martes, febrero 28, 2006

¿Por qué se va realmente Florentino?


Florentino se va porque se siente incapaz de domesticar el monstruo que ha creado. Esa es una evidencia que él mismo se ha encargado de confirmar durante una tarde-noche en la que ha escenificado con esmero su largo adiós. Pero, más allá de los previsibles pañuelos del Bernabéu, de la falta de compromiso de unos jugadores irrecuperables, de la fractura rotunda del vestuario o los tres años sin títulos si no se remonta al Arsenal, yacen consideraciones empresariales trascendentales para comprender esta decisión que ha puesto en estado de shock a todo el fútbol español. Más allá del cansancio por aguantar estrellas caprichosas o de la incapacidad que pudiera sentir por enderezar la actitud de aquellos en quienes fundamentó las bases de su modelo de club, los dolores de cabeza de Florentino Pérez se llaman también, y sobre todo, ACS.

Durante sus cinco años y nueve meses como presidente del Madrid, Florentino Pérez ha aumentado seis veces su patrimonio, que ha crecido desde los 150 millones hasta los cerca de 850 millones de hoy: un incremento espectacular de 700 millones. Al mismo tiempo, su empresa ha pasado de valer casi dos mil millones a los 11.000 millones de hoy, cinco veces y media más. Como ha explicado puntillosamente su biógrafo crítico, Juan Carlos Escudier, para lograr tal proeza Florentino ha utilizado de forma masiva el palco del Madrid en beneficio de su empresa (y, por ende, en el suyo propio). Para lograr los créditos necesarios a fin de aumentar su participación en ACS hasta el 7,642% actual, ha precisado la intervención del consejero delegado del Santander, Alfredo Sáenz, quien ha actuado de valedor gracias a la espléndida relación que existe entre Emilio Botín y los March, principales accionistas de ACS (20,007%). Con las sucesivas compras de Dragados y de Unión Fenosa por parte de la ACS presidida por Florentino, el Santander de Botín se ha embolsado unas plusvalías de 1.694 millones. ¿Podría negarle el banco créditos personales al hombre que le ha permitido ganar tanto dinero? Dichos créditos ascienden como mínimo a 188 millones de euros, según los precios de compra registrados en la Comisión Nacional del Mercado de Valores.

Lo cierto es que en ACS hace ya dos largos años que se ha desatado una desenfrenada carrera por el poder entre tres grandes participantes: de un lado, los March, mayoritarios y jamás discutidos, cuya inversión es puramente financiera, con voluntad de obtener suculentas plusvalías, de ahí que nunca les haya importado que Florentino se dedicara al Madrid mientras los resultados de ACS siguieran creciendo, e incluso le han ayudado con los medios de Prisa, no en vano poseen el 5% de Sogecable. De otro lado, los Albertos, sometidos a graves trasiegos judiciales, a la espera de resolución en el Tribunal Constitucional, deseosos de acceder al poder ejecutivo de ACS y, por tanto, reticentes con Florentino, a quien han apremiado durante los últimos tres años para que abandonara lo que califican de 'capricho madridista'. Y por último, Florentino Pérez, auténtico factotum de la primitiva ACS y rey del ‘lobby’ en España, el hombre con mejores relaciones entre la clase política y constructora, y que durante el gobierno de José Mª Aznar amplió su imperio empresarial hasta dimensiones insospechadas.

Entre los March, los Albertos y Florentino Pérez se sostiene hoy un pulso por el control efectivo de la compañía, por el reparto accionarial (los tres incrementan constantemente su participación) y, finalmente, por el poder real, agravado por la percepción empresarial de que quien manda realmente en la compañía son los March y los Albertos, mientras Florentino sólo es un empleado privilegiado (percepción incierta). Los March poseen el 20,007% y Florentino el 7,642%. Los Albertos declaran un 10,608%, pero el mercado cree que alcanza el 20,351%, lo que les situaría como primeros partícipes en esta auténtica batalla de tiburones.

En estas condiciones, el ya expresidente del Madrid sabe que el palco blanco no puede reportarle mayores beneficios (una de cada cuatro grúas que se levantan en Madrid ya es suya), sino sólo sinsabores deportivos, encanallamiento hacia su persona, críticas permanentes y ningún resultado práctico. Por supuesto, en su decisión ha pesado terriblemente la desazón por los resultados, por la actitud de los jugadores, en fin por todo lo que ha explicado ampliamente en sus comparecencias. Todo ello ha sido la espoleta definitiva que ha provocado la dimisión en un momento no programado. Pero la base de su marcha se asienta en razones ajenas al discurso futbolístico y arraigadas totalmente en las feroces guerras que se dirimen en los fríos despachos de su constructora. Ahora por fin podrá decir: “He vuelto”.

P.D. 1: La escenificación del adiós de Florentino está siendo muy larga. Aunque sea buena para él, pues puede explicarse en detalle, creo que está siendo excesiva y perjudicial para el club. Da la impresión de vacío de poder, con un nuevo presidente que aún no ha hablado (y no lo hará hasta mañana) y el frívolo vicepresidente Fernández Tapias reclamando elecciones y tratando a Fernando Martín de "chico muy válido", palabras que podía haberse ahorrado.


Referencias
- Lo que vale el palco del Madrid
- Las participaciones de ACS
- La financiación del Santander a Florentino
- En los juzgados por culpa de los Albertos
- El apoyo de Jiménez Losantos
- La escenificación de su largo adiós
- El socio desconcertado
- Galactico King Abdicates
- Fernández Tapias pide elecciones
- Las portadas de los diarios
- Una vida basada en hacer negocios

Fotos: Real Madrid (Florentino en Real Madrid TV); Soccernet (Beckham y Florentino); Efe (Botín y Florentino); As (Florentino y Aznar); El Mundo del Siglo XXI (Los Albertos en el juzgado nº 11).

lunes, febrero 27, 2006

Florentino tira la toalla el día que su fortuna personal supera los 800 millones de euros


Florentino ha traicionado su propia biografía: la del hombre luchador, hecho a sí mismo, tozudo hasta la obsesión, para quien la palabra imposible no existe, para quien la acción de arrojar la toalla resulta inimaginable. Florentino se ha bajado del caballo en mitad del río. Ha lanzado un torpedo a la línea de flotación del Real Madrid y especialmente contra los jugadores, sobre quienes basó siempre sus proyectos, y lo ha lanzado desde la propia presidencia. Lo ha hecho justamente el día que su fortuna personal ha superado la mítica cifra de los 800 millones de euros, una cantidad que multiplica prácticamente por seis el patrimonio que poseía en julio de 2000, fecha de su acceso a la presidencia blanca.

