sábado, abril 28, 2007

El Schalke deja la Bundesliga en manos del Werder Bremen


Visita complicada del Schalke al áspero campo del Bochum y derrota dramática (2-1) con la que muy posiblemente puede quedarse sin el ansiado título de Bundesliga a tres jornadas y media del final del campeonato tras ser líder desde que acabó enero. Aún lo es, pero mañana el Werder Bremen puede superarle si vence al Arminia en Bielefeld. El equipo de Klose ya fue líder del torneo alemán hasta finales de enero, cuando el Schalke tomó el relevo y se distanció tanto que parecía todo sentenciado.

El Schalke no tiene jugadores de relumbrón. Si acaso, un buen lateral brasileño (Rafinha), un volante de categoría (Altintop), un mediocentro muy rudo (Ernst), un buen interior zurdo (Kobiashvili), un mediapunta irregular pero lujoso (Lincoln) y un delantero centro torpón (Kuranyi), pero con 14 goles en 31 partidos. Y un guardameta prometedor (Neuer), joven (21 años), alto (1.92) y con una agilidad felina. El equipo ha perdido la solidez en el centro del campo que le aportaba Poulsen el año pasado, pero iba como un tiro hasta que se lesionó Lovenkrands hace ya diez jornadas (sólo ha disputado un encuentro en dos meses) y el Schalke se quedó sin banda izquierda y sin velocidad.

Ahora que el club de Gelsenkirchen acariciaba el primer título de Bundesliga de su historia (cuatro veces segundo), un mal partido le ha tumbado sobre la lona. Se adelantó a los ocho minutos con gol de Kuranyi, pero en dos contragolpes el Bochum le dejó KO. Corriendo desesperadamente contra sus propias urgencias, el Schalke ha disparado dos veces al poste, ha encerrado al Bochum (que con su triunfo salva virtualmente la categoría) hasta provocar dos penalties no señalados, se ha dejado la piel sobre el césped y finalmente no ha sido goleado porque Neuer es un fenómeno en el uno contra uno.

La liga queda en manos del Werder, aunque está por ver su capacidad de reacción tras el repaso espanyolista del jueves. Para el Schalke sería trascendental conquistar el título, pues sería el primer fruto logrado con su nuevo mecenas, la compañía rusa Gazprom, que en enero inauguró un patrocinio de cinco años por un importe variable entre 65 y 125 millones de euros (en función de resultados). Contra lo que puede creerse, el Schalke no tiene planes para gastar ese dinero en fichajes espectaculares, sino potenciando su cantera juvenil y contratando buenos jugadores alemanes con carta de libertad incorporada. Su apuesta es sobria, alejada de los focos mediáticos, sin grandes aspiraciones europeas, pero muy seria: en una ciudad de 260.000 habitantes, cada dos semanas se llena a rebosar el Arena AufSchalke, 61.524 espectadores: uno de cada cuatro habitantes va al estadio.

Fotos: Bundesliga.