Cinco campeones mundiales más Messi y Alves recibieron instrucciones precisas a principios de semana: no viajaban a Ceuta porque debían protagonizar una semana de entrenamiento específico que compensara la ausencia de un trabajo adecuado de pretemporada. Las órdenes estaban escritas desde hacía meses por el equipo técnico, tal como expusimos en agosto: se aprovecharía cualquier hueco que dejase el calendario para completar los entrenamientos que no pudieron realizar en verano a causa del triunfo mundialista. Así ha sido. Las imágenes que ofrece a diario Barça TV han mostrado esta semana cómo Lorenzo Buenaventura y Paco Seirul.lo han liderado el protagonismo en la Ciutat Esportiva.
Podríamos decir que la columna vertebral del Barça ha entrado en boxes a repostar. Para comprenderlo con facilidad, imaginemos que el equipo es un bólido de Fórmula 1. En un año normal, la pretemporada sirve para cargar el depósito de gasolina hasta el límite máximo. Eso incrementa el peso del vehículo y hace que sus primeros pasos sean más lentos que los de otros rivales menos cargados, pero a cambio garantiza llegar más lejos. En ocasiones, como en la primera temporada de Guardiola, los objetivos son tan inmediatos (clasificarse para la fase de grupos de Champions en aquel caso) que resulta aconsejable arrancar con poca gasolina para ir muy rápido. A cambio, pronto debes parar a repostar. Este año, tener a ocho jugadores básicos disputando la final del Mundial a mediados de julio (y que fuesen reclamados de inmediato en agosto por la selección) impidió cualquier trabajo de pretemporada. El bólido salió a pista sin gasolina y con los neumáticos fríos, de ahí las dificultades sufridas y que jugadores de menor relevancia hayan tenido que disputar muchos partidos.
CARGANDO EL DEPÓSITO
Lo que se esta haciendo estos días es cargar el depósito del coche, acción que se repetirá nuevamente la semana del 8 al 14 de noviembre, cuando los jugadores básicos tampoco se alineen en la vuelta de Copa frente al Ceuta. Con el trabajo de estos dos microciclos semanales, Buenaventura y Seirul.lo darán por terminada la carga del llamado primer pico de forma, programado entre 15 de octubre y 30 de noviembre, período en que el Barça enfrenta a Valencia, Sevilla, Villarreal y Madrid más el pase a octavos de Champions. Los planes se han ido cumpliendo al milímetro salvo por las incidencias ocurridas primero con Puyol y después con Xavi.
El ejemplo del bólido de F-1 que carga gasolina esta semana y dentro de quince días debe matizarse. No es lo mismo Alves que Villa o Iniesta que Busquets: ni empezaron a trabajar al mismo tiempo ni sus necesidades y capacidades son parecidas. El staff técnico diseñó tres grupos de entrenamiento: los que no fueron al Mundial; los que regresaron antes de la gira a China; y los campeones. Messi y Alves estaban en el segundo grupo y, por tanto, su preparación está mucho más avanzada que la de los españoles. El listón fijado por los preparadores físicos se sitúa en un mínimo de 20 entrenamientos de máxima intensidad, listón que tanto Messi como Alves prácticamente ya han superado. Lo que se pretende ahora con ellos dos es que su depósito no quede vacío demasiado pronto. Alves lo ha jugado todo y Messi sólo tuvo el paréntesis del pisotón de Ujfalusi por lo que (sumada la selección) ya han superado los 1.000 minutos de juego y eso significa que acumulan tanto ritmo-competición que se les considera en plena forma física. Los preparadores tratan de evitar una pérdida de esa forma, algo que ocurre cuando apenas se dedica tiempo al entrenamiento. Messi y Alves han efectuado esta semana un trabajo intenso de fuerza-resistencia y dentro de quince días afinarán con carga de fuerza explosiva, la que permite alcanzar la máxima velocidad.
TRABAJO PERSONALIZADO
Los otros cuatro jugadores vertebrales que se han sometido a entrenamiento intenso esta semana (Piqué, Villa, Iniesta y Busquets) han recibido cargas específicas y personalizadas. Tengamos en cuenta que todos ellos se aproximan también a los mil minutos, en especial Iniesta que ha encadenado 16 partidos consecutivos desde mediados de agosto, pero ni Piqué ni Villa han alcanzado aún los 20 entrenamientos mínimos exigibles (en el caso de Busquets, el listón está en 16 entrenos). Con los actuales más los previstos en el microciclo de noviembre, todos ellos superarán la cota establecida.
Iniesta y Piqué han trabajado fuerza-resistencia con gran intensidad. Sus piernas deben estar en estos momentos bastante cargadas. Villa y Busquets han recibido cargas algo inferiores y trabajado también la explosividad. La necesidad de personalizar mucho el entrenamiento ha aconsejado no realizar dobles sesiones martes y miércoles y también el hecho de que el visitante del sábado (Sevilla) es de alta categoría. Los preparadores recuerdan que hace años el equipo no reaccionó rápidamente a una carga muy intensa efectuada en Perelada a principios de enero. Entrenaron muy duro, pero a continuación lo pagaron en la visita a Villarreal. Es decir, cargaron el depósito al máximo, pero se mostraron lentos a continuación. El efecto positivo es que en los partidos siguientes el equipo se disparó a cotas físicas impensables.
En esta ocasión, las cargas han sido muy medidas: menos exigentes para evitar complicaciones en los próximos enfrentamientos, pero a la vez suficientes para dar el toque de gracia a la condición física. El bólido ha repostado y está listo para salir de boxes.
- Publicado en Sport (29-X-2010)