martes, junio 20, 2006

Empieza otro Mundial dentro del mismo Mundial

Música | In Our Gun
# Gomez



Si Fernando Torres es capaz de correr como un sprinter, templar el balón, amagar con la mirada, driblar con la cintura y golear con el empeine es que esto va en serio. Hasta la fecha acostumbraba a pifiar todas las ocasiones de este tono, pero ha empezado a aprovechar algunas, excelente noticia para un equipo que durante 70 minutos ha afrontado varios retos: el del temor atávico a jugar como nunca y perder como siempre; el de la confirmación de que con este estilo de juego se puede ir adelante; el de las dificultades para concretar el gol; el de remontar la cuesta arriba y pasar como los grandes.


España no es un grande. Ni por historia, ni por resultados, ni por su tradicional ausencia de estilo. Ahora tampoco es favorito de nada, pero ya ha ganado una primera gran batalla: ya tiene identidad. Es el equipo de los centrocampistas brillantes, de los peloteros. España no es un grande, ni tampoco uno de los tres mejores equipos del Mundial, pero sí el de los centrocampistas más preclaros, más fantasiosos y a la vez más efectivos. La nómina es poderosa: Xabi Alonso, mariscal majestuoso; Xavi Hernández, controlador terrestre de todos los vuelos rasantes; Cesc Fábregas, pasador letal, llegador inmenso... Y ahí están Senna para barrer, Albelda para cerrar e Iniesta para soñar. Luis Aragonés declaró sus intenciones y las ha mantenido incluso perdiendo, en mitad del diluvio, cuesta arriba y sin perder el norte. Estaba todo en contra, pero el fútbol español seguía jugando con paciencia, tocando y desgastando, abriendo y cambiando de bandas, pasando y pasando, tocando y tocando, esperando que llegase el abrelatas con la misma fe con que este mismo año hemos visto hacerlo al Barça en el Camp Nou frente a equipos menores, justo los que más le hacen sufrir.

Luis ha acertado en el sello del equipo, en el espíritu impregnado y en la fidelidad a sus principios. Y también en los cambios. Estaba el asunto peliagudo y ha cumplido con esa teoría de los dos partidos dentro del mismo partido. Los cambios han producido efectos vigorizantes y no sólo por el recuperado olfato de gol de Raúl, activo, generoso y eficaz, sino sobre todo porque Cesc le ha dado al equipo una profundidad imprescindible. Cuando se han puesto a mezclar Xabi Alonso, Xavi y Cesc, Túnez ha quedado sentenciado. Desde el estilo propio se ha remontado, confirmación de que se puede ser fiel a uno mismo y al tiempo, rotundamente eficaz.

No todo es positivo. Los automatismos defensivos dejan mucho que desear. Cuando España ataca, atrás se abren demasiados huecos. Resulta comprensible porque todo el equipo quería ejecutar la remontada, pero serían buenas algunas gotas del oficio argentino o italiano, aunque eso sólo se logra con tiempo y experiencia. Este es un equipo con 25 años de promedio, ideal para la velocidad, la fantasía, e
l toque y el desenfreno atacante, pero al que le cuesta cuajarse atrás en los momentos difíciles, quizás porque anda empeñado en demostrarle a sus mayores que puede aspirar a todo. En octavos, ante la presumible Francia, hará bien Luis en aplicarle un poco de serenidad a los cuartos traseros, en trabajar la coordinación de centrales y laterales, tan espesos en tareas defensivas como acelerados en ataque.

El camino recorrido ha sido el idóneo. Un primer partido apoteósico e identitario; un segundo sufrido y duro que coloca a la selección en su punto justo; y un tercero intrascendente para rodar a la otra parte del equipo y evitar tarjetas innecesarias. En octavos otra vez los titulares indiscutibles, otra vez los dos partidos dentro del mismo partido y tres buenos revulsivos en el banquillo (Cesc, Raúl y una tercera variante en función de resultado y rival). En octavos ya no se gana por goleada, sino por temple, paciencia, humildad, mucho toque y un único puñetazo directo a la mandíbula rival. Para España empieza otro Mundial dentro del mismo Mundial.

P. D. 1: Demos gracias a Arséne Wenger y Rafa Benítez por la progresión descomunal de Cesc y Xabi Alonso. De seguir en España no habrían crecido así (o por lo menos, tan rápidamente).


Referencias
- "L'Equipe": Vingt cinq minutes épatantes
- "La Gazzetta": La Spagna va, ma quanta paura
- "Olé": España lo dio vuelta
- "Soccernet": Torres seals comeback
- "A Bola": Vitória merecida da Espanha
- "The Guardian": Spain show their steel as Torres delivers the goods
- "The Observer": One of the better matches...


Fotos: AP - EFE.