La sorpresa es mayúscula por dos razones: primero, por la novedad de un hecho similar en el fútbol, deporte donde hay muchos fusibles que quemar antes de que un presidente tire la toalla, aunque es cierto que a Florentino apenas le quedaban ya fusibles; y segundo, por la célebre personalidad del constructor, cuyo biógrafo crítico, Juan Carlos Escudier, decía hace apenas quince días: “Florentino no se irá mientras el Real Madrid vaya mal, es demasiado soberbio". Pues nos ha engañado a todos: ni la soberbia ha frenado su desánimo y el hartazgo que le ha provocado la plantilla. Caída en picado del equipo, irritación máxima entre los aficionados, fractura absoluta en el vestuario, incapacidad manifiesta en el entrenador y sensación colectiva de hundimiento y deriva. Por segunda vez en su vida (la primera fue con el fracaso del Partido Reformista), Florentino no ha encontrado el rumbo para remontar una crisis y ha fracasado.

Lo ha hecho justo el día en que la constructora ACS ha presentado sus espléndidos resultados de 2005, con un incremento del 12% en las ventas y del 35% en el beneficio (608 millones de euros). El día en que la cotización ha superado los 31,45 euros por acción, lo que supone que los 26.967.965 acciones que posee (el 7,642% de la compañía) tienen a estas horas un valor de 848.142.499,25 euros, es decir, 700 millones más de lo que valían hace cinco años y nueve meses, fecha de su acceso a la presidencia. La revalorización de su patrimonio personal desde que es presidente resulta absolutamente espectacular. Quizás impensable si no hubiera sido presidente.

Fernando Martín Álvarez es el nuevo líder blanco. Otro constructor, pero de colmillo retorcido, ‘línea dura’ de la promoción inmobiliaria madrileña, el principal propietario de suelo edificable. 552 millones de euros como fortuna personal. Habrá tiempo de explicar quién es. Quedémonos de momento en la figura de Florentino y en las consecuencias de su decisión, tremendas para el Madrid, por el momento y por la profundidad. Escalofriantes declaraciones contra los jugadores. Florentino se ha acusado de haberles mimado, de haberles alabado en exceso, de haber creado esa nube galáctica que les ha adocenado. Florentino les ha puesto (y con razón) a los pies de los caballos cuando ha explicado que los jugadores están confundidos por los halagos, por no tener que ganarse el puesto. Ha confirmado que Sergio Ramos tenía razón y que también a él le gustaría que los del Madrid se abrazaran tras los goles como hacen los otros equipos. Y que la ausencia de ese gesto simboliza la catástrofe actual. Afirma que se va para que se corrija esa actitud, para que los jugadores vuelvan a sudar, a sufrir y a luchar. Pero está por ver si esa dimisión será un revulsivo para la plantilla.

A muchos kilómetros del Bernabéu, en Moscú, la reacción de Roberto Carlos ha sido despreciar la dimisión con un “a mí me da igual”.

Referencias
- Sergio Ramos tenía razón
- Los jugadores están confundidos
- La fortuna de Florentino
- El beneficio de ACS en 2005
- El nuevo presidente
- Sus negocios

El Madrid ha desaparecido y el Chelsea cambia ahora el césped de Stamford Bridge


El problema del Madrid es que ya casi no le queda nada a lo que agarrarse. Es un náufrago en el océano sin referencias a las que sujetarse. Cambió el entrenador, regresó el capitán, volvió el gran veterano, se incorporó el goleador, ficharon la esperanza italiana y el torpedo brasileño, resucitó el espíritu ancestral, se reconstruyó el miedo escénico, apretó la afición, redoblaron los entrenamientos, forzaron las máquinas mediáticas. Pero ha sido en vano: el náufrago sigue ahí, en mitad del oleaje. Y ahora mismo ya no queda apenas nadie a quien invocar, apenas nadie a quien acusar.

El Madrid había mejorado estéticamente desde que se fue Luxemburgo, pero empiezo a creer que fue un maquillaje. La goleada en La Romareda quizás llegó más al fondo del tuétano blanco de lo que creímos. Y de lo que parecía tras la ‘casi remontada’ del Bernabéu. El Madrid ya no juega regular ni mal. Ha desaparecido. El coraje de sus jugadores parece haberse esfumado, al tiempo que López Caro se enreda en operaciones sospechosas, como esa posición de Raúl Bravo como central, con Helguera arrinconado a comer pipas, Beckham al lateral derecho (el director de márketing va a sufrir un infarto como siga esta aberración) y Cicinho de ‘metomentodo’.

No ayudan los jugadores. El retorno de Zidane parece diluirse entre brumas. El de Ronaldo aún no se ha producido. El de Raúl está resultando inocuo. La recuperación de Robinho ha quedado congelada. Baptista y Cassano continúan en lista de espera. Parece un equipo sin alma, sin espíritu, sin ánimo. Sin plan A, ni plan B. Sin otro objetivo que ver pasar el tiempo. Con toda probabilidad, estas percepciones seguramente no coinciden con la realidad del vestuario, pero lo parece. Imagino al aficionado madridista profundamente irritado con su equipo, su entrenador y su presidente. Pero, sobre todo, irritado porque ya no le quedan demasiadas ilusiones ni excesivos asideros a los que sujetarse en medio del temporal. Y aunque la demagogia fácil lo centre todo en el tercer año sin títulos, el problema es mucho más profundo y serio que eso. Es un problema de fondo, no sólo de triunfos. Ya no es una cuestión coyuntural, sino estructural.


Fotos: El Mundo & AP (Madrid en Mallorca); Web Real Madrid (Ramos, Beckham y Zidane); El Mundo & Reuters (Homenaje a Zarra en Bilbao); Web Chelsea (nuevo césped en Stamford).

P.D. 1: A la vista del estado de Stamford Bridge, el Chelsea ha decidido cambiar el césped de su estadio. La decisión se adoptó el sábado por la noche y el domingo por la mañana ya se ha procedido a ello. Ya no queda ni rastro del patatal. Velocidad inaudita.



