jueves, abril 20, 2006

Ruido de sables en el Bernabéu


¿Está la mano de Florentino Pérez detrás de todo este ruido?, pregunta el periodista. “Por lo menos no está donde y como debería estar”, responde el actual presidente del Madrid, Fernando Martín. Es una entrevista que le efectúa Jesús Cacho, director de "El Confidencial", ante la creciente batalla de espadachines que se ha desatado por el poder del palco del Bernabéu. Hace días que sabíamos de las intemperancias de algunos directivos próximos al ‘florentinato’ contra el nuevo presidente, pero hoy nos desayunamos con auténtico ruido de sables.

La teoría dice que Florentino dejó el bastón de mando a Fernando Martín porque creyó que podría manipularle a mansalva. Entre su ascendencia sobre el dueño de Martinsa y una junta directiva fiel a Florentino, el gran constructor pensó que Martín sería un muñeco en sus manos, a través de quien hacer la limpieza de establos que él no quiso protagonizar. Pero erró el cálculo. Fernando Martín será todo lo que le atribuyen sus críticos, pero no es un pusilánime y se ha creído presidente de verdad.

“Moriré con las botas puestas, pero serán mis botas, no las de nadie”, le ha dicho a Cacho antes de regresar desde Miami, donde ha comprobado que en su semana de vacaciones le movían la silla frenéticamente. Desde el portavoz Enrique Sánchez que preparaba por su cuenta una incendiaria nota contra el presidente del Getafe porque éste, como socio del Madrid que es, puso a caldo a Florentino, hasta el siempre agitado Ramón Calderón pronosticando el cese de Martín, todos ellos en franca conspiración.

Por si alguien tiene dudas de lo que ha sucedido, escuchemos al propio presidente del Madrid: “Aquí lo que ha ocurrido es que alguno creyó que yo iba a ser un monigote fácil de manejar en sus manos, pero a mí no me maneja nadie, y cuando ven que no soy ese monigote empiezan los movimientos subterráneos”.

Referencias
- Moriré con las botas puestas
- Nuevas turbulencias
- A por otro hombre de paja

Foto: El abrazo Florentino Pérez-Fernando Martín al pasar los poderes.