En una declaración que puede incitar al sarcasmo, Ramón Calderón dijo ayer al respecto del fichaje de Van Nistelrooy: “Estamos cumpliendo lo prometido”. ¡ ¿? ! Una declaración tan descarada como esta enlaza con esa carta no menos chocante en la que pide explicaciones al Milan por haberse enfadado agriamente ante los intentos madridistas de hacerse con Kaká. Da la sensación que el presidente blanco interpreta la realidad de un modo especial, quizás una hiperrealidad muy particular de la que pretende hacernos partícipes.
Algunos socios madridistas le reprochan desde hace días el incumplimiento de sus promesas electorales. Yo no iría tan lejos. Pienso que los resultados harán olvidar ese incumplimiento. Como buen abogado que es, Calderón sabe decir en cada ocasión una cosa o su contraria sin pestañear, virtud que también parecen poseer Laporta y Del Nido, abogados como él, cada cual con su personalidad bien distinta. El Calderón candidato prometió sin rubor a Kaká, Cesc y Robben. El Calderón casi presidente con el que me entrevisté una hora antes de cerrar las urnas electorales ya sólo prometía a Capello y Mijatovic. El Calderón electo afirmaba que llegaría quien dijese Capello. Y el Calderón aposentado concluye que está cumpliendo lo prometido. Se confirma, pues, que donde dijo Kaká, Cesc, Robben quiso decir Cannavaro, Emerson, Van Nistelrooy. El socio madridista puede estar molesto por la ‘charlatanería’ electoral, pero a muy corto plazo sale ganando con el cambio. ¿Por qué? Pues porque lleva tres años de sequía y quiere sentir de nuevo el gusanillo de la pelea por un título y esa va a ser la propuesta de Capello: ir a por todas desde el primer día. Las tres promesas electorales eran garantía de futuro; los tres fichajes son el presente más inmediato, aunque no dejan de levantar ciertas dudas. Constituyen una buena parte del nuevo esqueleto, que deberá completarse como mínimo con otro mediocentro.
Para esa posición de acompañamiento de Emerson, las opciones empiezan en Diarra, siguen en Xabi Alonso y concluyen en Baptista, a menos que aparezca un Vieira por sorpresa, lo que parece raro ahora que el Manchester tiene dinero fresco. La primera opción es muy cara; la segunda, casi inviable por la pasión de Benítez hacia su jugador; y la tercera, una cierta incógnita, pues Baptista ha rendido mejor como llegador que en la destrucción. En cualquier caso, el esqueleto va tomando forma y apunta interesante pese a las dudas que flotan en el aire: la frescura de Emerson, el carácter de VantheMan, el otro mediocentro, las bajas, el horizonte cortoplacista, el papel de Raúl, la papeleta de Cassano y, sobre todo, el papelón de Ronaldo. Pero no sería la primera vez en que unos buenos resultados taparan los flagrantes incumplimientos presidenciales. Incluso con el presidente afirmando cumplir lo prometido...
Fotos: AFP - Real Madrid.com.