Vídeos: Los dos últimos anuncios de Messi en Argentina (creo que ni siquiera han sido emitidos). Gentileza de Jordi Basté (RAC-1):






Referencias
- Los goles del Mallorca-Madrid
- Un socio muy enfadado
- El Chelsea cambia el césped de Stamford

domingo, febrero 26, 2006

Barça concluyente, Chelsea apagado, Arsenal horrible, Bayern majestuoso, Olympique goleado


Habían pasado sólo 72 horas desde la batalla de Stamford y llegaba la batalla de Zaragoza: rival imponente, de entrenador serio y público entregado, exigencia máxima cara a una Liga que está en sus minutos decisivos. Para decantarse ya o para continuar viva. El Barça de Rijkaard llegaba reforzado tras su consagración de Londres, pero también fatigado a un campo que hace sólo un mes fue su tumba copera y su desastre defensivo.

Rijkaard aprende las lecciones. Frente al contragolpe demoledor de Milito y Ewerthon ha opuesto un fútbol de contención y pase seguro, sin prisas y levantando su muro defensivo en el centro del campo. Era una estrategia gris, pero que permitía resistir el partido, neutralizar el arma del rival e intentar romper el resultado en una genialidad. Como Víctor Muñoz es un técnico documentado y estudioso también ha acertado en su planteamiento y ha jugado a desgastar a los cansados jugadores de Rijkaard. Ha pretendido que Ronaldinho y compañía se agotaran persiguiendo el balón y realmente lo ha conseguido. El Barça ha ganado porque Márquez, Puyol y Edmilson han jugado un partido soberbio, eficaz y brillante hasta el punto que han dejado casi inédito a Valdés. Pero a cambio, el Barça sólo ha sido eso: sistema defensivo. Una Juve. No debe considerarse como algo negativo. Hay partidos para brillar y partidos para sufrir. Este lo ha sido. Sufrimiento y defensa, pero defensa fuera del área, de las que evitan peligros ciertos.

Cuando quedaban diez minutos se ha roto todo. La reacción rabiosa de Etoo contra los racistas que le insultan ha desencadenado una sucesión de acontecimientos: el intento del delantero por abandonar el campo; la buena actitud de compañeros, rivales y àrbitro para convencerle que siguiera; el golazo virtual de Edmilson detenido en la escuadra por Celades; su expulsión y el gol de penalti de Ronaldinho; la cabalgada de Etoo por la banda y el remate rotundo de Larsson. En cinco minutos ha sucedido todo y ha concluido el partido, aunque los jugadores han seguido sobre el césped un ratito más.

No ha sido un partido precisamente hermoso, como el del Atleti en el Calderón (5-0 frente al Málaga, sexta victoria consecutiva para los de Pepe Murcia), pero sí concluyente y trascendente. Triunfo de los que debe lograr un equipo que aspira a ser algún día legendario. Pocas horas antes, el Chelsea también ha vencido por 2-0, pero en la playa de Stamford (incluso en peor estado que el miércoles) y al frágil Portsmouth. Mourinho ha dejado a Crespo, Maniche y Geremi en casa y a Makelele y Gudjohnsen en el banquillo. Mala decisión. El técnico portugués (calificado de estúpido” por The Times) lo ha justificado porque algunos jugadores suyos corrieron el miércoles dos kilómetros más de lo habitual. Debe ser cierto porque el Chelsea ha sido una sombra. A la media hora, Del Horno se ha ido al vestuario y ha entrado Duff, con lo que han jugado con tres extremos (Duff, Wright-Phillips y Robben). Encallado y sin alma, el equipo ha cambiado cuando a la hora de partido han entrado Makelele y Gudjohnsen. En dos minutos ha marcado Lampard (14 goles ya) y poco después Robben ha sentenciado que la Premier estará liquidada en abril. Flojos Terry, Lampard, Essien y Joe Cole. Fatal Wright-Phillips. Excelente Makelele. Fantástico Robben.

Horrible el Arsenal en campo del Blackburn Rovers, que ha vencido (1-0) con gol de Pedersen y soberbia actuación de su extremo Bellamy. Sin Hleb ni Ljunberg, el centro del campo que arrasó en Madrid ha sido un boniato en el que Cesc se perdía. En defensa, Flamini ha confirmado que no está para esas labores pues crea un agujero negro a su alrededor en cada jugada. La presión en todo el campo del Blackburn ha ahogado a los de Wenger, que sólo han respirado cuando a los sesenta minutos ha entrado Hleb y Cesc ha podido encontrar a Henry e incluso ha sufrido un penalti clamoroso no señalado. López Caro haría bien en pedir el vídeo del partido. Así se le gana al Arsenal. Reyes ha sido una sombra del que vimos en el Bernabéu. Henry no ha hecho nada. Interesantes el lateral Eboué y el mediocentro Diaby (19 años).

A muchos kilómetros de allí, el Bayern sigue imparable: 5-2 al Eintracht de Frankfurt en el siempre repleto Arena de Munich (también patatal). Dos goles de Ballack y tres de los peruanos Guerrero (2) y Pizarro. Golazo de Christoph Preuss para los visitantes (y en Inglaterra, espectacular gol de Solano del Newcastle). Partidazo de De Michelis y Ballack y nueva exhibición colectiva. El Bayern juega a una cosa llamada fútbol asociación.

Cataclismo, por último, del Olympique de Lyon en casa: 1-4 ante el Rennes. Sólo 6 puntos de ventaja del campeón sobre el Burdeos. Segunda derrota del Olympique esta temporada en 37 partidos. O sea, cataclismo pero por la falta de costumbre...

Vídeos 1 y 2: Los acontecimientos de Zaragoza (versión en catalán de TV3 y en castellano de ESPN). Gentileza de David (FutbolArte.com) y de Lacoladevaca.com





Vídeo 3: El golazo de Solano (Newcastle) al Everton (2-0). Gentileza de David, de FútbolArte.com.


Referencias
- Un Barça a la italiana
- Etoo amenaza con irse
- Lo que opina Rijkaard
- Encuesta de "As" sobre Etoo
- Encuesta de "El Mundo" sobre Etoo

Fotos: El Mundo del Siglo XXI (Etoo, César y Cani; y Puyol); Chelsea (Lampard y Robben); Soccernet (Robben); Bayern (Ballack).

sábado, febrero 25, 2006

Grandes expectativas, grandes decepciones

Las grandes decepciones son hijas de las grandes expectativas. Crear expectativas exageradas forma parte del ser humano y alcanza sus cotas más sonadas en el deporte, donde la angustia que genera la competición exige del deportista, de su entrenador, del aficionado y de los medios de comunicación una progresión geométrica, una huida permanente hacia delante en busca de más y mejores éxitos. Finalmente, a quien no busca imposibles le tildamos de cobarde y a quien no se enfrenta a gigantes le llamamos pusilánime.

