martes, junio 27, 2006

Los penalties no son una lotería



Es un tópico que se desmiente en cada lanzamiento. Los penalties son una lotería, se dice sin pensar demasiado en la propia afirmación. No es así. Los penalties son una especialidad en la que convergen muchos factores (físico, técnico, anímico, incluso táctico) y ninguno de ellos tiene que ver con las loterías. En un lanzamiento suelto ya se observan esos factores, pero en una tanda colectiva es cuando surgen de forma meridiana.

Un penalti sin presión es un disparo claramente favorable al lanzador por simple cuestión de dimensiones. La amplitud de la portería y la velocidad del balón le dan toda la ventaja al chutador. Pero no es tan sencillo cuando la presión empequeñece la portería, agranda al guardameta y encoge al lanzador. Países enteros depositan su pasión en la bota del chutador, cuyo sangre se espesa y ralentiza su llegada al cerebro. Cuando te la estás jugando, todo cambia. Influye el cansancio físico, pues la velocidad de ejecución de cualquier movimiento decrece de forma espectacular. La acumulación de ácido láctico en los músculos y la ausencia de oxígeno en sangre convierten al jugador más hábil en un hombre torpe. Enfrente, por el contrario, el guardameta sufre un menor deterioro físico y mantiene casi intactos sus reflejos.

La técnica del lanzador se resiente a causa del declive físico. Pero nada de ello es comparable a la trascendencia del factor psicológico. Sobre todo es crucial la confianza en uno mismo, pero no sólo eso. En un lanzamiento suelto influye sobremanera si el penalti señalizado ha sido justo o bien fruto de un error arbitral. También influye el rendimiento ofrecido durante el partido. O cualquier fallo en otro lanzamiento, sea en el mismo encuentro o en uno anterior. Pero por encima de estos factores colaterales, la confianza es primordial. Basta leer los ojos del lanzador para contemplar su estado anímico y valorar casi matemáticamente sus posibilidades de acierto.

No terminan ahí los parámetros esenciales de los penalties. Ya todos los guardametas conocen en estos tiempos cómo lanzan los chutadores rivales gracias a las parabólicas. Las sorpresas se reducen, lo que exige modificaciones en el lanzador, que debe cambiar sus rutinas y eso genera errores. Un último factor, el táctico, también cuenta. Anoche, Blokhin intentó dar un golpe de efecto colocando como primer lanzador a Shevchenko, que ya en el sorteo eligió lanzar antes que Suiza, con el objetivo de empezar matando. Al mismo tiempo, pretendía borrar de su mente el trauma de haber fallado el último lanzamiento del Milan frente al Liverpool en la final de Champions 2005. Pero otro error en el disparo abortó la estrategia ucrania, lo que no invalida la importancia del aspecto táctico en este tipo de tandas.

Sin embargo, nada de lo anterior tuvo tanto peso anoche como la genialidad de Artem Milevskiy, un chaval de 21 años que tras el error de Shevchenko lanzó magistralmente un 'penalti a lo Panenka' que rompió la moral suiza y contagió a sus compañeros. Pocas veces un gesto técnico tan espectacular ha supuesto tal sobredosis emocional para un equipo y le ha catapultado al triunfo.



¿ TREZEGUET, SUPLENTE ?




Entrenamiento a puerta cerrada en Hannover. 18,45 horas de la tarde. Raymond Doménech entrega los petos de color rojo a los téoricos titulares contra España. Cuando llega a la altura de Trezeguet no le da el peto, que va destinado a Ribéry. ¿Estratagema para engañar a Luis? ¿O nuevo paso atrás del seleccionador francés? Los once titulares en el entrenamiento, formando un 4-2-3-1, han sido: Barthez – Sagnol, Thuram, Gallas, Abidal – Makelele, Vieira, Ribéry, Zidane, Malouda – Henry. Si se confirma es una gran noticia.

Referencias
- Invento de mejora del lanzamiento de penalti (Universidad de Granada)
- Avec Zidane en 4-2-3-1 ("L'Equipe")
- El espléndido análisis de Futbolitis

Fotos: AFP.