lunes, abril 30, 2007

¿Nos sorprende?


La decisión de los doctores del Barça de no efectuar declaraciones (decisión ya lejana en el tiempo) privará a la ciencia médica de un descubrimiento que pudiera resultar trascendental: ¿cómo se lesiona un futbolista durante el reparador sueño nocturno? Y no una lesión cualquiera, sino una lesión en el recto anterior, el músculo esencial para jugar al fútbol. Probablemente nunca lo sabremos, pero ayer Rafael Márquez despertó lesionado, según explica textualmente un comunicado oficial del Barça, y ante semejante acontecimiento novedoso sólo la medicina deportiva podría aportarnos luz, pero a lo que parece seguiremos en la oscuridad. Así que al Barça se le lesionan los mediocentros incluso durmiendo, por lo que Rijkaard se queda sin argumentos para tomar decisiones y modificar una alineación cuyas virtudes y defectos son sobradamente conocidos.

No podemos decir que nada de lo que está ocurriendo (salvo lo de Márquez) nos sorprenda. ¿Nos sorprende el bajo ratio de efectividad del equipo (1/9)? Creo que no, pues el Barça es junto al Arsenal el líder europeo en juego de toque y también en ocasiones desaprovechadas. Hay días excepcionales donde la ecuación se invierte, como en la Copa ante el Getafe, pero lo corriente es que el equipo fabrique una multitud de ocasiones (muchas más que los rivales) y aproveche sólo unas pocas.

¿Nos sorprende que Eto’o falle el uno contra uno? No, porque siempre ha sido así, incapaz de realizar una vaselina sobre el portero, lo que no le invalida como gran goleador, pero sí le define. ¿Nos sorprende que el Barça conceda siempre ocasiones de gol al rival? No, porque desde la temporada pasada no hay un mediocentro titular. De hecho, no hay ni mediocentro.

¿Nos sorprende que Ronaldinho esté rindiendo al nivel actual? Cualquier lector atento de este blog sabe que no. ¿Nos sorprende que Rijkaard siga sin ubicar a Gudjohnsen en su verdadera posición? No, porque el sacrificado se llamaría Deco. ¿Nos sorprende que Messi rinda mejor cuando juega un solo partido por semana? ¿O que Zambrotta sea más seguro en banda izquierda? ¿O que Iniesta esté desconcertado a base de probar casi todas las posiciones del campo?


El Barça tiene instaladas en su interior todas las dudas, incertidumbre nefasta para afrontar cualquier sprint final. ¿Significa que perderá la Liga? E
so no lo sabe nadie, por más pitonisos que auguren todo tipo de resultados. Pero la única certeza es que el Barça duda y, mientras se pregunta si son galgos o son podencos, el Madrid se agarra a sus certidumbres, que son pocas pero rotundas: las bananas de Beckham, los cabezazos de Ramos, las punteras de VNR y el pim pam pum demoledor. Cuatro goles de seis remates. A eso se le llama pegada. No significa jugar bien al fútbol. No hay madridista que argumente que con Capello jueguen bien. Pero nadie puede negar que golpeando al hígado son los más certeros. ¿Le bastará con eso para tumbar al Sevilla?

Como hemos comprobado con el desenlace maquiavélico de la Eredivisie y probablemente veremos en la Bundesliga (donde Schalke, Stuttgart y Werder tienen los mismos puntos exactamente que Barça, Sevilla y Madrid), la Liga será un melón abierto donde hacer pronósticos resulta aventurerismo puro. Pero sí podemos afirmar que el Madrid vive agarrado a sus puños y el Barça haciendo el funambulista sobre el precipicio.


Para quienes gustan de las estadísticas: Xavi ha recuperado 4 balones y perdido 7; Iniesta, 3 recuperados y 5 perdidos; Deco, 2 recuperados y 10 perdidos.


Otro que regresa


Anoche, Cicinho. Los damnificados por la epidemia de cruzados van regresando en cuentagotas. El lateral diestro del Madrid es el siguiente al que felizmente reencontramos en el campeonato. El próximo será Maxi Rodríguez.


Fotos: EFE - AP.