Las expectativas son lógicas, razonables y necesarias. Pero son también la soga en que se ahorca el deportista. La selección española de fútbol muere cada vez ahogada en la misma charca de expectativas exageradas. Mª José Rienda tropieza en la presión inmensa que la agota antes incluso de empezar el slalom. Si el Barça pierde un partido nos unimos todos para considerarles blandos, relajados y soberbios. Si Fernando Alonso no gana todas las carreras del Mundial es que se ha adocenado.

La responsabilidad inicial de esta espiral incesante de expectativas crecientes es del sistema que tenemos montado. En el fondo, el deporte es un negocio de múltiples caras. Todos tratan de vender una mercancía intangible salpicada de emociones. El deportista busca la gloria y su recompensa económica. Su entrenador también. Los medios de comunicación son una industria más, dedicada a empaquetar con brillo y oro las actuaciones de los artistas. La afición paga por la pasión que genera la actuación deportiva, por la emoción que conlleva, por la ilusión colectiva, por la ruptura con las rutinas, por el aroma aspiracional que nos provoca.

En niveles más modestos, deportistas y entrenadores se comportan al revés que en los altos niveles: rebajan las expectativas. Buscan quebrar la presión, relajar al deportista. En la estratosfera planetaria se exageran las expectativas porque es lo que vende. Aunque ello provoque decepciones inmensas. Al fin y al cabo, esa decepción se lava de inmediato con la creación de nuevas expectativas. Y el ciclo vuelve a empezar.

Fotos: Real Madrid (Zidane, Hleb); El Mundo del Siglo XXI (Mª José Rienda); Soccernet (Etoo, Cech, Ferreira).

viernes, febrero 24, 2006

Para ser un equipo de leyenda...

La historia reciente conoce de grandes equipos, conquistadores de títulos, vencedores de múltiples batallas, pero que no pudieron construir una leyenda a su alrededor. Los equipos míticos se construyen en la competición nacional, pero se coronan en la continental a base de repetir triunfos. Hay pocos equipos legendarios. Lo fue el Real Madrid de Di Stéfano, que convirtió la Copa de Europa en un asunto personal hasta sumar seis títulos. El fútbol era muy distinto del actual, pero aquel equipo se erigió en leyenda pese a la escasa repercusión mediática del período. Lo fue el Ajax de Michels y Cruyff, inventor del fútbol moderno, que puso la semilla de la ‘naranja mecánica’, todos al ataque, todos defendiendo. También lo fue el Bayern de Beckenbauer, con la inestimable ayuda del Atlético de Madrid, pues los alemanes convencieron a Europa que jugase quien jugase siempre acabarían ganando los de Munich. Lo fue el Liverpool de la furia roja y el Milan de Sacchi. Todos ellos son legendarios por sus títulos europeos, por sus victorias nacionales y por su fútbol, su espíritu, su personalidad.

Otros equipos han sido grandes, gigantescos, majestuosos, pero no han podido construir una leyenda a su alrededor. La leyenda de la invencibilidad. Algunos han jugado un fútbol espectacular. Otros han ganado muchos campeonatos nacionales. Se han forjado famas y prestigio. Pero no han conseguido construir el mito legendario que se erige con los triunfos europeos. Le sucedió al ‘dream team’, un equipo fabuloso, genial y hermoso, posiblemente el de mejor fútbol, conquistador de ligas, pero incapaz de sellar su leyenda con más triunfos que el de Wembley. Aquel Barça no supo remachar su mito en Atenas frente al Milan y aceptó su autodestrucción. Tampoco lo consiguieron la Juve de Zidane y Del Piero, fantástico equipo de pésimas finales. Ni el Bayern de Oliver Kahn, una roca sin brillo. Y tampoco el Madrid de Raúl, vencedor en muchas batallas, conquistador de tres Champions, protagonista durante dos años de un fútbol espectacular, pero finalmente no legendario por sus baches e irregularidades. Ni el Arsenal de Wenger y Henry, fantástico en su cabalgada inglesa pero apenas un pollo sin cabeza en la competición continental.


Ahora hay varios equipos que querrían serlo. El Liverpool de Benítez, ya con un agónico triunfo en Champions, pero equipo muy menor, de fútbol metalúrgico, todavía en construcción, muy lejos de ser un gran conjunto. La Juve de Trezeguet, una muralla potente, dominadora en Italia, pero tacaña y rácana, nunca generosa en su despliegue. El Olympique de Lyon, brillante, rápido, feliz, pero demasiado ligero para imponerse a los pesos pesados, para construir una leyenda. El Chelsea de los infinitos millones, imparable en Inglaterra, avaro en el juego, demoledor con cuatro pases pero ausente de gloria, de grandeza y de magia. Y poco más. El Bayern de Ballack es como el de siempre: juega regular y continúa ganando, aunque esa ya es una regla que se rompe demasiadas veces. El Milan de Shevchenko es un puñal afilado, pero su defensa de mantequilla le ha robado la gloria. El Ajax de Huntelaar es sólo un bello bloque de jóvenes y el PSV de Cocu, un eficaz conjunto de veteranos. El Inter será siempre peligroso por su experiencia y puntería, pero parece acogotado por un manto de grisura y niebla. El Manchester ha desaparecido y el Madrid de los ‘galácticos’ está sufriendo una etapa negra.

¿Quién queda? Pues un equipo que reúne todo lo necesario para construir una leyenda. Pasión por el juego brillante y de ataque. Un entrenador listo, serio, tranquilo y que aprende las lecciones de la vida. Unos jugadores exquisitos, rotundos y comprometidos. Unas estrellas fabulosas con hambre de gloria. Este es un equipo que lo tiene todo para ser un mito. Sólo necesita persistencia, contundencia, concentración, no bajar nunca la guardia. Tener un puño de hierro dentro de su fútbol de seda. Perseguir sus sueños hasta la extenuación. Culminar los trabajos. Dar el puñetazo sobre la mesa en el momento necesario. Para ser una de las grandes leyendas del fútbol mundial a este equipo sólo le falta un paso: el que separa la grandeza de la gloria. Pero aún ha de darlo. Aún ha de ganarlo todo.

