tras el gol de Ronaldinho (AP).