Música | We Can't Rewind
# Feeder
Partido hermoso, brillante y espectacular. Ese es el pronóstico aunque ya veremos si se cumple o los nervios y el temor se apoderan de cuerpos y mentes. Es el día para ser sublime y no miedoso. El miedo te lleva a los infiernos. El arrojo te manda a París, a por Henry. Pero más allá de las actitudes estarán las tácticas. Conocidas hasta el último detalle. Las tácticas y sus posibles alternativas: que si Pirlo construye, Gattuso destruye y Kaká reconstruye. Que si Shevchenko separa e Inzaghi dispara. Todos sabemos ya todo de todos.
Apenas nadie tiene dudas. Ambas aficiones están convencidas de su victoria. La del Barça por el resultado de la ida, el juego del equipo y la infinita confianza en la capacidad resolutiva de Ronaldinho y compañía. La del Milan (“Noi ci crediamo perché vi conosciamo”) porque su equipo ha protagonizado tantas batallas victoriosas que incluso esta parece accesible. Tienen razón ambas en confiar en sus hombres. Son todos grandes jugadores, dispuestos al combate y el esfuerzo, con talento y actitud. Un grupo es más joven y está hambriento, necesitado de triunfos; el otro está curtido y engalanado por títulos, y precisamente por ello quiere una despedida triunfal.
Partido de genios y de colectivos. Miedo inicial, peloteo de tanteo, posiciones fijas, búsqueda del jugador desequilibrante, dominio del Barça, contragolpes milanistas, fueras de juego ordenados por Márquez, balones a Ronaldinho, desmarques de Giuly; Nesta encima de Etoo; Puyol sobre Inzaghi; Gattuso y Stam en el dos contra uno, Edmilson barriendo para casa, Iniesta buscando a Deco; Shevchenko y Kaká tirando diagonales, gritos, gritos, gritos y evitar tarjetas descalificantes. Partido para que el Barça estreche el campo cuando ataque el Milan y lo haga grande cuando tenga el balón.
Partido mil veces leído y otras mil interpretado. Partido de detalles trascendentes. Uno solo, incluso pequeño, nimio, te envía a París. Otro te manda al infierno. Undécima final para el Milan. Quinta para el Barça. Felicidad o amargura. Cartas boca arriba. El día para ser sublime.
Vídeo: Si las eliminatorias se decantan en las idas, recuerden lo que pasó en San Siro (Soccers.fr).
Fotos: Ronaldinho, contra Stam y Kaladze; Puyol con Shevchenko; Etoo con Nesta (AP).