Coda final: Una leyenda es un intangible. Una percepción. La leyenda no se construye sólo a base de acaparar triunfos, récords, rachas y títulos, ni tampoco por el fútbol brillante o sacrificado. Es una suma de factores en el que el más importante es la sensación de invencibilidad. La percepción de que ese equipo es imbatible.

Fotos: Etoo (tras su gol al Chelsea); Henry y Zidane en el Bernabéu; Ballack (tras marcar contra el Milan) y Huntelaar (después de su gol contra el Inter); y Ronaldinho en Stamford. (Gentileza: UEFA; Diario El Mundo del Siglo XXI; Real Madrid).

jueves, febrero 23, 2006

Messi forja su leyenda y provoca el 'Mourinhicidio'


¿Qué habría sucedido si Ronaldinho y Etoo hubiesen jugado 90 minutos en vez de veinte? Una carnicería. La visita del Barça a la playa de Stamford podría haberse saldado en una catástrofe indescriptible para un Chelsea que no perdía en ese estadio desde hacía 50 partidos, desde el día en que Mourinho tomó el mando. Pero la carnicería quedó sólo en derrota porque los reyes del balón sólo jugaron veinte minutos. Podría haber sido una carnicería y se ha quedado en simple ‘Mourinhicidio’, entrenador brillante pero siempre por detrás del personaje que se ha construido, soberbio en la victoria y patético en la derrota. ‘Mourinhicido’, pero sobre todo el inicio de una leyenda del fútbol mundial: Leo Messi. Un coloso.

Messi le ha explicado a sus dos compañeros de ataque lo que hay que hacer para convertirse en una leyenda y no sólo en un ‘crack acaparapremios’. La noche en que Rijkaard ha dado una lección de planteamiento e incluso ha acertado en los cambios; la noche en que los dos centrales se transforman en dos muros, en que los tres centrocampistas se erigen en tres gigantes; la noche en que Mourinho se equivoca por previsible, se equivoca por errático y se equivoca por quitar a su hombre más en forma (Joe Cole); la noche en que el Barça ha podido pulverizar, machacar y convertir en cenizas al equipo que más dinero ha invertido en el mundo en los tres últimos años; en esa noche mágica, sobre un barrizal indigno hasta para un club de Tercera, en esa noche en que el público de ‘Stamford Beach’ ha enmudecido ante dos mil barcelonistas, los dos grandes ‘cracks’ han racaneado hasta que las cosas se han puesto muy negras.

Entonces sí, entonces han despertado y se han salido. Pero en ese momento, el partido de ‘fútbol-playa’ ya andaba muy cuesta arriba pese a que los de Chelsea eran diez. Entonces sí. A veinte minutos del final, Ronaldinho y Etoo han tocado la corneta, ayudados por Larsson, y han decidido corresponder al brutal esfuerzo de sus defensas y sus centrocampistas y al talento descomunal del pequeño Messi. Entonces sí. Setenta minutos de control táctico, de fantástica contención (¡ qué diferencia con el año pasado !) y de anulación de las piezas londinenses, han dado paso a un vendaval espectacular que ha girado el marcador, pero que debía haberle supuesto al Chelsea un revolcón histórico. Ha sido un 1-2 que debería haber sido un 1-5 a poco que todos hubiesen rendido al ritmo de Messi, Márquez, Motta, Edmilson, Puyol o Deco.

Más cosas. Los árbitros son tan malos en Europa como en España. Este noruego ha perdonado la expulsión flagrante a Del Horno en una patada violenta y le ha echado, sin embargo, en una entrada aparatosa que sólo merecía la amarilla. Y a continuación no ha señalado penalti en unos brazos clamorosos de Geremi y en un ‘ippon con aplastamiento’ acompañado de recogida de balón con ambas manos por parte de Terry. Ha perdonado pisotones de Geremi, plantillazos de Makelele y patadas de Motta, pero ha mostrado tarjeta a Iniesta por desplazar un balón. Más malo que el jardinero de Stamford.

Victoria espectacular, magnífica, brillante, peleada, corajuda y reafirmante. Pero escasa, pequeña, reducida y tacaña en comparación con lo que habría podido ser y, sobre todo, con lo que debería haber sido. Miren las estadísticas que da la UEFA: 23 disparos del Barça por 10 del Chelsea; 9 a portería contra 4; disparos a puerta despejados por la defensa del Barça, 2; por el Chelsea, 10. Doce faltas del Barça, 22 del Chelsea. 65% de posesión barcelonista.

El Barça podía haber destruido el mito del Chelsea, pero sólo lo ha dejado desmoronándose, con Mourinho echando bilis, Terry hundido y Lampard oscurecido. Y no ha sido un Chelsea menor. ¡ Qué gran Makelele ¡ Fantásticos Ferreira, Cech, Drogba, Geremi y Robben. Han peleado sobre el barro como leones con uno menos. Han hecho temblar a un Barça descomunal y sólo han caído cuando Ronaldinho (como había propuesto Marquinos) le ha buscado la espalda a Makelele y ha roto a los centrales. Cuando el Barça ha aparcado el conservadurismo y ha despertado su instinto triunfador ha desnudado a los de Mourinho, pero ha perdonado una goleada estrepitosa, una inundación, un cataclismo. Hemos podido asistir a la ceremonia de la destrucción de un mito futbolístico, pero sólo hemos contemplado su rotunda derrota. El Chelsea aún está en pie. Pero el Barça ya le mira desde las alturas de la leyenda de Messi, llamado a dirigir a un equipo que hoy ha dicho que quiere reinar en Europa.

Referencias
- La consagración de Messi ("El País")
- Nacido para partidos memorables ("Futbolitis")
- Excepcional Messi ("L'Equipe")
- La reacción de Mourinho ("Chelseafc.com")
- Rijkaard ha logrado divertir ("As")
- Un Barça grandísimo ("La ducha")
- Un polvorón en el polvorín ("Banyeres blog")
-- El día que bailaron a Mourinho ("Planeta Áxel")
- Fino estilista gana (Relaño en "As")
- Hasta el Big Ben se paró (Elías Israel en "Yahoo")

Fotos: Diario Sport; UEFA; Diario El Mundo del Siglo XXI.

Vídeo 1: Expulsión de Del Horno y los dos goles del Barça (narración en catalán de RAC-1). (Gentileza de Jaime, de miniestadi.blogspot.com).



Vídeo 2: Resumen de la jornada de Champions con el gol de
Nedved al Werder, un paradón de Buffon en el mismo partido; el tanto de Cruz al Ajax y el remate al larguero de Messi en Stamford. (Gentileza de David, de www.futbolarte.com).

miércoles, febrero 22, 2006

Esta noche en la batalla piensa en mí...

Alineaciones confirmadas:

Chelsea:
Cech; Ferreira, Terry, Carvalho, Del Horno; Makelele, Lampard, Gudjohnsen; Cole, Crespo, Robben.

Barça: Valdés; Oleguer, Puyol, Márquez, Gio; Edmilson, Motta, Deco; Messi, Etoo, Ronaldinho.

Ninguna sorpresa. Juegan los 22 previstos y cada equipo con su estilo propio y su esquema preferido. Ambos salen con lo mejor que tienen, sin conservadurismo ni planteamientos raros. Partido de valientes.

Cambios respecto del año pasado: En el Chelsea, entran Del Horno, Crespo y Robben. Salen Gallas, Kezman y Duff. En el Barça, entran Márquez, Edmilson, Motta y Messi. Salen Belleti, Gerard, Xavi e Iniesta.

Banquillos. Chelsea: Cuddicini, Maniche, Geremi, Duff, Huth, Drogba, Wright-Phillips. Barça: Jorquera, Belleti, Sylvinho, Van Bommel, Iniesta, Larsson, Ezquerro.

Apenas una hora para un partido que sólo es de octavos de final, pero tiene toda la aparatosidad nerviosa de una final. Tres meses de espera para tocar el cielo o el infierno.

Goles en la actual edición de Champions: Valdés ha encajado dos y Cech sólo uno (contra el Betis). Ronaldinho ha marcado cinco, Etoo tres y Crespo y Ricardo Carvalho dos cada uno.

Jugadores con tarjetas amarillas en danza: Lampard, Terry, Robben y Van Bommel.

En Stamford Bridge han jugado hasta la fecha siete equipos españoles y no ha ganado nunca ninguno. Sólo el Mallorca logró empatar (1-1) hace siete años.


José Mourinho no ha perdido ni un solo encuentro en Stamford desde que entrena al Chelsea: 38 victorias y 11 empates.


2 grados de temperatura en Londres en estos momentos, parcialmente nuboso, 80% de humedad en el ambiente y viento de 18 kilómetros/hora. Terreno de juego inundado por horas de riego.

Finalmente, recordemos al espectro de Lady Anne visitando al sanguinario Ricardo III y digamos con ella, parafraseando a Shakespeare: “Esta noche en la batalla piensa en mí...”

Nueve semanas y media esperando para tocar el cielo... o el infierno

Fue el 16 de diciembre pasado, hace exactamente nueve semanas y media. Un señor muy trajeado sacó primero un papelito con la inscripción Chelsea FC y, como no podía ser de otro modo, a continuación sacó otro con el nombre FC Barcelona. Desde ese preciso instante, a mediodía del 16 de diciembre de 2005, el fútbol se ha detenido y no ha habido nada, salvo partidos insulsos, juego a medio gas, laxitud y espera desesperante. Pocas veces nueve semanas y media han sido tan largas, tan exasperantemente largas y lentas. No ha sucedido nada, nadie ha jugado al fútbol, todo se ha detenido en estos tres meses, esperando que llegara el momento del gran choque de trenes. Probablemente es absurdo o incluso suicida, pero Chelsea y Barça se han pasado nueve semanas y media hibernando, congelando la pasión, aguantando el aliento. Ahora, ya ha llegado la hora.

Ahora será momento de saber si Joe Cole, Crespo (que parece titular en vez de Drogba o quizás jueguen los dos) y Robben le vuelven a ganar la partida a la frágil defensa de Puyol y compañía. Si Lampard es otra vez dueño y señor del centro geométrico de la playa de Stamford. Si el Mourinho previsor le gana la mano al Rijkaard previsible. O si es Motta quien extiende su poderío por encima de las olas londinenses. Si es Rijkaard quien ata todos los cabos para que no se repitan las terribles lagunas mentales. O si Ronaldinho y Etoo, esta vez con la ayuda de Messi, pueden contra el muro de Terry. Ha llegado el momento de saber si el Barça defiende bien los saques de esquina; si es capaz de secar a Makelele y con ello bloquear la máquina inglesa; si es capaz de evitar los pasecitos cortos en el centro del campo; si comprende que más valen las buenas diagonales de Márquez a la delantera que el 'tiki-taka' suicida. En fin, ha llegado la hora esperada durante nueve semanas y media. Para ganar o para perder. Pero para decidir, sin esperar más.

¿Cómo se planteará el partido? Con el Chelsea regalando el balón para que Edmilson, Motta y Deco se enreden en el barro de Stamford (nueve horas de riego ayer), lo recupere Lampard, lance a Cole o Robben, estos le ganen el sprint a Gio y Oleguer y Crespo (o Drogba) dispare su fusil. Contra eso, frialdad, concentración y pases precisos a Ronaldinho y Messi, que pueden hacerle un nudo a Ferreira y Del Horno (Gallas no juega). Finalizar todas las jugadas, frenar cualquier contragolpe desde la raíz, ahogar a Makelele, evitar las faltas laterales y los saques de esquina y comprender que la eliminatoria es muy larga y sólo la acaban decidiendo los pequeños errores. Que el infierno está en los pequeños detalles.

Y mantener el estilo. No es hora de cambiar. Es hora de imponer el estilo propio, pero también de no cometer errores. ¿Os parece bien un 1-2?

Vídeo: Aquel gol de Ronaldinho... (Canal +)

martes, febrero 21, 2006

Lección magistral de Wenger y consagración de Cesc y Henry

El fútbol es un juego de errores en el que gana quien menos se equivoca. El miedo le ha ganado a la manifiesta superioridad y la experiencia de un viejo entrenador a la bisoñez de otro que aún tiene que construir su currículo. Wenger le ha dado una lección magistral a López Caro. Puesto que no tenía defensa y casi ni defensores ha decidido defender en la línea del medio campo con cinco centrocampistas de distinto pelaje e impedir que el balón llegara a su área. Ha achatado el campo hasta convertirlo en un rectángulo de cuarenta metros de ancho donde se enmarañaban una docena de rivales y el balón siempre acababa a los pies de Cesc Fábregas, que lo ha servido toda la noche con la suavidad con que Ferran Adrià convierte una zanahoria en aire comestible. Y como no hay mejor escaparate que la Champions, Henry se ha servido un montón de raciones de ‘fútbol champagne’ y ha vuelto loco a Casillas, salvador y salvavidas de un Madrid que puede felicitarse por haber salido vivo del Bernabéu.

Se esperaba al feroz Madrid de la Copa, al implacable Ronaldo del certero remate, al feliz Zidane renacido, al Guti de los pases milimétricos y al Robinho reconvertido en goleador. Al Madrid de López Caro, en fin, el del sentido común, la buena posición en el campo, juego por las bandas, presión muy arriba y ninguna cesión al contrario. Pero ninguno de ellos apareció. Salió un Madrid tranquilo y relajado y al minuto había recibido ya la primera lección de Wenger: una línea de cinco (Hleb, Ljunberg, Gilberto, Cesc y Reyes) por delante de sus defensas jovencitos y Henry al galope tendido. En la primera combinación, Cesc ha mandado a Henry, éste a Reyes y sólo un dedo milagroso de Casillas ha salvado el primer gol. Más o menos así ha sido todo el partido, con Casillas de nuevo estratosférico, Gravesen salvando los muebles (Gravesen, sí, que ya es decir) y Beckham como único atacante con ideas.

López Caro
no ha encontrado el hilo de la madeja que sobre el Madrid ha tejido Wenger, arquitecto de fenomenales estrategias e ingeniero industrial de jóvenes talentos. El entrenador francés sale crecido del Bernabéu, donde ha reinado por un día con su planteamiento y también por la valentía de sacar a chavales jóvenes. El más joven de entre ellos, Cesc Fábregas, se ha ido como Ronaldinho, ovacionado por un público que ahora mismo pondría dinero de su bolsillo para fichar a este monstruo del centro del campo. Cesc no ha sido el único. A su lado, Henry, el de los pies de bailarín, ha goleado con el mismo estilo de Ronaldinho en el mismo escenario. Kolo Touré se ha mostrado como un central explosivo y Reyes como un extremo rotundo. Y si alguien busca laterales en el mercado, que no busque más: Emmanuel Eboué, 23 años, fichado hace un año al Beveren belga. Un monstruo.

P. D. 1: Gallas es baja segura en el Chelsea. Como lateral izquierdo jugará Asier del Horno, para ocuparse de Messi. Crece la opción Crespo como delantero centro en lugar de Drogba.

P. D. 2: El campeón Liverpool ha caído ante el Benfica (1-0, Luisao) por alto en un error de marcaje de Hyypia. En Eindhoven, el Olympique de Lyon le ha mostrado su eficacia rematadora (0-1, Junhino Pernambucano) al PSV. Y en Munich, un Bayern muy potente se ha dejado empatar (1-1, Ballack y Shevchenko de penalty) por el Milan, lo que le pone difícil los cuartos.

P. D. 3: Casualidad sorprendente: ni un solo periódico deportivo o general, ni la web del Madrid, ni la del Arsenal, absolutamente nadie publica a estas horas una miserable foto de Cesc en el Bernabéu.

Referencias
- Poco Madrid, mucho Henry (por un socio del Madrid)
- Wenger y Henry minimizan al Madrid

Miedo en el barcelonismo, superioridad en el madridismo














Dos estados de ánimo opuestos en las aficiones de Barça y Madrid (que no en los equipos). Miedo entre los barcelonistas. Superioridad manifiesta entre los madridistas. ¿Causas de esta diferencia? Sin duda, dos: el rival y el historial.


Si el Barça acudiese a Londres, pero no a ‘Stamford Beach’ sino al mullido césped de Highbury Park, probablemente también su afición viviría con tranquilidad las vísperas. Sabría que Ronaldinho le haría un nudo al joven Eboué ante la ausencia de Lauren; que Etoo, sin la presencia del imponente Sol Campbell, tendría una fácil papeleta ante el imberbe Senderos; y, sobre todo, que la baja de Ashley Cole en el lateral izquierdo del Arsenal supondría una autopista para Messi, en la que el centrocampista francés Matthieu Flamini poco podría oponer. ¿Y qué decir del centro del campo? Cesc, Ljunberg, Hleb y Gilberto sonarían a escasa caballería, por lo que el barcelonismo se centraría exclusivamente en el gran Henry, de quien se dirían maravillas pero se esperaría un planchado rotundo de Puyol y Márquez.

Por el contrario, si fuese el Chelsea quien visitara el Bernabéu, el miedo atenazaría a la afición blanca. Surgirían dudas razonables. ¿Qué podrá hacer Gravesen contra Lampard? ¿ O Roberto Carlos frente a Joe Cole? ¿Bastarán Woodgate y Sergio Ramos para atender a Drogba? Y para secar a Robben, ¿no será mejor Salgado que Cicinho? Volvería Makelele al Bernabéu, lo que quizás le reportaría más aplausos que al mismísimo Ronaldo, y la afición blanca mostraría su temor ante otra posible noche en blanco de Guti, esta vez frente a Gudjohnsen.

Pero nada de ello es real y los rivales son justamente los contrarios. De ahí el miedo culé y la tranquilidad merengue. La otra causa del diferente estado anímico se llama historial. Al Barça le queda ya muy lejos aquel triunfo en Wembley. Al Madrid le quedan muy cerca la séptima, la octava y la novena. Tiene menos presión histórica de grandes títulos, aunque sus dos últimas temporadas e incluso la actual apuntan en la dirección contraria. En cambio, el barcelonismo ha dejado atrás cinco años de sequía y va camino de otra Liga, pero nada de ello parece compensar ese pánico acérrimo ante la gran batalla de Inglaterra.


Flamini, Eboué, Senderos, Hleb, Ljunberg, Gilberto
, nombres blandos que evocan una goleada. Joe Cole, Lampard, Makelele, Drogba, Robben, Gudjohnsen, nombres duros que prometen una noche agria.

Os dejo dos vídeos para abrir boca: el trailer del Madrid-Arsenal y el 4-2 del Chelsea al Barça la temporada pasada (como dijo aquel, "que n'aprenguin !").




lunes, febrero 20, 2006

Tras torpedear la “Operación Arsenal”, ¿debe jugar Ronaldo mañana?

A 24 horas del partido más importante de la temporada para su club, Ronaldo ha lanzado un torpedo en la línea de flotación del Real Madrid. He preferido escuchar en persona las declaraciones del delantero brasileño antes de escribir, por si la letra desmentía el tono de las palabras. Pero el tono ha sido más duro que la escritura. Desafortunado Ronaldo. Por cierto, en una excelente decisión, la web del Madrid no ha censurado ni una palabra.

El jugador que durante dos temporadas y media ha ejercido, con Casillas, de absoluto salvavidas blanco proclama ahora su ruptura definitiva con el Bernabéu. La suya es una crónica del desamor, posiblemente comprensible salvo en la oportunidad: ¿a santo de qué esta irritada comparecencia, este ataque frontal contra la afición, a pocas horas del gran partido frente al Arsenal? Es cierto que el sábado hubo pitos contra él en el Bernabéu, pero no fueron masivos ni excesivos. También es verdad que Ronaldo no está en su mejor momento tras dos serias lesiones, pero el problema no reside en su estado de forma sino en el estilo de juego que López Caro ha implantado. Donde antes tenía (para desgracia del equipo) kilómetros de pradera en los que demostrar su instinto goleador, ahora debe moverse en poco terreno gracias a la presión colectiva de sus compañeros, lo que ha redundado en una evidente mejora del conjunto aunque Ronaldo marque menos goles. Es decir, el progreso colectivo ha provocado el sacrificio individual. Y eso no lo ha resistido, confirmando su grado de compromiso y pasión por este club. Pero abrir esta puerta a tantos meses del final es una melonada.

Lamentable, además, porque el Madrid en progresión no necesitaba esta patada en los higadillos. López Caro hace bien las cosas (ha dejado fuera de la convocatoria a Helguera y Raúl Bravo, dos aciertos) y su equipo es rotundo favorito frente al depauperado Arsenal, que ha viajado a Madrid con una lista de bajas demoledora: sin Ashley Cole (en la foto), Van Persie, Bergkamp, Campbell, Lauren, Clichy ni Cygan. Ronaldo habría estado mejor en silencio y trabajando para eliminar a su rival. La cuestión ahora ya no es el desamor, sino si debe jugar mañana o no.

Para los barcelonistas, dos vídeos para todo tipo de estados de ánimo. El primero, sobre Joe Cole, su estilo de juego y sus goles. El segundo, un montaje sobre la “revancha de Ronaldinho”. Disfruten (o tiemblen).


Las mejores jugadas de Joe Cole


La "revancha de Ronaldinho"


Referencias declaraciones Ronaldo
- “No estoy a gusto”
- Todas sus palabras
- Para escucharle
- El “autocañonazo”
- ¿Qué le pasa a Ronaldo?
- ¿Mejor el Madrid sin Ronaldo?
- Convocados del Madrid
- Convocados del Arsenal

Fotos: Web Real Madrid & Arsenal

domingo, febrero 19, 2006

Pánico en Stamford Bridge

Tarde de pánico en Fulham Road, calle principal del estadio del Chelsea. Contra lo que puedan pensar, el pánico dominical en Mourinho y compañía no ha sido provocado por los cinco goles del Barça, ni por la habilidad ‘carambolera’ del equipo. Tampoco el hambre futbolera de Ronaldinho, ni los ojos vidriosos de Etoo o el apetito insaciable de Messi han motivado el terror en Stamford Bridge. Nada de eso. La causa se llama Colchester, equipo de la Tercera división inglesa que esta tarde visitaba el ‘patatal’ londinense y ha obligado a Mourinho a sacar su artillería, que sólo ha logrado doblegar al modesto rival en los últimos diez minutos.

Bajo un diluvio, Mourinho ha sacado un excelente equipo: Cudiccini; Glen Johnson, Ricardo Carvalho, Huth, Paulo Ferreira; Diarra, Essien, Maniche; Wright-Phillips, Drogba, Duff. Es decir, descanso para Gallas, Terry (sancionados ambos), Makelele, Lampard y Joe Cole (estos dos, en el banquillo). Estadio a rebosar, césped con amplias zonas de tierra y numerosos charcos y a los 28 minutos, Ricardo Carvalho se ha marcado en propia puerta. Siete más tarde, Paulo Ferreira (que apunta a la titularidad para frenar a Ronaldinho) ha logrado el empate. Igualdad en casi todo: el Chelsea ha disparado 24 veces a puerta por 23 del Colchester, que ha tenido un 43% de posesión de balón, todo un récord para un equipo visitante en ‘Stamford Beach’. Tras el descanso, y ante lo que se avecinaba, Mourinho ha metido a Lampard, Joe Cole y Hernán Crespo, o sea toda la caballería, pero el sistema defensivo del Colchester ha sido inexpugnable hasta que un mágico Cole lo ha superado en el minuto 79 y remachado en el 90. Atención a Joe Cole porque es el jugador más en forma de cuantos se alinean con el Chelsea.

A veces, malas actuaciones antes de un gran acontecimiento suponen un gran acicate. En otros, equivalen a un pesimismo colectivo. Veremos qué sucede en este caso. Por si acaso, les rescato dos párrafos de la web del Chelsea. Sobre el partido: “Decepcionante primera parte; dominadora segunda mitad, pero ninguna gran actuación para nadie salvo para el (...) Colchester. (...) Finalmente, ha sido una actuación suficientemente profesional.” Sobre el césped: “La lluvia persistente desde el mediodía ha convertido el centro del campo en un potencial charco mientras que el resto tenía algunas zonas calvas, pero no tan malas como se ha publicado en otras”. Tarde dura, en fin, para el Chelsea.


Referencias
- Web del Chelsea: Crónica
- Ficha del partido
- Análisis del Chelsea: Planteamientos de Mourinho
- Análisis del Chelsea: Cambios, de un año a otro
- Análisis del Chelsea: Sistema de juego

Vídeo: Trailer Chelsea-Barça (dejad que se descargue y luego clicar el triangulito pequeño de 'play', abajo a la izquierda)
Fotos: Web Chelsea y Soccernet.com (gol de Paulo Ferreira al Colchester)